CAPITULO 23: un tren atolondrado

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Mamá quedo muy complacida con los regalos que trajeron los chicos, Sandro trajo una vajilla completa de cristal y Esteban un atrapa sueños hermosamente elaborado que hizo el mismo, a Chakbay en especial parece gustarle mucho el atrapasueños y también ha estado muy cariñosa conmigo, prácticamente no quiere dejarme ir, aunque bueno eso solo es por que llegue apenas ayer, hoy los chicos y yo queremos ir a visitar a Andrés, según nos dijo sus clases son por la mañana asi que esta libre desde las 12, por mi parte estoy despierto desde las 5 de la mañana por costumbre, Esteban despertó poco después y me acompaño a saludar a mis amigos en el patio, sorprendentemente parece muy acostumbrado a los animales, y también les agrada.

Conversamos un rato como de costumbre, incluso conmigo es algo reservado asi que no puedo decir que se mucho de el, solo lo básico, le gusta el rock, viene del otro lado del mundo, sus padres son ricos al igual que los de casi todos mis compañeros, aunque le incomoda hablar de ellos, también sé que se tiñe el cabello, pero siempre lo hace antes de que comience a asomarse su color natural, le gusta usar pupilentes dorados a veces, es bastante educado al hablar pero timido, ama a los animales y es agradable, la información necesaria para que sea mi amigo.

Le presente a todos mis amigos y se sorprendio con algunos como las lechuzas y los mapaches aunque eso es por que donde vive no son comunes, pero el resto de las aves y roedores le eran conocidos, pasamos la mañana solo paseando por el patio y más tarde mamá me mando por pan y el me acompaño.

Cuando volvimos tuvimos que despertar a Sandro, pero parecía imposible, resistió jalones, brincos, dos adultos sobre él, audífonos al máximo volumen tocando "i'm a Barbie girl" cortesía de mi hermana, e incluso una lagartija caminando por su cara (e de admitir que eso lo hice solo por gusto ya que se que las odia), incluso pudimos sacarle una foto. Pero, lo que lo despertó fue Quely desde afuera diciendo "ya bajen a desayunar", se levanto tan deprisa que incluso fue comico.

A las 9 de la mañana habíamos terminado de desayunar y luego nos alistamos para ir con Andrés 9:30 estábamos de salida, si bien es una hora y media en tren, para llegar a la estación son casi 2 horas así que partimos rápidamente, pero quién diría que pasaría algo como esto.

Abordamos en tren hace media hora, pero se detuvo y han dado el aviso de que podría tardar, se supone que veremos a Andrés a la 1, son las 12 y no tenemos señal desde aquí. Solo hay unos cuantos pasajeros, pero todos lucen preocupados, afuera no hay más que colinas a donde se mire, vegetación y algunos arroyuelos, genial, nuestro viaje de 3 horas y media se va a alargar aún más.

Sandro solo se lleva las manos a la cara y suspira escandalosamente.

-Ese pequeño engreído seguro va a estar molesto cuando lleguemos- Dice Sandro sin poder evitar reír lastimosamente haciendo su drama habitual.

-seguramente podremos avisarle antes de que llegue la hora, además él es muy considerado- digo para tranquilizarlo, aunque sé que se va a molestar con él, siempre es así.

Mientras tanto esteban parece tranquilo, se ha puesto a jugar en el teléfono, parece muy concentrado, pero de repente voltea.

-¿será que podemos salir a buscar señal?, así podemos avisar que llegaremos tarde- dice seriamente a pesar de que parece una broma viniendo de él.

-No creo que sea buena idea salir, el tren no tardará mucho en echar a andar otra vez, y si no estamos arriba para entonces podría dejarnos- Sandro parece estar pensando prudentemente ahora.

-Lamentamos las molestias ocasionadas a los pasajeros, las reparaciones se llevarán a cabo en máximo media hora, les agradecemos su paciencia y hacemos de su conocimiento que ya se ha reportado la situación en la estación de su destino. –

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