El ultimo Nahual

CAPITULO 8: PRIMER DÍA DE CLASES

Pase una semana más en casa conociendo a mi hermanita y ayudando a mamá, afortunadamente ambas están completamente sanas, pero aun así mamá debe descansar por completo al menos un mes.

A Chakbay en especial no le gustó la idea de que me fuera. Era de esperarse, soy su hermano mayor favorito. Justo ahora papá y yo instalamos mis cosas en lo que a partir de hoy será mi habitación durante los próximos 5 años no es el dormitorio de un estudiante si no el de un investigador de tiempo completo, El profesor que me recomendó vive muy cerca, pero, tiene la habitación asignada, al parecer mi puntuación y los resultados de la entrevista permitieron que se hiciera este inusual cambio.

Papá se ve algo incómodo, quizá este un poco triste, pero, no me puedo dejar llevar o terminaremos llorando ambos.

-Yo creí que no iba a pasar por esto hasta que entraras a la universidad, hasta hace apenas unos meses ni siquiera sabía que existía esta escuela, y ahora ... incluso vas a trabajar aquí, estoy orgulloso, y quiero que sepas que en el momento que tú me digas puedo venir por ti y llevarte de vuelta.

No puedo creer que sus ojos se vean tan inundados de lágrimas, su voz siempre fuerte y confiable tiembla, pero no retrocede. -Estoy muy orgulloso de ti también papá, me has criado bien y te aseguro que daré mi mejor esfuerzo por cumplir mi sueño, prometo mantenerme fuerte a los principios que me han inculcado mamá y tú.

Lo abrazo fuertemente, sintiendo aquella amplia espalda sobre la que mi mejilla se recargo tantas veces de pequeño, ahora es más delgado que yo, sus manos callosas me dan unas sonoras palmadas en la espalda y nos mantenemos abrazados por un rato, justo ahora miles de cosas pasan por mi mente pero sin duda alguna, cualquier flaqueza que llego a sentir se marcha de inmediato cuando recuerdo que mi familia cree en mí. Papá y yo nos separamos finalmente y disimuladamente él se limpia las mejillas, mis ojos están algo borrosos por las lágrimas guardadas, a ambos nos da pena vernos llorar, pero creo que ambos estamos felices de ver este lado del otro.

-No cabe duda que eres mijo caray! Desde chiquito sabes exactamente que decir para hacerme sentir tranquilo.

Un tranquilo silencio acompañado de un enorme sentimiento de nostalgia inunda la habitación, una agradable briza entra por la ventana junto con la brillante y cálida luz del amanecer, en el suelo las maletas ya vacías y el closet ya lleno de cobijas, camisas y pantalones, y un par nuevo de zapatos negros, la cama recién hecha con sabanas limpias llenas del olor al suavizante que usamos en casa, a un lado una cajonera con mi ropa interior, Justo al lado un enorme escritorio casi vacío, y en la puerta un hombre que mira atentamente cada rincón, asegurándose de guardar en su memoria cada detalle.

-pensar que apenas ayer te quejabas porque había chayotes en la comida, y ahora te vas a cocinar tu solo- ríe ligeramente- asegúrate de tener siempre leche en el refri, y huevos. Al menos así no será difícil que te hagas algo de comer.

-Si papá, ayer me dieron una lista de todo eso- creo que enserio es más difícil para el de lo que pensé que sería.

-Bueno hijo, yo ya me voy, pasare a ver al Maestro José antes de irme, y tu primera clase es en 1 hora, báñate por que apestas a sudor- Me alegra verlo regresar a la normalidad.

-Cuídate mucho, y a la familia como siempre, los veo en medio año. – Papá sale de la habitación y yo lo acompaño a la puerta del edificio. Me hace una última señal de adiós con la mano y finalmente se va, camina con la vista al frente y la espalda erguida, justo como una persona de confianza camina, me parecía que su espalda ahora era más delgada que la mía, pero sin duda alguna sigue siendo más fuerte. Respiro profundamente antes de volver a la habitación, el edificio tiene 2 pisos, el primero es la estancia, a un lado está la cocina y frente a ella el comedor, bajo las escaleras el cuarto de limpieza y a un lado el pequeño cuarto de lavado donde con dificultad entraban la lavadora y la secadora. Subiendo las escaleras hay 4 habitaciones y 2 baños, mi habitación esta junto las escaleras al lado derecho, al frente los baños uno al lado del otro. Según se me informo seré el único viviendo en este lugar por 3 meses, y también el único cuidando la granja en ese tiempo, viendo el lado positivo, me pagaran el triple en ese tiempo, aunque no contare con ningún privilegio en clases, seré tratado como si mi única responsabilidad en la escuela fuera estudiar, por lo tanto, no me justificaran faltas, retardos o incumplimientos de tareas. Justo como cuando estaba en casa.

Me doy un baño rápidamente y me visto con una camisa blanca de manga corta, unos pantalones negros y mis zapatos nuevos, mi cabello ya me cubre ligeramente los ojos, pero así me gusta así que no lo cortare, le pongo una buena porción de crema y lo coloco hacia atrás, incluso acaricia mi espalda. Salgo y cruzo la granja en aproximadamente 15 minutos, hay algunos corrales con gallinas, otros con conejos, un pequeño establo con unos 10 caballos, un corral con unas 15 vacas, un huerto algo grande para ser considerado un huerto casero, algunos borregos pastando dispersos y un pequeño estanque en el medio con un criadero de peses, El clima es fresco, me han dicho que las indicaciones se me darán por la tarde al terminar las clases, asi que por ahora solo debo llegar a tiempo. Una vez que cruzo la granja están los dormitorios, a la derecha los de las chicas y a la izquierda los de los chicos. muchos de los estudiantes ya caminan hacia las aulas, todos llevan uniforme, a mí me lo darán en la entrada del edificio, Ya que la beca completa incluye el uniforme. Varios me miran con extrañeza, pero la mayoría ni siquiera me presta atención.

-Eliot! – Volteo súbitamente ante la sorpresa de que alguien me llame por mi nombre. Se trata de una señorita más o menos de mi edad, lleva el uniforme y me mira con una enorme sonrisa, sus ojos miel chisporrotean de alegría, es bajita, su cabeza llega a mi pecho, tiene el cabello lacio, negro y cortado al cuello, su fleco le cubre ligeramente el ojo izquierdo. Es muy bonita, definitivamente la recordaría.

-Disculpa, ¿nos conocemos de algún lado? -

-Soy Mara- Dice sonriendo ampliamente, su nombre no me es familiar, su sonrisa se borra.

-no es posible! - Dice desconcertada, de pronto toma mi mano y... -¿Qué rayos es esto? – grito mientras veo como mis pies se separan del suelo, pero ella y yo aún estamos ahí, entonces, ¿quién soy yo justo ahora?

Miro hacia arriba y un gorrión me lleva sostenido de la mano, increíble, el gorrión se detiene y comienza a crecer frente a mis ojos, se vuelve borroso y toma forma humana, es Mara.

-No has sido corrompido, si asi fuera no podría tocarte en tu forma espiritual, pero ¿Por qué no me recuerdas entonces? ¿acaso recuerdas algo de tu vida pasada? – Dice mientras aun sostiene mi mano y me mira preocupada, no sé qué está pasando, se parece a la vez que me desmayé en el corral, pero esta vez no sentí ninguna corriente eléctrica, y ahora parece que Mara también está conmigo, y puede tocarme, de algún modo también estamos flotando... Dios, debí desayunar.

- No se de que estas hablando, estoy soñando, seguro estoy soñando.

-No estas soñando- dice dejándose caer hacia atrás y llevándome con ella, no me había percatado de que tan alto estábamos, caemos en picada mientras veo mi corta vida pasar frente a mis ojos, un terror indescriptible se apodera de mí, Tuve una buena vida.

Abro los ojos y veo frente a mí a Mara

–Tranquilo, nunca te has dañado estando a mi lado, jajaja tiene su lado positivo que no recuerdes, pude verte tan aterrado como la primera vez que caímos en picada.

Cielos, ella me gusta y me asusta a la vez.