🌕Capítulo 1: Ojos claros

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Septiembre, 1987.

Matías

Secretos.

Todos tenemos secretos.

Algunos dicen que no, que al menos a una persona le han contado todo, ya sea a un amigo, a su pareja o alguno de sus familiares; pero la realidad es que todos tenemos, ya sea el más mínimo o insignificante hasta el peor de todos... Y son precisamente estos últimos los que guardamos en lo más oscuro de nuestro ser, en donde nadie más los conoce a excepción de uno mismo. Siendo tus demonios quienes te los recuerdan en tu estado más vulnerable.

Secretos oscuros, horribles y que desearías no tenerlos. Secretos que tienes tanto miedo que salgan a la luz que se te eriza la piel de sólo pensarlo.

No sé en qué momento pasó. Si lo supiera regresaría el tiempo y trataría que no pasara. Sin embargo, es algo que no puedo controlar, por más que lo trate de negar.

Todos tenemos secretos, y yo no me salvo de ellos...

Me gustan los hombres... o al menos creo que siento atracción por ellos.

Sé que no es normal, tampoco es que yo quisiera,y es que mientras mis amigos buscaban de alguna forma espiar el baño de mujeres para verles los senos a las chicas; yo trataba disimuladamente en las regaderas de los hombres, vérsela al capitán del equipo de fútbol.

Lo más seguro es que ya haya perdido el juicio. He investigado en libros y uno menciona que esto es una enfermedad mental. El problema es que yo me siento bien. Tal vez, sólo estoy confundido.

Sea como sea, he estado fingiendo que todo está bien por un buen tiempo, que estoy bien. No obstante, cada vez siento una presión en el pecho que crece cada vez más, me duele y a veces me impide respirar.

¿Cuánto faltará para que al fin explote?

Era lunes de nuevo y la tercera semana de regreso a clases, cuando caminaba por los pasillos de la escuela una hora antes de que empezaran las clases,─ por lo que era normal que no hubiera nadie cerca de los casilleros,─ dejando salir varios bostezos que me recordaban lo cansado que me sentía ya que ayer estuve desvelándome por leer el nueva historieta de X-men que había salido a la venta. Fue sensacional, tanto que la releí demasiadas veces hasta que me cansé.

Una sonrisa se formó en mi rostro al recordar eso, mientras daba la vuelta al siguiente pasillo para dirigirme al auditorio. Soy miembro del comité de baile, y como pronto será Halloween, tenemos que empezar a ver qué se va a hacer.

Algo fastidioso al decir verdad.

Me detuve justo enfrente de la puerta del gimnasio, di un suspiro y entré con todas las ganas que me dan cuando entro a la clase de física. O sea con ninguna.

Atravesé la cancha de basquetbol y me acerqué a las gradas. En las primeras filas, vi a Malena leyendo unos papeles con detenimiento mientras unos mechones de su cabello pelirrojo caían enfrente de su rostro; a su lado Laila hacía gestos y movimientos extraños mientras escuchaba música con los audífonos puestos, tenía tan alto el volumen que puedo escuchar las notas musicales de I Was Made for Lovin' You de KISS; atrás de ellas, Joseph estaba sosteniendo su rostro con su mano derecha, entrecerrando y abriendo los ojos.

Malena fue la primera en verme y darme una sonrisa. ─ Hola Matías─ me dirigí a ella para saludarla dándole un beso en la mejilla y luego a Laila quien se quitó sus audífonos para saludarme. ─ Me alegro que fueras puntual, no como James─ dijo Malena mientras ponía los ojos en blanco.

─ Ya sabes que siempre llega tarde─ le digo con obviedad.

─ Ya lo sé, pero quiero que todos los del comité estemos presentes para recibirlos. ─ Se cruzó de brazos mientras hacía un pequeño puchero. ─ Además, me lo prometió.

Mi Novio Es Un Brujo (Warlock) /Gay ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora