🌕Capítulo 45: Como si el tiempo se hubiera detenido

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Matías

En algún momento, nos acercamos a un árbol y mi espalda quedó recargada en él mientras las manos de Silas me sostenían la cintura y yo rodeaba mis brazos en su cuello. La verdad es que no sé cuánto tiempo nos estuvimos comiendo la boca a besos. No obstante, cuando separó sus labios de los míos, pude ver cómo los suyos estaban hinchados y seguramente los míos estaban iguales.

Limpió las lágrimas que seguían en mis mejillas, me dio un beso en la frente y volvió a abrazarme.

—Por favor, dime que esto es real y no una ilusión creada por ese bosque de mierda— lo dijo con una voz dolida y a la vez frustrada. Lo envolví en mis brazos con fuerza ¿qué te habrá pasado estando allá dentro?

—Es real, lo juro.

Volvió a besarme por un rato más hasta que tomó mi mano.

—Ven, ya es hora — no entendí a qué se refería hasta que nos dirigió para quedar en medio de todos los árboles y mirar precisamente en el momento que la lluvia de estrellas comenzó.

—¡Wow! — exclamé con mucha emoción. La noche se empezó a iluminar con todos esos meteoritos que pasaban rápidamente con su luz. Lo que veía en el cielo era hermoso y espectacular, era sin duda una de las mejores cosas que había visto.

— Es la primera vez que ves una lluvia de estrellas ¿verdad? — afirmó al ver mi rostro todo emocionado.

Asentí.

— La vista es maravillosa — añadí con una sonrisa y señalando el cielo oscuro.

— Lo es— dijo sin dejar de verme, provocando que me sonrojara. Solté una pequeña risa y seguí viendo el espectáculo astronómico.

Si alguien nos viera en este momento, jamás pensaría que él y yo estuvimos separados por un largo y angustiante año y meses— más de dos años si nos referimos al tiempo de Clovek. —Es como si todo eso jamás existió, como si el tiempo se hubiera detenido en el momento en que se despidió de mí para irse al Bosque de la Tinieblas y haya vuelto a correr cuando nos volvimos a ver en la casa de Caroline.

No llevamos más de dos horas juntos y pareciera que hemos estado juntos desde siempre. ¿Tiene sentido? Para nada y sinceramente no me importaba.

Si bien es cierto, había muchas cosas por aclarar todavía, tantas dudas e inseguridades tanto de mi parte como de él; y era lo primero que quería que hiciéramos, hablar sobre eso; sin embargo, mis deseos carnales son más fuertes que mi raciocinio.

Cuando finalizó la lluvia de estrellas, entre una pequeña charla que tuvimos sobre lo que acabábamos de presenciar, nos quedamos en silencio contemplándonos nada más. Hasta que mi vista bajó a su boca y mordí mi labio inferior recordando la sensación de tenerlos junto a los míos.

Cuando mi mirada volvió a sus ojos, me percaté de que él también estaba observando de manera lujuriosa mis labios y no sólo eso, se atrevió a escanear todo mi cuerpo.

Decir que había tensión sexual en el ambiente estaba demás.

— ¿Quieres regresar al Festival? — me preguntó con voz ronca y profunda.

—No —acerqué mi rostro al suyo, siendo milímetros lo que faltaban para que nuestras narices se tocaran. — Sólo quiero estar contigo, a solas.

—¿Te parece bien ir a mi cabaña?

—Sí— susurré, le robé un beso y tomados de la mano empezamos a caminar.

No fue necesario ir a un portal ya que su cabaña estaba muy cerca de donde se encontraba el Festival.

Su cabaña se veía chica por fuera, pero cuando entramos el espacio de adentro era muy grande. Por lo que, a pesar de ser sólo un piso, cabía perfectamente la sala con tres sillones, la cocina, el baño, tres recámaras y el comedor.

Mi Novio Es Un Brujo (Warlock) /Gay ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora