Capitulo 26

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Su mirada duele, la posición en alerta que colocó duele, y cuando corrió hacia Alec, dolió aun más

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Su mirada duele, la posición en alerta que colocó duele, y cuando corrió hacia Alec, dolió aun más. La forma en que lo abrazó, debió hacerlo conmigo.

¿Porque actúa asi?, ¿acaso sigue enfadada por lo ultimo que paso?, ¿me culpa por todo esto?

La observo hablar con su madre, mientras miles de preguntas estan en mi mente.

— Hijo.— Giro rapidamente mi cabeza hacia atras, resoplo y luego sonrio, al ver a mi madre

Sonrie y rie cuando la abrazo, cierro fuertemente mis ojos.

Dioses, de verdad la necesitaba.

Me aferro a su pequeño cuerpo un poco mas, hasta que me separo. Inclino mi cabeza hacia ella y la sujeto por los hombros.

Su rostro se ve un poco mas desgastado, y su pelo mas largo, pero sigue sonriendome como siempre lo hacia.

— Mi niño.— Cierro unos segundos los ojos, mientras acaricia mi rostro— Mirate, eres igual que tu padre con esa barba.— Rio levemente

— Madre..— Tomo su mano en mi rostro y le doy un apreton— tengo tantas preguntas.— Las preguntas llegan a mi como gotas de lluvia

— Lo se, cielo. Y te las respondere, a cada una — Suspiro y asiento

Mira hacia su alrededor, hasta detenerse en el castillo.

— Senti un ambiente diferente cuando llegue.— Me vuelve a mirar — Uno mas pacifico, alegre.

Sonrio y asiento, algo orgulloso.

— Las cosas cambiaron, madre. Para bien.

— Me alegra escuchar eso.— Murmura, aun sonriendo

Se aleja y suavemente toma mi mano.

— Vamos, quiero entrar a casa.— Sonrio, mientras empieza a caminar

Giro mi cabeza, buscando a Artemia. La pregunta de como es que esta viva es la principal en mi cabeza, no entiendo nada y eso me hace querer explotar.

Pero tener a mi madre de vuelta me tranquiliza un poco. Solo tengo que tener paciencia.

Y lo unico importante, es que todas volvieron. Mas que nada, mi Luna.

— Salieron de un lago.— Repito sus palabras, no muy seguro

Todas las mujeres, incluyendo Artemia, salieron de un lago. Pero, no estoy seguro de donde, no entendi mucho esa parte.

— Si. Y yo ya estaba esperandolas.

— ¿Porque?— Frunzo el ceño — ¿Porqué no estabas con ellas?— Se encoje de hombros

— No lo se. Solo se que en un parpadeo, estaba en ese lugar. Y que solo vi a un hombre, diciendome todo lo que debia hacer después.

Luna guerrera Donde viven las historias. Descúbrelo ahora