Capítulo 13

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Hasibe miró a su nuera con comprensión y sonrió. La tomó del brazo y vio que ella se secaba las lágrimas antes de voltear para mirarla.

-       Querida hija... hablemos un poco...- dijo y Azize asintió y se sentó a su lado, aceptando que la mujer tomara sus manos cariñosamente y la mirara a los ojos- no te veo bien estos días...

-       Estoy bien madre... de verdad...- dijo Azize y miró hacia abajo.

-       Sin embargo, te veo llorar bastante seguido... vamos, dime que pasa... puedes confiar en mí...

-       No es nada, solo echo de menos a Cevdet...

-       Entiendo... pero tú siempre supiste que él era un soldado, que se debe a su patria... y la patria está pasando por momentos complicados...

-       Lo entiendo... y estoy muy orgullosa... pero no puedo evitar sentir este vacío en mi corazón cada vez que pasan semanas sin tener noticias de él...- dijo y Hasibe le secó las lágrimas que seguían saliendo.

-       Eres muy dulce y estoy muy orgullosa de que mi Cevdet te haya elegido... yo también tuve un esposo soldado... y sé que es muy difícil, sobre todo los primeros tiempos...

-       Yo quiero creer que esto se me pasará, que me acostumbraré a no tenerlo cerca todo el tiempo, pero a veces me cuesta hacerme a la idea de que es posible...

-       Querida... eres tan joven, estás tan enamorada... y él también... lo sé, lo veo en sus ojos...

-       Bueno, hemos discutido un poco, antes de que se fuera... y no me ha escrito... ni una palabra...

-       Entonces es eso... estás preocupada...

-       Un poco...- dijo y miró hacia abajo.

-       ¿Qué piensas?

-       No lo sé... que quizá ya no me quiere tanto como decía... o que se arrepintió de haberse casado conmigo...

-       ¿Cómo dices eso? Cevdet te adora, Azize... estas discusiones son comunes en una pareja... ¿puedes decirme por qué fue?

-       Madre...- dijo y se sonrojó- esto es algo personal... no se lo tome a mal, pero prefiero reservármelo...

-       Bueno, no importa... a veces los hombres necesitan un poco de tiempo para asimilar las discusiones, pero seguro que Cevdet te sigue amando tanto como el primer día... o más...

-       Espero que si... - dijo Azize con poco convencimiento.

-       Querida...- dijo la mujer y acarició su cara- estas discusiones de enamorados son muy comunes... te prometo que todo estará bien...

Azize se cambió para salir hacia su trabajo. Cada vez que entraba por la puerta del hospital se acordaba de esa última discusión, de cuando él estaba por irse al frente y la fue a visitar para despedirse y decirle las cosas que le había dicho.

-       Azize... está muy bien que cumplas con tu trabajo... pero no me gusta que todos los soldados hablen de ti como si te conocieran tan íntimamente... tú eres enfermera, te dedicas a eso, pero...

-       Cevdet...- lo interrumpió ella- solo hago mi trabajo...

-       Lo sé... ¿o te olvidas cómo nos conocimos?

-       No lo olvido... no podría...

-       Entonces, más a mi favor... ahora estás casada... los excesivos cuidados pueden ser malinterpretados...

Érase una vez...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora