Capítulo 16

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Azize se despertó sobresaltada y escuchó golpes en la puerta de su casa. Era mitad de la noche y hacía frío. Pensó que quizá se tratara de alguien que necesitaba ayuda urgente y como sabían que ella era enfermera, a menudo iban a buscarla.

Se puso una bata abrigada y bajó las escaleras rápidamente, primero se cercioró de que su suegra no se hubiese despertado, no quería alterar su sueño.

Abrió la puerta apenas, todavía dudando de que fuera alguien conocido y abrió la boca cuando vio a Cevdet...

-       Cevdet...- dijo en una exhalación y reparó que él llevaba algo en los brazos, no había demasiada luz, solo la luna iluminaba de costado sus rasgos.

-       Azize... mi vida, por favor ábreme...- dijo y ella se corrió para dejarlo pasar.

-       Cevdet... ¿qué pasó? - dijo observándolo mientras él iba a sentarse con cuidado, con lo que llevaba en sus brazos.

-       Mi vida... ven... quiero mostrarte algo... pero prométeme que no te pondrás mal...

-       Por favor... no me asustes...

Cevdet descubrió la manta oscura que llevaba y le mostró al pequeño, que estaba dormido, y él lo había abrigado como había podido para hacer el viaje de regreso...

Azize se tapó la boca con una mezcla de asombro y compasión cuando lo vio, estaba todo sucio y parecía golpeado y tenía algunos cortes.

-       Cevdet... ¿dónde lo encontraste? - preguntó Azize.

-       Nos enviaron a un pueblo arrasado... estábamos buscando sobrevivientes del ejército, pertenencias, incluso íbamos a buscar los cuerpos de nuestros compañeros y lo encontré abandonado en una casa en ruinas... no he tenido el valor de entregárselo a nadie...- dijo llorando.

-       Está bien... no te preocupes... yo lo cuidaré... lo curaré y le daré de comer...

-       Azize... este niño no tiene padres... está solo en el mundo, tiene miedo... y necesita de nuestro amor...

-       Mi héroe... ¿qué me estás diciendo?

-       ¿No entiendes? Sus padres están muertos... no quiero que este niño esté condenado a un orfanato... quiero que se convierta en nuestro hijo... además... te juro que cuando lo tomé entre mis brazos y me miró, pude ver tus ojos... es nuestro hijo, Azize...

-       Pero...- dijo Azize algo shockeada- ¿qué puede pasarnos si descubren que no es nuestro?

-       Nadie tiene por qué saberlo... además, con tantos niños sin padres... no repararán en el nuestro...

-       Cevdet...

-       Escucha, Azize... tengo que irme... ¿puedes cuidarlo?

-       Por supuesto... por supuesto... yo lo cuidaré...- dijo y él la tomó de la mano, el niño seguía durmiendo en el sillón, arropado.

Cevdet la llevó hasta la puerta con los dedos entrelazados y la miró a los ojos.

-       Te amo, mi vida... en unos días estaré de vuelta... si no me dejan, encontraré una forma de volver... quiero compartir esto contigo... pero me voy en paz porque sé que dejé a Ali Kemal en buenas manos...

-       ¿Ali Kemal?- dijo Azize y sonrió.

-       ¿Te gusta? No se me ocurrió un nombre más bello que ese...

-       Me gusta mucho...- dijo Azize y cerró los ojos cuando él besó su frente- no te preocupes, yo lo cuidaré... te estaremos esperando...- agregó y se perdió un instante en sus ojos.

Érase una vez...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora