Capitulo 4: contra reloj

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Han pasado ya 3 semanas desde el incidente en el corral y como el doctor no me encontró en un estado anormal de salud me permitió seguir con mis actividades diarias, no pudimos identificar la causa, no hay cables cerca del corral y los remanentes de un rayo está completamente descartado, la explicación que se encontró más acertada es que no debí darle la mitad de mi comida al coyote, aunque el doctor dijo aquello no tan convencido y ahora mi madre me tiene tomando tantas cosas que creo que ahora de verdad tengo las pupilas dilatadas, en fin, cuando regreso al corral luego de 20 días de descanso me encuentro con que el coyote ya tiene su cachito apartado, justo en una pequeña colina en el centro hay un mini jacal bien elaborado, con techo de teja y bien cobijado por dentro con una manta gruesa, su balde de agua lleno y limpio y otro vacío que sospecho es el de la comida..... no puedo evitar dirigir una enorme y burlona sonrisa a mi papá que parecía estar evitando la mirada.

- Se lo gano el condenado, me llevo contigo cuando te desmayaste y ha estado ahuyentando plagas también, recién se echó unos tejones y una vez lo encontré espantando a las vacas de don julio que se andaban metiendo, a parte parece que no se quiere ir, y pues mejor aprovecharlo- dice mi papá como si tratara de excusarse.

- no, si yo no digo nada. Se ha portado muy bien entonces, pues si se va a quedar mucho tiempo hay que llamarlo de algún modo ¿no? - pregunto mientras analizo de cerca la pequeña choza.

- pues, la verdad yo le quería poner nombre, pero creo que el deber es tuyo, es tu amigo después de todo, a mi solo me respeta porque soy tu padre, así que nombrarlo tú. - lo observo detenidamente, el rasgo más distintivo es su nariz blanca en lugar de negra, se ve como si brillara.

- Se llama Destello- digo feliz mientras mi amiguito levanta sus orejas y da un gemido de aprobación.

– Tello de cariño- dice mi papá, a destello parece no agradarle su apodo porque baja las orejas y se echa al suelo.

– Ta bueno pues, DES-TE-LLO- dice papá recalcando cada silaba mientras destello se levanta y va a lamerle la mano – está bien ya entendí, aleja tus dientotes de mi mano – Parece que papá aun no confía completamente en que sea inofensivo.

Ahora que destello se va a quedar me siento bastante feliz, de verdad siento que he encontrado un buen amigo aparte de malvavisco, no es que no tenga amigos humanos, es solo que encuentro más reconfortante la compañía de los animales a veces, o bueno casi siempre, y a mis otros amigos animales no les gusta tanto intimar, quizá se acercan un rato y me dejan tocarlos 2 o 3 veces, pero nada más. Con los canes siempre es mucho más divertido porque suelen ser muy cariñosos conmigo. Hoy estuvimos regando por que las plantas comenzaban a marchitarse, ha sido más de una semana sin lluvia y comienza a notarse, me dirijo a la zona donde antes estaba el agujero, está completamente reparado, no puedo evitar sentir curiosidad por lo que hay del otro lado, después de aquel sueño he tenido mucha curiosidad, papá me ha dicho desde pequeño que nuestro corral es el último, del otro lado no hay más que monte y piedras, no se debe ir allí porque es muy fácil perderse y mucha gente que ha llegado a ir de ese lado dice que ven las luces de los duendes, algunos dicen que son las brujas que mataron hace mucho tiempo en el pueblo y que si vas hacia ellas te llevan a su mundo y no te dejan ir nunca, otros dicen que son los espíritus del monte que cuidan a los animales y otros que son almas en pena atraídas por el sonido del arroyo.... Pero de verdad quiero ir y comprobar que todo fue solo un sueño, llegar a ese lugar y que no haya nada... y si lo hay, saber qué fue lo que realmente me paso esa vez. Los pensamientos me mantienen tan distraído que el tiempo se me pasa como agua entre las manos, ya es de tarde y el sol acaba de pasar su punto más alto, papá le cambia el agua del balde a destello por una más limpia y le deja de comer algo de pollo y tortillas revueltos, mientras tanto yo voy subiendo las cubetas y mangueras. Nos subimos a la camioneta y destello nos despide recargado en la puerta y aullando. Nos alejamos y cada vez se ve más pequeño hasta que se pierde en la distancia. Mientras vamos de camino a la carretera voy observando entre los sembradíos, parece que a todos les ha afectado la falta de lluvia, algunos aún están regando, me gusta mucho venir al campo con papá diariamente sin embargo cada vez está más cerca el día que entre a preparatoria.

