Capítulo 26

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Unas semanas después, Cevdet se había tenido que ir pero había vuelto en poco tiempo, Hasibe aseguraba que era porque no podía estar lejos de su familia ahora que estaba su pequeña recién nacida.

Azize terminó de cambiar a su pequeña y se quedó mirándola y hablándole bajito.

-Mi niña... cómo me gustaría asegurarte que serás tan feliz como yo... te mereces todo eso, mi alma... conocerás a un apuesto soldado, un patriota como tu papá... y estarás orgullosa de él como lo estoy yo...

-Esa niña te contestará algún día...- dijo Hasibe sonriendo y Azize la levantó entre sus brazos y la besó con ternura.

-En cualquier momento... los niños son mucho más vivaces que cuando yo nací...

-Querida... ¿cuánto hace que naciste? Eres muy joven...- dijo y acarició su cara cuando ella sonrió con algo de timidez.

-Madre...

-Se que eres una mujer casada, que tienes tu profesión, que eres feliz y tienes dos hijos... pero todavía eres muy joven...

-Lo sé... ¿acaso dije algo malo?

-No, para nada, querida... me dio gracia como hablaste como si fueras una mujer mayor... es todo... ¿Cevdet donde está? Me prometió traerme semillas para preparar la cena.

-Debe estar por volver...

-Me alegra... lo veo un poco perdido estos días... ¿cómo están sus cosas de pareja?

-¿De pareja me habla, madre? Somos padres... la pareja quedó un poco olvidada...

-Pues hacen mal... porque no podrán tener más hijos si la pareja queda así olvidada... ¿no crees?

-Madre... todavía tengo a mi hija recién nacida...

-Han pasado semanas... ¿cuánto más esperarán? ¿qué dice Cevdet?

-No me gusta hablar de esto con usted... me siento algo tímida...

-Hija... te lo digo como madre, no como suegra... todos los matrimonios tienen hijos, pero la pareja no se termina ahí... si tu quieres que tu marido siga volviendo a tu cama todos los días... debes tratarlo como a un esposo... ¿comprendes? ¿O acaso cuando estaban esperando a Yildiz no le permitías que se acercara?

-Usted sabe por mí que no fue así...- dijo y desvió la mirada, realmente se sentía incómoda hablando de esos temas con su suegra.

-Hazme caso... si quieres puedo ocuparme de los niños... pero por favor, reencuéntrense...

-Madre... no me diga eso...

-Es lo que tiene que suceder... no necesito que me confirmes nada... yo me daré cuenta si las cosas están bien entre ustedes...

-Bien... no hablemos más... por favor...- dijo Azize.

Cuando Cevdet volvió, Hasibe notó cierta tensión entre ambos. Azize los dejó para ir a que su hija durmiera una siesta y Hasibe le sirvió un té a su hijo para sondear su estado de ánimo...

-Hijo... te veo algo serio estos días... ¿pasó algo?

-No es nada, madre... estos días Yildiz se despertó muchas veces en la noche y cada vez que lográbamos calmarla y dormirla, se ponía a llorar Ali Kemal... supongo que el cansancio es la clave de todo...

-Entiendo... hoy estuve hablando con Azize...

-¿Hablaron?

-Sí... le pregunté como andaban sus cosas... noto algo de tensión...

Érase una vez...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora