Mi Novio Es Un Brujo (Warlock) /Gay ✔

🌕Capítulo 46: Juntos de nuevo

Matías

Después de hacerlo 5 veces más, me encuentro acostado en la cama exhausto y adolorido; pero sobre todo hambriento, por lo que Silas pidió una pizza.

Ya sé.... ¿Pizza en Demerth? Gracias a la Luna sí hay. Claro que hay cosas que cambian. Para empezar, no es necesario ir donde se hacen las pizzas por ella, con sólo mandarle una carta a la Señora Blue— quien es una Elfbold (duende) y hace las mejores pizzas aquí por lo que tiene su propia pizzería,— en 5 minutos ya está una Víla en la puerta de tu casa con la pizza.

Por lo que cuando alguien tocó la puerta principal, Silas fue a abrirla para recibir la pizza de extra queso, con champiñones, jamón y trozos de jitomate. Solo de imaginármela ya se me hace agua la boca.

Al entrar a la habitación, Silas traía consigo una canasta con tapa hecha de ramas de árbol. Dentro de ella, había un pedazo de madera donde se encontraba la pizza caliente.

Me levanté con mis brazos para sentarme y recargarme en la cabecera de la cama, pero al hacerlo solté un pequeño grito de dolor. ¡Oh mi Luna! Dolía horrible mi cadera, sin contar que todos mis músculos me dolían al igual que mi piel en las partes donde Silas había dejado las marcas de sus dedos y tierra.

—¿Te encuentras bien? — me miró preocupado mientras dejaba la canasta con la pizza en la cama y se acercaba a mí— ¿fui muy duro?

—¿Y tú? — le respondí con otra pregunta. — ¿Te duele mucho? — me referí a su espalda y brazos debido a que su piel tenía varias quemaduras debido a mi rayo. Fue difícil controlarme, aunque lo intenté.

—Arde un poco, pero no te preocupes. Sanaré pronto— me sonrió para tranquilizarme.

— Lo mismo digo, sanaré pronto — le devolví la sonrisa y me dio un beso en la frente.

Rápidamente con magia, cambiamos las sábanas y cobijas. Yo con sólo un bóxer y él con short, empezamos a comer la pizza. Mientras la comíamos, empezó la conversación de lo que había pasado conmigo en todo este año y le conté lo que más recordaba porque a veces no recuerdo qué fue lo que hice ayer.

Le dije sobre lo que pasó al saber que yo era un Magnifique, el entrenamiento, sobre el laberinto, el ser ahora el guardián de ahí y mi decisión de quedarme permanentemente en Demerth y no volver a Clovek.

Me preguntó si tenía alguna idea de cuándo sería la fecha exacta en la que probablemente el Señor Mist regresará. Sin embargo, yo le respondí lo que Jules me dijo cuando yo le pregunté:

3 presagios. Cuando aparezcan en Demerth, los tres presagios más inusuales, extraños y posiblemente peligrosos casi al mismo tiempo, serán los que nos alerten que él está por volver. Es por eso que tenemos que estar muy pendientes en eso.

¿Cuándo aparecerán? Nadie lo sabe, puede ser este año, el otro o incluso años después, pero esperamos que se tarden en aparecer lo suficiente hasta que hayamos encontrado a los dos Magnifiques faltantes.

Al terminar de comer, nos volvimos a acostar en la cama. Yo recargué mi rostro en su pecho desnudo. Uno de sus brazos estaba alrededor de mí mientras que con su otra mano acariciaba mi cabello y me daba uno que otro beso.

—Theo— dije después de un tiempo de estar en silencio.

—Uhm.

—¿Por qué no te gusta que te digan así? — alcé la vista para verlo. —No fue por tu tía ¿cierto?

Lo miré incrédulo y vi cómo se sonrojó un poco por la vergüenza.

—No, eso también fue una mentira—hizo una mueca de desagrado. —Sólo lo hice para ver si tenías algún remordimiento por haber "matado a tu tía"— con sus dedos hizo comillas al decir lo último.