Prohibido enamorarse

Desaparecida

Me remuevo en la cama y suspiro dándome la vuelta.

Estoy verdaderamente agotada.

Ayer llegue tardísimo a casa después de pasar casi tres horas completa buscando algún empleo pequeño.

No saben lo difícil que es...
O tal vez que es yo no doy para eso.

Más probable la segunda.

Deben ser eso de las dos de la tarde y yo aún no me levanto de la cama.

Anoche me pareció extraño encontrar a Clarissa aquí.

A Scott no ya que el tenía una copia de la llave de la casa y podía venir cuando quisiese.

Al entrar se me quedaron mirando pero decidí ignorarlo.

Hablamos un poco y subí rápido ya que moría de sueño.

Hoy es sábado y que puedo decirles?

Escucho a los chicos afuera platicar pero siento el día tranquilo.

Hasta ahora...

Me levanto perezosamente y me dirijo al baño.

Me cepillo y hago todas mis necesidades personales para luego hacerme un moño mal hecho y salir del baño.

Abro la puerta de mi habitación y salgo para luego bajar las escaleras.

Una vez en el primer piso me encuentro a Scott viendo un juego en la TV y Carla utilizando su computadora.

- Buenos días! - digo dirigiéndome a la cocina.

- Buenos días pequeña - escucho que dice Scott.

- Qué tal molestosa - dice Carla soltando una risita.

Frunzo el ceño y saco una manzana de la nevera.

- Nada nuevo - susurró - ayer fue horroroso.

Salgo de la cocina e inmediatamente noto la cara de Carla.

Scott voltea y me nos mira curioso.

- Qué? - digo.

Ella sacude la cabeza y suspira.

- Nada Qué, creo que no solo fue un día horroroso para ti - dice para luego seguir tecleando.

- Mucho trabajo? - pregunto sentándome en el mueble aún lado de Scott.

- Eso mismo - susurra ella - No tienes nada que hacer hoy?

Volteo a verla y asiento.

- Anoche curiosamente clarissa me llamo.

Scott voltea y me mira alzando una ceja.

- Clarissa? - pregunta curioso.

- Si Scott! Quería que saliéramos esta tarde - digo normal - le dije que no tenía problema con ello.

- Eso es...Perfecto! - dice Carla.