Hace muchos años, los hombres lobos habían reconocido a sus nuevos enemigos. Los cazadores. Sus guerras duraron por años, y creian que asi seguiria siendo. Pero algo interrumpió eso.
Artemia Ragnarsson, lider de los cazadores, asciende a su puesto l...
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Frunzo el ceño malhumorada, al sentir sus manos en mi.
— Tal vez en tus tierras sea diferente, pero aqui las mujeres tienen que pagar por su desvergüenza.— Llegamos a una parte del bosque, oscura por la noche. Gruño cuando me arroja al suelo, me coloco boca arriba — ¿Qué pasa?, ¿ya no te sientes tan atrevida?
Ya veras lo que es ser atrevida, viejo caduco.
— Tal vez el castigo te haga gritar.— Se acerca. Lo miro mal, mientras coloca un pañuelo en mi boca, me mira de arriba abajo y luego se aleja
Se da vuelta y aprovecho para mirar hacia todos lados, detallando el panorama. Veo de reojo a mas hombres acercarse, haciendome fruncir mas el ceño.
— Siempre soñe con este día.— Habla el viejo, empezando a desabrocharse los botones de su manga
Me siento en el suelo, al ver a los hombres acercarse a mi.
— Tener que tomar a las mismas mujeres, me estaba aburriendo.— Aprieto mi mandibula, sin quitar la mirada de cada uno. Me detengo, cuando logro ver un cuchillo, sobresaliendo de la cintura de uno— Espero que a ese lobo no lo importe compartir.— No quito mi mirada del que tiene el cuchillo
Solo un poco mas.
Uno jala de mi tobillo, aprieto mis puños y antes de que pueda hacer un movimiento, colocan mis muñecas por encima de mi cabeza.
— Espero que sepas a ser mas respetuosa.— Murmura el que me sujeta, entrecierro los ojos. Su mano roza mi ropa, pero antes de que pueda tocarme, choco mi frente con su nariz
Una de sus manos me suelta para tomarsela, mientras se queja. Lo empujo lejos de mi y retrocedo, giro mi cabeza al escuchar el filo del cuchillo.
— No querrás que sea por las malas.— Habla otro entre dientes, los demás comparten una mirada. Ladeo la cabeza y me quedo en la misma posición, esperando que se acerquen
Golpeo rápidamente la pierna del que tiene el cuchillo, haciendolo gruñir. Maldice algo en voz baja y levanta su mano, con intenciones de apuñalarme. Respiro profundo y levanto mis muñecas, al mismo tiempo que lo impulsa hacia abajo.
Las separo lo mas que puedo y el filo del cuchillo termina en medio de estas, cortando el nudo de la soga. Retrocedo mas y abre sus ojos de par en par.
— ¡Idiota!— Uno de los hombres golpea su hombro. Meto rápidamente mi mano en mi bota y saco mi cuchillo, me levanto del suelo y me coloco en posición
Por mas asquerosos y repulsivos que sean, yo no mato humanos.
El que tiene el cuchillo corre hacia a mi, corro mi cabeza esquivandolo y golpeo el estomago de uno. Clavo el cuchillo en el costado del otro, giro mi cuerpo, el viejo parece que no va a luchar, pero si me mira fijamente.
Escucho como corren hacia a mi y empiezo a correr. Corro por el camino de donde estaba, viendo a lo lejos la fogata. Veo a Aren, levanta su cabeza al verme y empieza a gruñir, tratando de hablar a traves del pañuelo.
