Capítulo 24 - Madrugada espantosa

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Son eso de las doce de la noche y esta mierda aún no acaba

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Son eso de las doce de la noche y esta mierda aún no acaba.

La verdad es que, después del pequeño baile con Grey, en el cual tengo que admitir que me gusto más de lo que debería, no paso nada del otro mundo.

En realidad volvimos a tomar asiento. Mi pequeño momento acabó en ello.

Suspiro y vuelvo mi vista hacia Grey. Este hablaba cómodamente con una chica la cual desconocida y como era de esperar, esta parecía querer brincarle encima.

Se encontraban a varios metros míos, bastante alejados de la mesa.

¿Acaso no sabe disimular? Aunque pensándolo bien, yo tampoco soy que lo haga de maravilla.

Aun así no la culpo, por más que desprecie el gesto, tengo que admitir que esta como Dios, manda.

Músculos marcados y definidos, un pelo increíble y unos labios rojizos.

Dios ¿y agregándole los tatuajes? Por favor, agua en la mesa ciento cuatro.

La verdad que esta para morirse.

- Bella dama -vociferan educadamente a mi lado.

Frunzo el ceño, extrañada y doy media vuelta.

- ¿Perdón? -cuestionó.

El individuo a mi lado ríe abiertamente y se inclina en modo de saludo.

Es un chico que desde aquí se ve que tiene menos de veinticinco años, fornido, ojos café, pelo de mismo color.

- La vi sola y dije "¿por qué no acercarme a tal belleza?" -inquiere con una leve risa, mientras toma asiento a un lado mío en la mesa.

Pongo los ojos en blanco con una mínima sonrisa.

- Soy Diego -agrega, tendiéndome una mano la cual acepto.

- Emery -alego, con una sonrisa.

- Emery, hermoso nombre -coquetea y yo rio con nervios.

Que suelto ¿eh?

¿Qué más se le puede decir? Joder.

- Gracias -respondo sin más.

- ¿Aceptarías bailar conmigo? -suelta este de golpe, levantándose.

Frunzo el ceño ante su apresurada actitud y me encojo en mi asiento, cruzándome de hombros.

- No creo, no me parece -manifiesto, sincera.

- ¿Viene con alguien? -inquiere y le observa ofendida.

- Eh si y aquello no interfiere en mi decisión, con pareja o no haría lo que me antojase, señor -suelto de la manera más sutil -Mala percepción la de hoy en día.

En cuanto esté, abre la boca para argumentar en su respuesta, se ve interrumpido.

- ¡De hecho si! Vino conmigo -repercuta esa voz, mi piel se eriza al instante.

Prohibido enamorarse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora