Mi Novio Es Un Brujo (Warlock) /Gay ✔

🌕Capítulo 30: Roto

Matías

Nada salió de mi boca al escuchar todo eso, ni siquiera me moví, sólo sé que el mundo se detuvo y creo que por un momento mi corazón también.

Silas se alejó de Cori todavía enojado, apagó el cigarro que tenía en la mano, tomó dinero que había en la mesita de en medio y se dirigió a la puerta.

—¿A dónde vas? — ella le preguntó.

—Necesito algo más fuerte—abrió la puerta y se fue.

—Hey—se levantó del sillón y siguió a Silas .— Espérame.

Cerró la puerta y todo se quedó en silencio.

Estuve paralizado por unos segundos, hasta que la respiración volvió a mí, mi corazón se aceleró y sentí que todo giraba a mi alrededor.

Un aire frío me recorrió todo el cuerpo y un miedo se hizo presente erizando toda mi piel. Sin pensarlo, rápidamente me puse mi pantalón, mis calcetas, mis tenis y mi sudadera que estaban en el suelo.

Huye.

Tomé mi mochila que se encontraba a un lado de la puerta de la habitación mientras que mi mano sostenía el pomo, iba a abrir la puerta completamente, sin embargo, me detuve.

Si sales por ahí, es muy probable que él te encuentre antes de que escapes. Una voz dijo en mi mente.

Así que empecé a pensar cómo salir de ahí. Entonces, recordé que el edificio tiene escaleras de seguridad, por si hay un incendio. Por lo que me dirigí a la ventana, la abrí y salí por ahí bajando por las escaleras.

Después de eso, corrí sin mirar atrás. Las calles estaban desiertas porque todos estaban seguramente dormidos, era muy probable que fueran la 1 o 2 de la mañana. Todo estaba a oscuras a excepción de algunas lámparas encendidas.

Un nudo se instaló en mi garganta y poco a poco se empezó a ser más grande.

No, no, no ¡NO!

No podía estar pasando esto... él no.

Di la vuelta en la esquina y seguí corriendo, sintiendo cómo se apretaba mi pecho, tanto que me dolía.

De repente, varios recuerdos que he tenido con él, llegaron a mi mente. Sus miradas quitándome la respiración, sus sonrisas provocando mis sonrojos, sus besos, sus caricias, sus abrazos... las pláticas triviales así como importantes que tuvimos; todas las veces que hicimos el amor en las cuales entregué mi corazón; sus palabras que me hacían sentir fuerte y me tranquilizaban cada vez que me sentía mal o alterado; los momentos en lo que sólo nos quedábamos viendo y sin decir nada, podía sentir cuánto significa para él; y sobretodo, recordé todas las veces que me dijo que me quería.

¿Todo fue mentira? ¿Siempre fue una farsa para él?

No sé en qué momento empezó a llover, pero dejé de correr. Me estaba faltando el aire.

"Jamás me atrajo"

"Desde el comienzo todo fue una mentira"

"Mi misión siempre ha sido matarlo"

Me agaché y sostuve mis piernas. Sintiendo las primeras lágrimas rodar por mis mejillas.

¿Por qué? ¿por qué? ¿por qué?— Lo repetía una y otra vez en mi mente. Unos sollozos salieron de mi boca y más lágrimas salieron de mis ojos perdiéndose con las gotas de lluvia.

Estaba tan confundido, tan dolido y tan alterado que pude sentir una rabia quemando en mis venas y haciendo que apretara mis manos, formando puños.