Capitulo 30

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Sonrio, mordiendo mi labio

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Sonrio, mordiendo mi labio. Quiero gruñir de la alegria, de la emoción, y de la excitación. Es increíble como a pesar de su negación, no puede evitar resistirse a la conexión.

Como antes.

— Alguien nos puede ver.— Habla, me encanta escuchar su voz animada, juguetona

— Creeme, tener a tu mate en tu hombro es una de las cosas más frecuentes que veras aqui.

— Pero ellas quieren, ¿verdad?— Sonrio

— ¿Tu quieres?— Su silencio me da la respuesta — Ahi tienes tu respuesta.— Siento un golpe en mi espalda, me quejo— ¿Porqué me pegas?— Giro el pasillo

— No lo se, queria hacerlo.—Niego con la cabeza, aun sonriendo. La bajo, me mira divertida

— ¿Te crees muy lista?— Tomo su cintura y inclino mi cabeza, entierro mi cabeza en su cuello y hago cosquillas con mi nariz

— No, para.— Rie, trata de alejarme— Estamos en medio del pasillo.— Murmura, la miro mientras mira hacía todos lados. Me mira aun sonriendo — Y si, soy muy lista.

Dios, quiero apretarla a mi y nunca soltarla. Me encanta lo comoda y juguetona que actua conmigo, con confianza. Es increible que después de tanto tiempo, al fin podamos estar juntos.

Aunque aun no lo haya recordado todo, pero a pesar de eso, su corazón parece reconocerme.

— No lo dudo.— Beso sus labios castamente, para luego besar su mejilla

— No.— Me aleja, me quejo— Eres un niño, llorón.— La miro enseguida. Aprieta sus labios aun sonriendo, sabiendo lo que causo

— ¿Qué dijiste?— Sonrio lentamente y me inclino, tomando sus muslos

— No lo..— Jadea cuando vuelvo a colocarla en mi hombro— ¡Bajame!

Sonrio y vuelvo a caminar.

— Tendremos que arreglar esos modales.— Palmeo suavemente su muslo. Sonrio mas al no escucharla decir nada, que estara pensando esa cabeza

Llego a la puerta de mi habitación, una que hace años que ella no pisa. Mi corazón cosquillea para que lo vuelva a hacer.

— Aren.— Borro mi sonrisa al escuchar una voz masculina llamarme. Suspiro frunciendo el ceño y me giro, aun teniendo a Artemia en mi hombro

— Bajame.— Susurra, palmeando mi espalda, pero no lo hago

Devon me mira con una sonrisa oculta, muevo la cabeza para que hable. Que sea de vida o muerte porque sino lo mato.

— Lamento interrumpir, creeme.— Suspira, mantengo mi cara seria— Pero una manada ha enviado una carta.

Eso es raro, hace mucho no recibimos cartas.

Suspiro y miro hacia otro lado unos segundos.

— Esperame en la oficina.— Me limito a decir, asiente y se aleja a pasos rápidos

Luna guerrera Donde viven las historias. Descúbrelo ahora