Tengo una recomendación para ir a una preparatoria en una ciudad lejana, y ya aprobé el examen, fui aceptado e incluso becado, en esa preparatoria básicamente te preparan para entrar a la misma universidad, sales de ahí con una carrera técnica y automáticamente entras a una licenciatura o ingeniería afín, yo quiero ser veterinario, y el programa de esa universidad es muy ambicioso en esa carrera, así que sin lugar a dudas tengo que ir, aunque eso significa no ver a mis amigos por un tiempo.

La beca y aparte un empleo de medio tiempo ayudando en la granja de la universidad me permitirán incluso quedarme en los dormitorios. No podía negar esa gran oportunidad cuando se me presento, una persona con mis recursos no podía aspirar a tanto, pero uno de mis profesores de secundaria me recomendó, y luego de los exámenes y las entrevistas todo fluyo de maravilla.

Esto también quiere decir que me queda 1 semana más en casa y no estaré cuando nazca mi hermanita ni mucho menos podre saber si realmente todo fue solo un sueño, porque si ese fuera el caso, ¿cómo es que vi claramente a Destello arrastrar a papá hasta mí?

Regresando a casa nos reciben mi abuela y mi mamá con la comida ya en la mesa como acostumbran, mi hermana que también acaba de llegar de su trabajo en la guardería de fines de semana, está lavando sus manos cuidadosamente, me acerco sigilosamente detrás de ella dispuesto a salpicarla con agua y .... Splash!! Escucho el sonido del agua justo en mis oídos.

-JAJAJAJAJAJA, ¿creíste que no escucharía tus pasos cuando traes puestas estas horribles botas? - Dice mi hermana ruidosamente mientras de mi cabeza escurre agua fría con un ligero sabor salado.

- ¡¡MAMÁ, QUELY ME MOJO!!- Digo aguantando la risa.

-Quetzaly, deja en paz a tu hermano y vengan a comer.

Calmadamente mi hermana me ofrece una toalla para secarme y aprovecho para abrazarla y empaparla también.

-No! ¿Qué haces? - dice mi hermana intentando apartarme

- vengarme- le contesto mientras ambos reímos y ella me da un golpe en el brazo.

- Contrólense ya, luego salen peleados- dice papá elevando un poco la voz.

Ambos nos secamos y nos sentamos a comer, hoy hace un día caluroso y justo como esperábamos de mamá, la comida de hoy es un caliente caldo de pollo con verduras, la única tortura que quisiera repetir.

Mamá se ve muy tranquila, sin embargo, me siento inquieto respecto a ella por alguna razón.

-mamá, ¿cómo está mi hermanita? – pregunto mientras acaricio su vientre.

- Bien hijo, mañana toca cita con el doctor para que vea el avance del embarazo.

Aun me siento intranquilo así que instintivamente acerco mi cara a su vientre hinchado.

-Tienes que nacer sana hermanita, yo me encargare de que tu si seas una niña buena- Digo mientras veo a Quetzaly mostrarme la lengua. De verdad me angustia el estado del embarazo, no sé por qué, pero espero que solo sean paranoias mías.

La comida termina tranquilamente entre las anécdotas del día y algunas bromas, mientras tanto en mi mente esta mi hermanita y aquel sueño de cuando me desmaye.

Pronto están en la tele los programas de la tarde que le encantan a las mujeres de esta familia, esas historias trágicas de amores que parecen imposibles, pero al final de manera inesperada se hacen realidad. A mí no me gustan, pero quiero estar al lado de mamá, aún estoy inquieto así que me siento a su lado. Termina el programa y las tres se levantan del sillón, y mamá da unos cuantos pasos cuando de pronto se detiene y lleva sus manos al vientre.

-Mamá ¿Qué tienes? - le digo mientras la tomo del brazo.

- se me rompió la fuente- dice con confusión y miedo en su rostro.

-¡¡Papa!!- grita mi hermana mientras se dirige adentro. Rápidamente sale mi padre y carga a mamá hasta la camioneta. Nosotros subimos rápidamente a la parte de atrás y mi abuela sale de la casa con una pañalera en la mano, la ayudamos a subir y en seguida nos vamos a la clínica.

Cuando llegamos de inmediato entro a buscar al médico para decirle que a mamá se le rompió la fuente. Tan pronto ve a mamá el doctor los conduce a la sala de operaciones, solo permite entrar a papá, así que nosotros tenemos que esperar afuera.

Estamos un poco asustados por que se adelantó un mes, pero, debe estar completamente sana ¿no?... Quetzaly y mi abuela se dirigen a una capilla en una esquina y se arrodillan a rezar, yo no puedo hacer más que pensar en que todo salga bien.

El ultimo NahualDonde viven las historias. Descúbrelo ahora