Entré al hospital temprano, la mañana siguiente. Por un lado, quería convencerme de que se trataba de mi dedicación al trabajo. Tiempo después reconocí y asumí que me moría de ganas de volver a ver a mi soldado.
Había querido volver la noche anterior, luego de descansar unas horas, pero mis padres no me lo habían permitido y me había ido a dormir temprano, algo molesta, preguntándome si Cevdet se sentiría mejor o necesitaría de mis cuidados.
Me cambié lo más rápido que pude y me presenté ante mi jefa, que me pidió ayuda con una urgencia.
Cuando me desocupé me dirigí a verlo. Estaba emocionada. No lo vi en su cama y me preocupé. Sentí una sensación indescriptible de vacío y cuando me preguntaba que podría haber ocurrido, sin querer pensar en lo peor, una de mis colegas, me hizo sobresaltar...
- Azize... te estaba buscando...- dijo con una sonrisa la joven, que era apenas unos años mayor que ella.
- Dime... ¿qué pasó con el soldado que estaba aquí?
- Se fue hoy temprano...- me dijo e hizo una pausa.
- Ah...- no pude ocultar mi desilusión por no haberlo visto.
- Preguntó por ti...- dijo con una sonrisa intencionada.
- ¿Lo hizo? - quise disimular las mariposas que sentía en mi estómago.
- Te dejó esto...- dijo y le extendió un sobre en el que se leía "enfermera Azize"
- ¿A mí? - dije y estoy segura, por la cara que puso mi colega, que me sonrojé.
- No sé lo que hay entre ustedes, pero creo darme cuenta de que algo pasa...- dijo la joven con una sonrisa y se apiadó de mí, dejándome sola un momento.
Sentí que mis manos temblaban cuando bajé la mirada hacia el sobre que sostenía. Quise sentarme en la silla que había ocupado la noche anterior, cuidándolo, pero la jefa de enfermeras me sacó de mi mundo de ensueño, cuando estaba a punto de abrir el sobre y me pidió ayuda con un parto.
Guardé la carta en mi bolsillo y me ocupé de lo mío. Cuando terminó mi turno me sentí exhausta, debido a mi arduo trabajo ese día, me olvidé por completo del sobre, pero al quitarme el uniforme volví a encontrarlo y lo guardé en mi abrigo antes de salir.
No quise ir a mi casa en seguida, preferí tomarme un tiempo y leer, más que nada por curiosidad, lo que ese hombre me había escrito. Imaginaba que se trataban de palabras de agradecimiento por haberlo cuidado, y con eso me alcanzaba, pero supuse que si solo se tratase de eso, él podría haber hablado con mi jefa y eso era todo...
Me senté en un banco en una de las plazas del pueblo y saqué sobre. Inspiré hondo antes de abrirlo y finalmente me decidí a leer la carta:
"Mi ángel, Azize:
Te preguntarás por qué motivo me atreví a dejarte esta carta. Simplemente porque así lo sentí. Creí que volvería a verte antes de irme, pero el destino no lo quiso y entonces se me ocurrió esta forma de llegar hasta ti.
Me encantaría decirte que espero volver a verte, pero eso no depende de mí, o quizás un poco. Mañana debo presentarme luego del mediodía, en mi cuartel para otra misión. Y supongo que estaré lejos durante un par de semanas.
Quiero que sepas que no he podido olvidar tus ojos preocupados por mí, tus manos colmándome de cuidados y sobre todo tu sonrisa, que iluminó mi recuperación. Espero que no te moleste que te lo confiese, pero no he podido dejar de pensar en ti desde que nos vimos por última vez.
ESTÁS LEYENDO
Érase una vez...
FanfictionEsta es la historia de cuando Azize y Cevdet se conocieron. Sencillamente eso, como una especie de etapa previa al comienzo de la novela. Espero que les guste