Sin Compromiso ([MPREG)] {KOOKV}

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Entonces, ¿ qué pasa si te encuentras algo real?

A veces nuestra suerte es tan injusta, nos da algo real que no podemos tocar. Somos suertudos al tenerlas pero somos unas desgraciadas almas codiciando ponerle un dedo encima.

De repente nos hemos cansado de verlas de lejos, de repente verlas caminar a casa cada día a las cinco de la tarde dejo de ser suficiente para tus ojos. De repente quieres más que una simple mirada coqueta y definitivamente quieres más que un roce en un choque calculado.

Jin entraba a la sala acompañado de Jimin y con su ayuda se sienta frente a Namjoon.

- Si me nesesitas estaré afuera - le informo Jimin con una mirada triste.

Jimin salió del cuarto dándole una plamada en el hombro a Jin y cerró la puerta antes de ir a sentarse esperando por Yoongi, quien había ido a llevarles ropa a todos.

Jin miraba a Namjoon como si fuera la primera vez en toda su vida. Como aquella vez que finalmente pudo conocer a aquel chico de la tienda que siempre lo veía pasar. Aquel que un día le tiro las mandarinas que se ofreció a llevarle. Aquel que más tarde sería parte de su grupo de música. Aquel que se robaría su corazón con todas sus torpezas y vasijas rotas.

Tomo su mano temblorosamente y la envolvió entre las suyas. Le dio un fuerte apretón y miro a otro lado para tratar de secar las lágrimas que salían de sus ojos. Mordió su labio y volvió a poner su mirada en la cara del líder.

Tenia raspones en el pómulo derecho y en su cabeza  permanecían cortes visibles junto a una gran venda alrededor de esta.

Traía un tubo dentro de su garganta y una máquina junto a el que  lo ayudaba a respirar. Las lágrimas volvieron a asomarse cuando sentía sus manos frías, cuando vio sus labios morados por la oxigenación, y cuando se dio cuenta de cuanto necesitaba del moreno.

Porque extrañaba a aquel chico que le hacía favores aún si sabía que romperia todo y después el limpiaría. Extrañaba sentarse a comer con todos en la mesa sin miradas raras o sintiendo la tensión sofocante entre ellos.

Queria sentir que el amor nunca llego a ellos y que tampoco se había ido. Simplemente quería pedirle un milagro a la primera estrella fugaz que pasase por delante y gritarle mil insultos a la perra que se hacia llamar Dios.

Paso una hora y Jin solo podía seguir apretando la mano de Namjoon. Se quedó hasta que todos los familiares se fueron de la sal de visita y siguió sentado cuando las enfermeras fueron a decirle que debía irse. Incluso lo sacaron en silla de ruedas por negarse a ponerse de pie.

Y cuando estuvo en su oscuro cuarto viendo la luz lunar alumbrar gran parte de su habitación, trató de ponerse de pie y cayo ruidosamente. Pero no se detuvo, siguió trepando las pared para seguir el camino hasta la habitación de Namjoon. Y una vez ahí volvió a treparse en la silla para después impulsarse a la cama del moreno.

Enrollo su cuerpo con el del mayor y se tapo como pudo antes de hundir su cara en el cuello de Namjoon. Cerro los ojos y espero por ese milagro.

Espero al compasión de todas las estrellas del mundo y pidió infinitamente que aunque no haya caído ni una maldita estrella le concedieran su deseo.

Porque lo necesitaba, nesesitaba saber que un día no tendría que ir a firmar los papeles para quitarle la intubación a Namjoon, nesesitaba saber que mañana el despertaría preguntándole que mierda hacia en su cama. Pero nesesitaba que despertará para poder hacerse la diva y decirle que se ganara su amor.

- Despierta Namjoonnie .... Te estoy esperando cielo. - murmuro cansado llorando en el hombro del chico inconsciente.

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