🌕Capítulo 11: Me gustas

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Matías

Al terminar de limpiar, corrimos hacia la parada del colectivo y nos subimos a uno cuando llegó. Nos sentamos hasta atrás juntos, yo a un lado de la ventana. Por lo que podía ver todo: las calles, los focos encendidos, los coches, las personas caminando y el cielo que ya estaba oscureciendo.

Me sentía extraño, es decir, mi corazón estaba latiendo fuerte todavía, mi estómago lo sentía revuelto, y aunque trataba de reprimirlo, no podía dejar de sonreír.

Estaba feliz y emocionado porque dejando a un lado mis pensamientos destructivos sobre esto; él me correspondió el beso, me besó después por su cuenta y en este momento, no hace otra cosa que verme mientras me sonríe.

—¿A dónde vamos? —le pregunté curioso.

—Ya verás —me respondió y no tardamos mucho en bajarnos del colectivo.

Estábamos casi a las afueras de la ciudad. Ya era de noche, pero había un parque cerca, por lo que en la calle había muchas lámparas que nos daban luz.

Entramos al parque y caminamos un buen rato por un pequeño camino hasta que Silas se salió de él para irse a la parte donde había bosque y estaba completamente oscuro.

En la ciudad hay muchas partes donde hay zonas boscosas , de modo que no se me hizo extraño que este parque también las tuviera.

Silas se quitó su mochila para sacar de ella una linterna, la encendió y ahora teníamos luz para poder caminar en aquel sendero a través del bosque. Volvió a colocar su mochila en sus hombros, volteó a verme y tomó mi mano.

—Ven, es por aquí— me dijo y sin poner objeción, lo seguí sin soltar mi mano de la suya.

Caminamos en silencio entre todos esos árboles y pinos altos que había a nuestro alrededor, hasta que a lo lejos puede ver la Luna (casi en su fase llena) en medio de la noche. No había ningún árbol enfrente, por lo que podía contemplar esa hermosa vista muy bien.

En un punto nos detuvimos, ya que enfrente de nosotros estaba un acantilado y más allá, se podía ver las luces de la ciudad.

—¿Te gusta?

— Es grandioso—  impresionado, contemplé las miles de estrellas brillando en el cielo oscuro.

— Lo sé, vengo muy seguido por aquí —volteé a verlo y él mantenía su vista en la noche. — En especial cuando la Luna se puede ver en su forma más completa y perfecta. Es hermosa ¿no crees?

—Lo es.

— ¿Te imaginas un mundo sin ella? Porque para mí es imposible. Ella es vital para nuestras vidas. Su sola presencia calma a muchos, a otros los enamora y para otros hace que se sientan en su hogar. —  La forma en que hablaba de ella era con tanta devoción y amor que jamás había escuchado decir a alguien cuando se referían a la Luna. Era demasiado profundo. — Es magnífica e irreemplazable.

Soltó un suspiro y me miró.

—Quise traerte a mi lugar favorito y secreto. Espero que te haya gustado.

—Me encantó. Es muy hermoso y tranquilo— le sonreí mientras volvía a darle un vistazo a la Luna y las estrellas.

Entonces, soltó mi mano y dio unos pasos al frente mientras metía una de sus manos en el bolsillo de su chamarra.

—Nunca he sentido nada por nadie, ni el más mínimo cosquilleo o sensación— empezó a decir mientras veía la Luna. — Por años he estado así y aunque tuve relaciones "amorosas", nadie logró hacerme sentir "algo".

Mi Novio Es Un Brujo (Warlock) /Gay ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora