Tú: Solo dame el maldito número – dije enfadada al estar insistiendo a Zed.
Zed: Ya te dije que no, ahora quítate de encima – me respondió.
Cuando Zed regreso con algo para comer me encontró tratando de desbloquear su celular, fácil solo quería el número de teléfono de mi padre para poder largarme de aquí de una buena vez. Al parecer eso lo enfado y me lo arrebato, obviamente ahora estamos forcejeando y estaba sobre de él. Es un debilucho.
Zed: Te lo daré cuando sea el momento – dijo mientras sus piernas pataleaban tratando de liberarse.
Tú: Momento mi trasero, me darás ese teléfono ahora mismo – aplique más fuerza sosteniendo sus muñecas.
Zed me observo desde arriba sorprendido por mi comentario lo más seguro, pero pronto cambio esa expresión por una resignada para después liberarse de mi agarré.
Vi como desbloqueo su teléfono y busco algo en el, tomo una hoja y apunto un número en ella para después dármela, en su rostro aun se mantenía la misma expresión.Zed: Llámalo cuando estés lista – me extendió la hoja, la cual tome enseguida.
Al ver el número inscrito en ese papel me sentí como una niña de nuevo, una felicidad inmensa me invadió y eso se vio reflejado en mi rostro gracias a la sonrisa que había formado. Di pequeños brincos en mi lugar y termine abrazando a Zed a la altura de su pecho. No suelo hacer eso pero se lo merecía, tal vez.
Zed: – Rie – De nada – me de volvió el abrazo – te quedarás verdad, es demasiado tarde – acarició mi cabello.
Suspiré fastidiada. Tenía por fin el número de mi padre, la noticia de Javier, fue un día largo y pesado. Me separe de él y me deje caer sobre la cómoda cama, a lo que Zed tomó como respuesta.
No pasó más de una hora en la que sólo estaba recostada sobre la mullida cama con Zed a mi lado, mis manos aun sostenían el trozo de papel con aquel número tan significativo para mi. Mientras tanto Zed trataba de no caer dormido, pero al no lograrlo volteo quedando de frente a mi y me abrazo por la cintura colocando su cabeza sobre mí hombro, muy cerca de mi cuello.
Tú: Sueltame ahora mismo idiota – trate de alejarlo, pero solo provoque que enrredara sus piernas en las mías.
Zed: Conseguí el número, así que te quedarás callada, apagarás la luz y dormirás no es tan difícil – su voz ya no era insegura, ahora al contrario está era más demandante y seria que alguna otra vez.
Tú: Si me chantajearas con eso cada 5 minutos mejor... Ahh~ – fui interrumpida por un gemido causado por la sensación de una mordida en mi cuello.
Zed: Solo quiero descansar – dijo para luego abrazarme con más fuerza y quedar dormido.
No tuve más remedio que aceptar la situación y apagar la molesta luz de la habitación. Por mal que se viera nuestra postura no me causaba incomodidad, hasta podría decir que era lo que necesitaba.
Pronto caí en los brazos de morfeo.[...]
Todo transcurrió con normalidad durante la mañana siguiente, lo único que me incómodaba o me daba rabia era el hecho de que a pesar que ya tenía en mis manos aquel número tan deseado por mí, no me atrevía a marcar.
Zed: Te dije que marcaras cuando estuvieras lista, y por lo que noto no lo estás – se hizo presente la voz de Zed en la sala.
Aún no se porque me he quedado esta mañana en su casa, bien podría haberme ido hace mucho. Ignore tales pensamientos al oír mi teléfono sonar, en la pantalla se mostraba una llamada entrante de Mauricio, rápido colgué. Pero eso no fue de ayuda, el teléfono seguía sanando constantemente hasta que decidí tomar la llamada.
Tú: ¿Qué es lo que quieres, maldita sea? – pregunte furiosa al contestar.
~ ___, ven rápido mamá esta furiosa y se quiere desquitarse con todos nosotros. ~ Era Kevin quien me estaba marcando desde el teléfono de su imbecil padre.
Tú: ¿Y eso a mi qué? – respondí sin interés, pero al momento me retracte de mis palabras, al fondo de la línea se escucho un grito. No tenía que ser muy inteligente como para darse cuenta de que Martha había gritado – bien entiendo, ya voy – dije antes de colgar.
Zed: ¿Quién te llamo? – le oí preguntarme en un tono molesto.
Tú: No tengo porque darte ningún tipo de explicación – tomé mis cosas, entre ellas el celular de Martha y el papel que tenía escrito el número de mi padre.
Zed: Te equivocas, yo estoy en todo derecho de exigirte explicación de donde estás y con quien – le mire confundida por su comentario – es la regla número 3°.
Que argumento más estúpido para defender una causa. Le ignore completamente al tomar todas mis cosas y dirigirme a paso veloz hacia mi casa.
Realmente no me importa las razones que esa estúpida tenga para enojarse, pero algo me hizo querer correr hacia mi casa cuando escuche la voz de Kevin, creo que pasar tiempo con él me ha ablandado.Tú: Maldita sea, joder – dije frustrada.
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Están en todo su derecho a estar molestas, porque ha bárbaro me he desaparecido durante meses. Que si mal no recuerdo esta historia no se ha actualizado desde finales del 2019...
Pero bueno, me han pasado varias cosas buenas, entre ellas el que por fin he podido comprar el módem para mi casa, por lo cual podré subir capítulos cuando quiera y esta cuarentena me brinda la posibilidad de escribir.
Trataré de dar la atención que esta historia se merece.
Pueden apoyarme con ideas y comentarios aquí, yo estaré muy atenta a sus sugerencias y comentarios.Quiero agradecer a todos por su interés y apoyo a la historia, ya que por fin hemos llegado a las 1K lecturas, las cuales me alagan infinitamente.
Los amo y verdaderamente les agradezco de todo corazón. ❤🙊
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El Yandere De La Chica Rebelde ▌ᴱᴰᴵᵀᴬᴺᴰᴼ ▌
Fanfiction- ❝ Vaya vida de mierda. Todos en el colegio me odian o directamente me evitan, mientras que mi casa está repleta de egoístas. ❞ - ❝ Mi hermosa ____, tu penumbra acabará cuando yo llegue. Seré esa luz que tanto esperaste, que importa aquellas que tu...