🌕Capítulo 17: Demerth

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Matías

—¿Un mundo paralelo? — le pregunté confundido. — ¿De qué hablas? Pero si sólo existe este mundo ¿no? Ah... Es imposible. Me estás jugando una broma ¿cierto?

—Shh— me calló cuando empecé a subir la voz.

De su mochila sacó dos envolturas y me dio una de ellas.

— Ten, come esto.

—¿Qué es? — quité la envoltura y me di cuenta que era un pedazo de ¿dulce? color café. — ¿Es chocolate?

— Se llama Scelate. Se parece al chocolate, pero es diferente.

—¿Por qué quieres que lo coma? — lo vi desconfiado.

—Está prohibido hablar de Demerth— pasó una mano por su cabello. — Sé que aunque te lo pida, no irás conmigo a un lugar más privado para que te lo explique. Lo sé, lo veo en tus ojos. Me tienes miedo.

Desvíe mi mirada de la suya, sintiéndome en cierta forma culpable, pero no sabía de qué otra forma reaccionar.

—Es por eso que te pido que comas este dulce. Es cierto, al hacerlo le puse una sustancia. Por lo que si lo comes, nadie te va entender porque esa poción hace que se distorsione tu lenguaje. — Mi vista cayó en el dulce. — Si no me crees, yo lo comeré primero. No pienso envenenarte o algo parecido.

Vi como quitaba la envoltura del "dulce" y se lo comía. Al ver que nada malo le pasaba hice lo mismo; y al introducirlo a mi boca, un sabor a metal golpeó mis papilas gustativas. Como pude lo mastiqué y me lo pasé.

—¿Ahora?

— Ya es todo. Sólo nosotros dos podemos entendernos y nadie más.

Arrugué mi nariz sin creerle mucho.

— ¿No me crees? — me preguntó. — Puedo comprobarlo.

Con una sonrisa maliciosa en el rostro, dirigió su mirada a dos chicos que estaban sentados en las primeras gradas mientras veían la práctica de fútbol.

—¡Hey! — les gritó, ambos voltearon— Soy gay. ¡Sí, me gusta los pitos y el chico de mi lado — me señaló— es mi novio! ¿algún puto problema con eso!

Me quedé paralizado, luego volteé a ver a los chicos quienes nos veían sin comprender y mi mirada regresó con Silas.

—¿Q-Qué estás ha-haciendo? — tartamudeé y antes de que dijera algo, uno de los chicos gritó.

—Gracias, pero no queremos pastel de limón.

Espera ¡¿queéééé?!

Hicieron un gesto de disculpa y continuaron viendo la práctica. No podía creer lo que acababa de pasar.

—¿Ves? funciona— me vio satisfecho mientras yo lo veía desconcertado.

—¿Cuánto dura esto? — le pregunté un minuto después de tratar de entender esto. Es como si estuviera una película.

—Por mucho dos días.

—¿Dos días! — ¿Cómo se supone que se revertirá esto?

Vio mi pregunta en mi rostro por lo que se apresuró a decir. — Tranquilo, sólo toma agua y se quitará el hechizo.

— ¿Así de fácil?

— Así de fácil— me sonrió.

Me quedé viendo sus ojos por un momento y él los míos. Por un momento nos quedamos así, sin decir nada, hasta que negué con la cabeza y me concentré en lo que estábamos diciendo.

Mi Novio Es Un Brujo (Warlock) /Gay ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora