Hace muchos años, los hombres lobos habían reconocido a sus nuevos enemigos. Los cazadores. Sus guerras duraron por años, y creian que asi seguiria siendo. Pero algo interrumpió eso.
Artemia Ragnarsson, lider de los cazadores, asciende a su puesto l...
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Gruño por enesima vez, al sentir las manos de Marie en mi herida.
— ¿Tienes que ser tan brusca?
— Tiene que estar bien desinfectado.— Murmura concentrada, levanto mi mirada a Artemia. Mantiene sus brazos cruzados mientras mira hacia el suelo, pensativa
Su rostro tiene algunas gotas de sangre, de esos hombres. Parecia bastante molesta, ni conmigo reacciona asi.
Me mira y aparto la mirada, la veo caminar.
— Ire al baño.
La sigo con la mirada, hasta que siento otro ardor, bajo la cabeza.
— Te salvó.— Murmura, me mira y sonrie levemente. Me encojo de hombros
— Si, bueno, me la debia.— Miro hacia otro lado, la escucho reir
— Me sorprende el nivel de orgullo que tienen.—Frunzo el ceño y la miro — Sabes que algo esta pasando.
Parpadeo y me levanto, me apoyo sobre la mesa y me quejo por el dolor.
— ¿De que esta hablando?, nada esta pasando. Callese.— Gruño. Suspira
— De acuerdo, me callare.— Levanta las manos — Pero sientate, aun no termino.
La miro unos segundos mas y luego me siento. Suspiro.
— Somos enemigos naturales.— Murmuro, sigue limpiandome— Todo lo que hacemos ahora, es para continuar nuestra guerra.
— La naturaleza une, no confronta.— Frunzo el ceño, me mira y vuelve a sonreir
Se levanta y se aleja.
— Hoy preparare pavo, como despedida.— Anuncia con voz alegre
Bajo la mirada, reflexionando sus palabras.
♧
La observo mirar el volcán a lo lejos, hacia donde hay que dirigirnos.
— No puedo creer que ya se van.— Me giro hacia Marie, me quedo rigido cuando me rodea— Los voy a extrañar tanto.
— No, no, yo no abrazo.— Hago amago de soltarme pero Artemia me golpea el brazo, frunzo el ceño y la miro. Me mira con advertencia y ruedo los ojos
Coloco mi mano en su cabeza y la palmeo varias veces. Levanta la cabeza y me mira confundida.
— Te enseñe como abrazar a alguien, ¿y me palmeas la cabeza?— Me separo
— Pues entonces que te abrace ella.— Señalo a Artemia, quien coloca sus ojos en blanco. Marie la mira a ella y luego a mi
— Eres tan orgulloso, te voy a extrañar tanto.— Frunzo el ceño cuando me vuelve a abrazar
— Ya Marie, que sino estornudara de la alergia.— La miro mal, mientras que Marie se vuelve a separar
— También extrañare tu voz, y el sarcasmo.— La abraza y Artemia le corresponde
