Mi nombre es Kai y soy parte de Pawahtún y de Bultan a la vez, mi existencia es tan difícil de definir qué tal vez sea un error, mi sola presencia provoca fuego y lava que destruyen al paso, no puedo controlarlo, no sé si quiero controlarlo, se siente bien dejarme llevar, pero a la vez se siente mal. Es muy confuso.
Junto a mi también Yumil (muerte) tiene parte de Bultan, sin embargo su papel esta muy bien definido y fluye en armonía con su labor, todos lo hacen, pero Bultan lo hace de manera desenfrenada y por eso los demás tratan de frenarlo siempre, uno de sus intentos por frenarlo fue la creación de los nahuales, para lo que participaron casi todos. Yo y otros cuantos nos negamos, en mi caso no podía permitir que un ser que debe frenar a Bultan tenga parte de él, soy una existencia que solo provoca dolor, por lo tanto, no debía participar. Cada quien tenía sus propias razones, en cuanto a mí no me preguntaron más, pero al resto les insistieron bastante, después de todo entre los que no querían participar estaba Kanakin, el viento en un principio fue lo que propicio la existencia de muchos de los otros así que pensaron que su contribución era necesaria .. pero se negó rotundamente igual que los demás.
Los nahuales creados en un principio engendraron otros con sus mismas características, todos con sus almas inmortales que se multiplicaban con el tiempo, son seres que no pueden vivir sin su alma, me mantuve lo más alejado que pude de aquellos seres y del resto de los espíritus, pero con el tiempo los nahuales dejaron de temerme, veían mi presencia como algo útil y sagrado, pero también la utilizaban para infligir dolor a sus semejantes, parecían desviarse de su propósito con el paso del tiempo. Les gustaba tomar cualquier pretexto para hacer sacrificios, uno de ellos era calmar la furia de los volcanes, no los entiendo, podrían simplemente ir a otro lugar. Se les hizo costumbre lanzar sacrificios a los cráteres, pero cuando parecía que finalmente habían entendido que no servía de nada, después de casi un siglo de no arrojar nada, una mujer joven y delgaducha dejo caer una canasta que en lugar de caer quedo detenida por una saliente en el interior del volcán, estas criaturas siempre hacen cosas extrañas.
En aquella canasta había un cachorro humano demasiado pequeño que respiraba con dificultad, mi calor alcanzo ligeramente la canasta y pude ver lo que había pasado con aquel pequeño, su madre lo tuvo en medio del monte ayudada por una anciana, al nacer la anciana le dijo que el bebe estaba maldito, que ningún alma habitaba ese cuerpo y por lo tanto no era humano. Asi que debía sacrificarlo para no provocar desgracias. Puedo entender un poco lo que dijo la anciana, ese bebe no tenía un alma habitando su cuerpo, sin embargo, respiraba y se movía al sentir mi calor, cuando abrió los ojos me percaté de que él era como un animal diferente a los humanos, aun puede sentir dolor, calor y frio, sin embargo, su cuerpo humano no puede existir por mucho sin un alma, necesitaba la esencia de los espíritus.
Rápidamente hice que los demás llegaran a ver aquel caso tan inusual y trate de que le dieran algo de su esencia, pero nadie lo hizo, no podían hacer más porque ya habían dado esencia para los demás, "No es algo tan extraño", "ha pasado antes", "son un error que se corrige solo" decían insinuando que solo había que dejarlo morir, aun no logro entender cómo pudieron decir eso de su propia creación, ellos mismos dicen que los humanos son difíciles de entender pero realmente son más simples de lo que piensan, pero, por alguna razón solo yo lo creo así. Traté de dejar al cachorro morir, pero algo me lo impedía ... hice algo que tal vez nunca debí hacer, le di parte de mi esencia a aquel cachorro y le permití de esta forma seguir viviendo con la esencia del fuego en su interior, con parte de Caos. Fue entonces cuando sus ojos finalmente se vieron como los de un humano, tenían brillo y curiosidad, y la extraña apariencia de brazas en la obscuridad, Sin embargo, sus padres ya lo habían abandonado y un espíritu no puede influir de gran manera en la vida de los humanos, lo que es más, ese pequeño cachorro de humano es un nahual también pero uno creado solo por mí, uno que no está regido por reglas que controlen sus emociones.
Es mi creación, pero también soy el causante de todo su sufrimiento pues para el resto de los espíritus él no debía existir, los animales simpatizaban con él y también los otros cachorros humanos, pero los adultos lo aislaban por la peculiar apariencia de sus ojos, no vivió con una familia como la mayoría, robaba ropa y comida de los pueblos y buscaba calor entre las vestías que lo acogían como uno más de ellos, no podía olvidar pues Bultan también tenía control en sus capacidades y decidió hacerlo recordar todo al igual que los nahuales normales, pero la vida del Cachorro no podía sino ser solo miserable, como pensé, no debí darle alma.
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El ultimo Nahual
FantasyLos espíritus que dieron origen al mundo se enfrentan al espíritu del caos que intenta tomar el control, para detenerlo varios espíritus se unen y crean a los nahuales. Todo parecía funcionar hasta que los nahuales desarrollaron emociones y el caos...