🌕Capítulo 14: Ili ne sciu pri li.

3.7K 391 127
                                    

Matías

Con horror vi cómo se empezó a quitar toda su ropa hasta quedar desnudo y se acercó rápido a mí, acorralándome en la pared.

—¿Qué haces? Estamos en la escuela — le dije nervioso en voz alta mientras que su nariz acariciaba mi piel desde mi clavícula hasta el lóbulo de mi oreja donde me lamió y luego me mordió. —Ah...Para.

—¿Eso quieres?... porque puedo sentir tu media erección en mi entrepierna. — Con ambas manos, me sostuvo de la cadera y me dio una fuerte mordida en mi cuello.

Solté un gemido.

—L-La puerta de los vestidores, a-alguien puede entrar. —Susurré empezando a dejarme llevar por sus besos en mi cuello.

—Tranquilo, le puse seguro después de entrar— me besó, entrando su lengua en mi boca.

Mentiría si dijera que lo que estábamos haciendo no me excitaba. Me excitaba muchísimo. Por lo que no tardé en regresarle el beso con la misma intensidad. Separó sus labios de los míos y me giró, haciendo que recargara mis manos en la pared; y con sus pies abrió mis piernas.

Hizo un camino de besos húmedos desde mi cuello hasta mi cintura, tomó mi cadera e hizo que me inclinara dejando a su disposición mi trasero. Arqueé mi espalda y reprimí un gemido al sentir su lengua ahí.

Abrió más mis nalgas y con maestría empezó a dar lengüetazos en mi ano. Arriba, abajo y luego alrededor. Así estuvo un buen tiempo torturándome, y cuando creí que ya iba a llegar al orgasmo, alejó su lengua.

Regresó a mi cuello no sin antes lamer mi piel desde el final de mi espina dorsal hasta el lóbulo de mi oreja. Volvió a poner todo mi cuerpo en la pared y pegó su cuerpo al mío. Solté un gemido al sentir su miembro duro en la parte baja de mi espalda.

—¿Lo sientes? —me susurró con voz ronca y a la vez sensual. Posicionó su miembro en mi entrada. —Sólo tú me pones así, nadie más.

Chupó con fuerza la piel de mi cuello─ "mañana seguramente tendré un chupón", pensé, ─ y entró de una estocada en mi interior.

—Merde! —(¡mierda!) exclamé.

Fue muy poco el tiempo que pude recomponerme de su invasión dentro de mí y la sensación abrumadora y placentera que me recorrió todo el cuerpo. Ya que empezó a embestirme fuertemente sin control, sin delicadeza, con posesión, dejando mi mente en blanco, mientras yo mordía mi labio inferior para suprimir mis gemidos.

El sonido de nuestros cuerpos juntos, sus jadeos que escuchaba en mi oído y el éxtasis que sentí por todo el cuerpo, hicieron que me corriera, manchando de semen la pared.

Recuperándome del orgasmo, Silas salió de mi interior y me volteó para que lo mirara a los ojos.

—Hace calor ¿no? — abrió la llave de la regadera. —  Hay que enfriarnos un poco.

El agua empezó a caer, mojando nuestros cabellos y bajando por todo nuestro cuerpo. Sin que lo viera venir, me tomó de la cintura y me alzó, volviendo entrar en mí.

Solté un gemido y sin pensarlo dos veces, envolví mis piernas en su cadera y mis brazos alrededor de su cuello.

—Soy tuyo, Matías. No soy de nadie más. Sólo tuyo. ¿Entiendes? ─ no pude responderle, sólo asentí. ─ Y tú ¿eres mío? —mordió mi labio inferior con fuerza y siguió embistiéndome.

—Oui, Je suis à toi (Sí, soy tuyo).

Esta vez no reprimí mis gemidos que salían de mi boca incontrolablemente. Era un milagro que fuéramos los únicos en las regaderas y que el agua en cierta forma distorsionara mi voz. Porque ¡demonios! se sentía tan bien...

Mi Novio Es Un Brujo (Warlock) /Gay ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora