Capítulo 6.-Inevitable

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No siempre los dioses están de tú lado, me tomó mucho tiempo entender eso... Lamentablemente, ya no hay nadie en quien apoyarme.

LOS MATARÉ, DEFINITIVAMENTE LO HARÉ.

"Oye, maldito dios... ¿Querías que matara a la diosa? Ya lo verás, ¡Haré perecer a todos!

***

De nuevo volví al bar, dónde intentaré contarle a los demás sobre mi encuentro con... ¿Era Anane? ¿O cuál era su nombre?

De todos modos, debo ir a buscar a Klare, Alexa no estará muy feliz si lo dejo atrás.

Suelto un suspiro, supongo que por lo menos intentaré hablar con Zavebe.

Pero, al llegar al bar y abrir la puerta, encuentro todo hecho un desastre, en el suelo únicamente está tirado un demolido Einhart.

"No puede ser..."

—¡Einh-

Para cuando intenté tocarlo, noto que frente a él, se encuentra sentado un hombre de apariencia elegante, rubio y con una vestimenta totalmente blanca.

—Dice que si quieres que algo salga bien, hazlo tú, bueno, desde que eres el futuro diablo, estuvimos destinados a enfrentarnos —dice mientras clava su espada en el suelo.

Todos mis sentidos me lo advierten, él es peligroso, si me enfrento, no hay forma de que salga bien parada.

—¿No harás nada? Tus seguidores me dieron más pelea que tú, aunque, bueno, supongo que como aun no eres un verdadero diablo, te cuesta mantenerte en mi presencia.

Mientras dice eso, me muestra un cristal rojo.

—¿Qué es esto? —pregunto poniéndome en guardia.

—¿Te interesa? No es nada especial, es un cristal de sellado, dentro están tus seguidoras —declara tranquilamente.

—Maldito...

—Ciertamente es poco honorable, pero, no me puedo permitir perder el tiempo contigo —dice mientras me amenaza con arrojar el cristal.

—Detente, haré lo que digas, sólo.... No lo hagas —musito arrodillándome.

Tal parece que eso no se lo esperaba, pues abre los ojos con sorpresa, y se queda estupefacto.

—¿Eh? Se supone que tú... No, no puedo dejarme llevar, puede que por ahora seas una buena persona ¡Pero no puedo permitirme titubear!

En un instante, mis brazos fueron cortados.

"¿Eh? Rápido, demasiado"

Intento retroceder, pero al instante soy capaz de observar mi cuerpo.

"¿Esto fue todo? "

Mi vista termina enfocada en aquel sujeto, quién, sin dudar un segundo, termina por atravesar mi cráneo con su espada.

Todo se volvió negro.

***

Despierto, en un lugar totalmente en blanco, parecido al escenario de la diosa, pero, hay una diferencia fundamental. 

Crónicas de una LichDonde viven las historias. Descúbrelo ahora