Crónicas de una Lich

Capítulo 5.-Un futuro desalentador

—¡¿Eres de otro mundo?!

Ambos decimos eso mientras nos vemos sorprendidos, aun me encuentro entre sus brazos.

Nos mantuvimos en silencio durante unos minutos, antes de simplemente asentir.

—Yo soy Klare, el héroe invocado —declara tranquilamente—. No puedo decir más, mis recuerdos se encuentran bloqueados.

—Erioll, invocado por uno grupo de Lich, soy una verdadera Lich —digo mirándolo fijamente.

Tras eso, me deja reposando en un árbol, mientras enciende una fogata.

—¿Tus recuerdos.....?

Me quedo intentando pensar en mi vida anterior.

—No recuerdo nombres, rostros, lugares o fechas pero soy capaz de pensar en mi pasado —respondo.

—Tú también ¿Eh? —Klare suspira.

Se mantiene observando las estrellas, mientras yo que soy incapaz de moverle le veo fijamente.

—¿Y qué harás? Soy prácticamente tu némesis —declaro viéndolo.

—Bueno, no es como si tu quisieras pelear ¿Sabes? Encontraré una forma de salvarte —declara estirándose.

Lo veo con cierta decepción.

—No creas que me uniré tu harén por eso —Le respondo.

Aquello pareció dar en el blanco pues se estremeció brevemente.

—Escucha, jamás podré enamorarme de ti —declaro logrando por fin levantarme—. Simplemente no me gustan los hombres.

"¿En qué momento se detuvo la lluvia?"

Al escuchar mis palabras, Klare se deja caer en el piso sobre sus brazos, con una expresión de como si el mundo fuese a acabarse.

—¡Eso ya lo veremos! —exclama incorporándose rápidamente—. No importa cuánto tarde, pero, ¡Me aseguraré que te enamores de mí!

—¿Ah? —Lo observo desconcertado.

"Este tipo es peligroso en varias formas"

Abrazo mi propio cuerpo mientras me alejo un poco de él.

—Lolicon.....

—E-Eso es un malentendido, además ¡No eres una Loli! —exclama señalándome.

Observo mi propio cuerpo, noto que realmente mi ropa es un poco........

Avergonzándome repentinamente me cubro, mientras mis mejillas se encienden ligeramente.

—¡T-Tú! —digo señalándolo.

—¿Q-Que pasa? —pregunta Klare desconcertado.

No lo había notado, pero debido a mi ropa, ciertas partes se transparentaban.

—¡Ni siquiera yo me he visto! —exclamo golpeando su abdomen.

¿Resultado? Mi mano tronó.

—Guhhhh.....

—¿E-Estás bien? —pregunta con notable preocupación.

Mientras me encuentro en el suelo, sujeto mi mano, que parecía estar rota.

"¡¿Qué tan condenadamente frágil soy?!"

Esto es simplemente ridículo, ¿No?

—Ughh.....

Lagrimas amenazan con salir de las comisuras de mis ojos.

"¡Me niego a llorar, sería simplemente indignante! Pero.... Realmente duele"