SIN SANGRE ©

3. Gabriella

En la media hora de descanso me sitúo en un banco junto a mi mejor amiga Val. Arlette y su cuadrilla estaban a nuestro lado, desgraciadamente. Mientras todas las chicas empiezan a comer sus desayunos, yo me sumerjo a una nube de pensamientos.

¿Por qué el docente Köehl no quiso decirme el tercer efecto? ¿Será alto secreto o sólo quiere desafiar a mi curiosidad? Él sabe que soy muy curiosa, y de no ser porque me paso todo el día hablando en el aula con Val, sería su alumna favorita.

—¡Kath! —me zarandea mi amiga Val—. ¿Puedo hablar con mi mejor amiga o sigue ocupada con sus oscuros pensamientos?

Yo le sonrío con la boca cerrada y dejo de pensar en esas cosas.

—¿Qué le ocurre a la duquesa de los McWhite? —le pregunto con un toque cómico.

Ella me muestra su mirada más asesina. Odia que la llamen así.

—La chica de la esquina, mírala —señala a las escaleras que tenemos enfrente.

Resulta estar cohibida por Jason Dickens, hijo de los duques Dickens, procedentes de la región de los Brown. Un chico mayor que yo, de ojos cafés y melena rubia. Un joven atractivo, pero un arrogante y un egocéntrico de mucho cuidado, por eso mismo no tolero su presencia. Sólo en las reuniones que tenemos una vez al año todos los Privilegiados de las seis regiones del Mundo Luminoso.

—Parece que la está acosando —observo.

—¡Claro! ¡Vamos a rescatarla! —me pide Val.

Asiento y abandonamos el grupo de Arlette para acudir a la pobre chica de ojos saltones.

—Hola, Jason —le saludo al hijo de los Dickens—. ¿Qué le haces a la pobre chica? ¿Acosarla como un animal asqueroso?

Jason vira la mirada hacia mí y controla su rabia.

—Hola, Collins-Wood —saluda el cretino—. Te equivocas, sólo estamos aquí charlando, ¿a que sí, Gabrielle? —se dirige a la chica de ojos saltones.

La supuesta Gabrielle asiente la cabeza un poco cohibida.

—Ya, claro, y estoy yo que me lo creo. ¿Puedes apartar tu culo de esa escalera y marcharte con tu equipillo de pacotilla a otra parte, por favor? —pregunta mi mejor amiga con desdén.

Jason la mira con respeto al percatarse de su presencia. Valerie es la futura duquesa de los McWhite, un rango superior al suyo, por lo cual sería una falta de respeto dirigirse de malas formas hacia ella. Finalmente, Jason decide marcharse y mira de reojo a la supuesta Gabrielle en modo de advertencia, pues no será la última vez que la acosará.

Al marcharse Jason, Valerie se sienta rápidamente al lado de la chica de ojos saltones con preocupación en su rostro.

—Te estaba acosando, ¿verdad? —pregunta Val un tanto directa. En modo de respuesta, ella afirma con la cabeza sin dirigirnos la mirada—. Vale, tranquila, no te preocupes. Tú estate siempre con nosotras que él no te va a molestar ni un poquito, ¿te parece? —ella afirma de nuevo con la cabeza levemente.

Ella se encoge de hombros, indiferente ante el cambio.

—Está bien —me agacho a la altura de Val y Gabrielle—. Para empezar, Gabrielle, yo soy Katherine y ella es Valerie.

Por fin, decide dirigirnos la mirada y me contesta.

—Yo soy Gabriella, no Gabrielle.

Val y yo nos miramos e inmediatamente nos empezamos a reír a carcajadas. La de ojos saltones nos mira un poco incrédula.