Capítulo 7.-Dios

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—Mi nombre es Erioll, la señora de los No-Muertos y al igual que su héroe, un invocado.

"Maldición, esa flecha dolió, ¿Puedo regenerarme? Me pregunto si es infinitamente, maldición, cálmate"

¡Ah, no puedo! Duele como el carajo, moriré, definitivamente lo haré.

Soy tan estúpido, ¿Cómo me puedo hacerme el chulo de esta manera?

—¿Una invocada? ¡Tiene que ser una broma! —exclama la tet- digo, la pelirroja.

"De alguna manera me irrita que yo sea tan....... ¿En qué demonios estoy pensando en un momento así?"

—¡La santa diosa jamás invocaría a alguien como tú! —exclama la maga loli.

"Espera....."

—¿Diosa? —musito—. Esperen, ¿No su dios es un ser totalmente blanco?

Ante mi pregunta, la tet- pelirroja alza sus cejas en confusión, como si lo que dije fuese una estupidez.

—¿De qué estás hablando? La diosa suprema Ceres, es la que bendice todo nuestro mundo —declara con el ceño fruncido—. ¡Y no dejaré pasar tu ofensa!

"Algo anda mal, entonces ¿Quién se supone que es el dios que me trajo aquí?"

La pelirroja dispara nuevamente una flecha, pero, simplemente la evado haciéndome a un lado.

—¡Al menos escúchame! —exclamo sin dejar de correr.

Pero, la maldita tet- pelirroja no atendía razones, ya que no dejaba de atacarme con una lluvia de flechas, por lo que simplemente pensé en bloquearla y una pared de tierra se levantó frente a mí.

—¡¿Puedo hacer eso?! —exclamo con sorpresa.

Pero, una gruesa capa de hielo congela todo, incluyendo mis pies.

—Tsch.

—¡No se olviden de mí! —exclama el "héroe" mientras rompe el hielo y se abalanza sobre mí.

Debido a la cercanía, fui incapaz de reaccionar y terminé en los brazos de ese tipo. Intenté forcejear, pero fue inútil.

Por lo que decidí darle una fuerte descarga eléctrica que lo obliga a soltarme.

"¿Qué tan malditamente resistente es?"

En todo caso, con paciencia llegando al límite, decido congelar absolutamente toda el área, dejando libre, solo sus cabezas.

—¿Ya me escuchará? —pregunto suspirando.

Lo que no me esperaba era que se desmayaran a causa del frio.

—Ah, olvidé que yo no puedo sentir frío.

"Bueno, supongo que podrí- ¿Eh?"

Nuevamente me encontraba en ese lugar, el mismo de cuando fui invocado a este mundo y enfrente de mí, aquel dios.

"¿De qué estás hablando? La diosa suprema Ceres, es la que bendice todo nuestro mundo"

Aquellas palabras me pusieron en guardia en cuanto estuve frente a èl.

—Y bien, ¿Qué te parece el nuevo mundo, maldito Nini?

Al darme cuenta, mi piel no es tan pálida, soy gordo y con exactamente las mismas apestosas prendas de cuando morí, exactamente, ahora mismo no soy Erioll, sino mi antiguo yo.

—Entiendo tu desconfianza, pero, no te preocupes, yo no soy un dios de pacotilla como esa Ceres, mira que llamarse suprema, ¡Eso es una verdadera ofensa! Yo que los creé con tanto amor ¿Quién se cree esa zorra para llevarse el crédito?

Crónicas de una LichDonde viven las historias. Descúbrelo ahora