Katherine Collins-Wood.
Tres días desde mi huida, tres días desde que supe quién era realmente mi objetivo y mi razón para estar en el Mundo Distinto: el chico de los susurros.
Llevo noches sin poder dormir pensando en aquel impactante momento cuando supe que él era la persona a la que tendría que vaciar. Él y yo habíamos pasado una tarde bastante especial, sobre todo cuando nos fuimos a su casa de forma inesperada, sin planear, pero ahí fue el lugar que causó todo el caos en mí.
En aquel lugar, viendo aquellas fotografías y descubriendo el mundo interior de Conde, me di cuenta del valor que tenían sus palabras, de sus sentimientos. Me sentía conectada a todo lo que decía, comprendía todas sus reflexiones... Era como si estuviésemos conectados.
En el momento que nos habíamos quedado callados y nos miramos fijamente, profundicé en sus ojos marinos y navegué sin rumbo, aproximándome a sus labios hasta que una ola enorme rompió mi barco.
La ola que me despertó de la realidad y que a la vez me ahogó en ella.
Descubrir el objetivo de mi misión: Lucas Sants.
En mi llegada al Mundo Distinto estaba totalmente desesperada por descubrir quién era mi objetivo para quitármelo de encima, y esas ansias acabaron conmigo al equivocarme de distinto pensando que Marcos era Lucas Sants. Una vez que descubrí mi error, me fustigué por ello, pero eso duró muy poco tiempo porque, de la noche a la mañana, conseguí liberar mis ansias y mis castigos pasando aquella tarde en la casa de Conde, relajada y sin pensar quién sería Lucas Sants.
Es curioso que las dos personas que se vincularon en mi camino en el Mundo Distinto sean hermanos y que entre los dos no se conozcan.
Lo más impactante de todo esto es que todo lo que ha pasado durante mis días en el Mundo Distinto ha sido retransmitido por todos los ojos vampíricos de la sociedad lumínica sin yo saberlo, hasta que me escondí en el armario de Conde.
Seré una vergüenza para mi familia.
De repente, capto un delicioso olor dulce. Unos pasos se dirigen hacia mi habitación y mi compañera de piso me sorprende con dos tazas de chocolate caliente para intentar mitigar mi angustia.
—¿Cómo está la presa? ¿Quieres un chocolatito? —pregunta desde el marco de la puerta.
Asiento sin dudar ni un segundo y Adela se aproxima a mi entregándome una taza. Intento dar un sorbo, pero me quemo.
—Hay que ver lo ansiosa que eres —se mofa mi compañera de piso—. Mejor esperate unos minutitos que los acabo de hacer.
Obedezco a su consejo y reposo la taza sobre el mueble. Tras una breve pausa, Adela interrumpe nuestro silencio.
—A ver, Katherine, sé que quieres reservar tu intimidad y todas esas historias, pero ya llevo tres días detrás de esa puerta escuchándote maldecir y no me aguanto las ganas de saber qué te ocurre.
Resoplo profundamente y titubeo.
—Bueno, tampoco ha sido para tanto... —le resto importancia.
—¿Cómo que no? —me mira incrédula—. Si llevas varios días sin salir a la calle, sin comer conmigo, sin ir a la universidad de los ricos... —me recuerda—. ¿Se puede saber qué te pasa?
Veo inconveniente contarle la razón por la que estoy en su mundo y que esa razón es Conde, por lo tanto, decido contarle la verdad con pequeñas mentiras por el camino.
—Está bien —me rindo con facilidad—. Como sabrás, ayer me fui con Conde por ahí. Bueno, pues finalmente fuimos a su casa y me mostró todo ese secretismo que se trae entre manos.
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SIN SANGRE ©
VampiriKatherine Collins-Wood, una vampira que desobedece las reglas de su comunidad, tiene que huir de su mundo para poder sobrevivir, pero no sabemos si esa es la palabra correcta porque en el mundo al que huye se encontrará con dos tentaciones que marca...