Hace muchos años, los hombres lobos habían reconocido a sus nuevos enemigos. Los cazadores. Sus guerras duraron por años, y creian que asi seguiria siendo. Pero algo interrumpió eso.
Artemia Ragnarsson, lider de los cazadores, asciende a su puesto l...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Sigo mirando a las mujeres, ¿porqué son tan ingenuas?, es claro que aqui hay gato encerrado.
Miro de reojo al hombre acercarse, lo miro. No puedo bajar la cabeza como la mujer me lo ordeno, nunca lo hice y nunca lo hare.
Su mirada es curiosa, enojada me atrevo a decir.
— Te conozco.— Es lo primero que dice — Te mate.
Bueno, pero que sutil.
El plan de la mujer de que nadie se entere de que estaba muerta, acaba de ser arruinado.
— No se que haces aqui, pero debes volver a donde perteneces. Tu destino terminó, debes estar con los muertos.—Toma mi muñeca, a pesar de que no lo hace con fuerza, me resisto
— Señor.— Habla la mujer, la mira — Con todo respeto, si ella esta aqui, es por alguna razón. Y como toda persona que termina aqui, creo que es justo que ella tenga las mismas oportunidades que las demas, decidir sobre su vida. Tal vez, no la asesinó en verdad.
La mira serio, pasan unos minutos asi, las demas ya pusieron su atención en nosotros. Siento que voy a vomitar de los nervios, no quiero morir.
Suelta lentamente mi muñeca.
— Me extraña que piense que pueda engañarme, Gina. — Observo de reojo a la mujer, Gina, bajar levemente la cabeza— Pero por parte, tienes razón.— Me mira — Como todo ser que llegue aqui, tienes derecho a tener las mismas oportunidades.— Suspiro y evito sonreír — Pero, como de alguna manera, haz osado burlar tu muerte, no te la dejare facil.
Frunzo levemente el ceño.
— Se perfectamente que te mate..
— ¿Porqué?— Lo interrumpo. Siento como Gina toma de mi brazo
— Te dije que cerraras la boca.—Murmura. No quito la mirada del hombre, y el no de mi
— Tengo derecho de saber porque tomaste mi vida.— La miro unos segundos y luego a el
— Tienes razón.— Levanta su mandibula — Te saque de la vida para que estuvieras en paz. Vivirias una vida de sufrimiento, como todas ellas.— Las señala
— ¿Entonces porque solo me asesinaste a mi?— Pregunto rapidamente
— Porque estabas ligada a alguien que necesitaba una lección.— Frunzo el ceño. ¿Ligada?— Y aun la esta aprendiendo.
Niego con la cabeza y sonrio sin gracia.
— ¿Entonces por eso fue mi muerte?, ¿para darle una lección a alguien?— Gruño
— Esa lección llevará a buenas cosas, tu muerte no fue en vano.— Cierro los ojos unos segundos
