Matías
Al día siguiente, sentía una tristeza que nada podía hacer que desapareciera, mi cuerpo se sentía pesado con sólo moverlo y lo único que quería hacer era dormir.
No quería regresar a la casa de mi hermano y tener que escuchar sus explicaciones. Por lo que Silas me dijo que no había problema en que me quedara en su departamento el tiempo que yo quisiera. En otra situación tal vez hubiera estado avergonzado por abusar de su hospitalidad, pero sólo le di las gracias y no salí de la cama.
Desde hace tres días que estoy así. Sin querer salir, sin querer ver a mi hermano y dos días sin ir a la escuela. En ese tiempo, Silas buscó la forma de levantarme el ánimo. Trataba de que comiera cuando apenas si probaba bocado; me invitaba a escuchar música, pero no tenía ganas de escuchar, ni siquiera Queen; entablaba una plática conmigo, sin embargo, solo conseguía que le dijera monosílabos y me contaba uno que otro chiste para hacerme reír, pero no había razón para sonreír.
La única vez que hablé mucho fue el lunes, cuando le dije que fuera a la escuela y no se quedara a cuidarme. Él no quería hasta que lo convencí.
No dejaba de pensar en todo y nada. Pensaba en lo idiota e ingenuo que fui al no ver las señales que estuvieron enfrente a mí, como el hecho de que desde pequeño me percaté que no tenía los mismos rasgos físicos que mis padres. No obstante, ellos siempre me dijeron que había heredado la apariencia de mi abuelo.
Mi mente era un caos, tenía pensamientos como " Yo soy quien soy, si yo no sé quién soy, entonces ¿quién soy yo?"
Así de confuso y complicado era todo. Silas estaba dispuesto a escucharme, pero yo todavía no había asimilado mi realidad. Aun así, estaba conmigo. Después de que llegaba de la escuela, se acostaba al lado mío y me acariciaba el cabello, o me atraía a su pecho para darme besos en la frente sin decir nada.
Me hacía sentir mejor que hiciera eso, pero mi ánimo decaía al recordar lo que le había dicho. ¿cómo puede estar dándome amor cuando me comporté como un imbécil con él?
Dejando a un lado que soy una mierda como novio. Tenía muchas dudas sobre mi familia biológica. ¿Quiénes eran mis verdaderos padres? Si eran de Demerth ¿Por qué decidieron vivir en este mundo? ¿Cómo murieron? ¿Por qué su muerte fue traumática para mí? ¿Estuve presente cuando eso pasó?
Necesitaba respuestas por lo que el cuarto día de estar en el departamento de Silas, decidí que era momento de dejar esa tristeza y continuar. Desperté cuando el Sol iluminó completamente la habitación.
Me levanté de la cama sintiendo todo mi cuerpo cansado de tanto tiempo estar acostado, estiré mi cuerpo y me dirigí a la cocina al oler un aroma delicioso.
Silas estaba cocinando unos huevos revueltos. Cuando los sirvió en un plato, alzó la vista y me vio.
─Creí que seguías dormido─me sonrió dejando el sartén en la estufa y se acercó a mí. ─ Me alegra que decidieras dejar la cama. Ya estaba empezando a tener celos de ella.
Le di una media sonrisa.
─Pensé que estabas en la escuela.
─No hubo clases ─levanté una ceja. ─ Lo juro.
Lo vi con un poco de desconfianza, pero al final le creí.
─Quiero saber qué les pasó a mis padres biológicos ─le comenté con determinación y sin rodeos.
Acercó su rostro.
─ Se siente bien ver en tu mirada otra expresión que no sea tristeza ─me dio un beso corto con una sonrisa. ─ Cuenta conmigo.
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Mi Novio Es Un Brujo (Warlock) /Gay ✔
Fantasía(COMPLETA) "El Sol reina en el día y la Luna en la noche. El Sol provee a los Hexlights. La Luna provee a los Warlocks. Ellos viven en la luz, Nosotros en la oscuridad. Demerth es nuestro hogar y la Madre Naturaleza es nuestra diosa." CREO QUE ES...