" Buscar No Sirve "

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Mientras tanto, en casa de su amada.

Martha: Pero en buena hora se te ocurre irte de puta – reclamó la mujer a la menor.

Tú: Yo no tengo que andar los cuidando, son tus hijos – alegó – y ustedes, ¿cómo se les ocurre dejarlo solo en un parque?, o mejor aún díganme ¿qué hacían en uno a estas horas? – cuestionó furiosa.

Los dos menores supervivientes se encontraban desconcertados aún.
Hiro aún no podía superar el miedo que le dio al toparse con aquel hombre, y un sentimiento de culpa le invadió.
Por otro lado Jack, el pequeño se sentía responsable y con la obligación de dar una respuesta que no tenía.

Martha: Déjalos, mejor vallan a ver si lo entran por ahí – ordenó de regreso a la sala.

Tú: Pero que poca madre, en lugar de dar aviso – quejó ___ antes de ir a buscar una sudadera y su muchila.

Martha: Con tus antecedentes niña, no ves que la policía nos tiene en la vista de su padre – menciono al cambiar de canal en el televisor.

Jack: ¿Qué vamos a hacer mamá? – soltó en un tono de preocupación.

Tú: Ustedes nada, ya mucho hicieron al causar todo esto – reprendio a sus hermanos, mandandolos a su habitación.

Después de ello la chica salió de prisa rumbo al parque. Sus oraciones dirigidas en busca de esperanza, ragaba por encontrar a su pequeño.

       
    [...]
    
    
Las horas pasaron y Martha comenzaba a preocuparse por el estado de sus hijos. Por mucho que ella lo negará, en su interior vivía un sentido maternal y un enorme amor por sus bebés, como les veía a cada uno. Sin embargo, nunca supo cómo demostrar amor, después de todo su infancia fue dura y horrenda, no llegó a apreciar lo bueno que la vida le dio en su momento.
Se dejó llevar por impulsos y por una pasión de rato, cosas que la llevaron a este punto de su vida.

Ser viuda a sus 31 años de edad, un divorcio, 4 hijos y uno de ellos desaparecido.
___ su hija mayor no le quería, y ni le tomaba en cuenta, se supone que ella era su niña.
Jack, le amaba por ser consciente a su corta edad, pero para ella es un recuerdo constante de una tradición.
Hiro, tan travieso y enérgico que controlarlo era un reto.
Kevin, su bebé y ternura viva, pero ahora no daba con su paradero.

Hay mujeres que no nacen para ser madres, ¿Martha era una de ellas?

Los dos pequeños luchaban por no caer dormidos, pero no lo lograron. Caídos sobre el sofá quedaron en un profundo sueño, cosa que la mujer noto.

Martha trajo consigo una manta para cubrir a sus hijos, mientras que esperaría a su hija mayor en el comedor. Lamentablemente no podría recibirla, ya que se quedaría tan dormida como los pequeños.
     
     
[...]
    
    
La mañana llegó, y con ella una serie de cosas que serían fatales.

Como si fuera un día de lo más normal, ___ y sus hermanos se prepararon para la escuela, aunque Martha adaptaría un comportamiento extraño.

Martha: ¿Segura que revisaste todo el parque? – preguntó la mujer, mientras terminaba de arreglarse. ___ asintió – de noche puede ser confuso.

Sobre la mesa habían una cantidad razonable de documentación sobre el menor de la familia.

___ había buscado por todos lados e incluso llegó a preguntar a todos aquellos que pasaban cerca del lugar, sin embargo, no logro encontrar a Kevin.

Jack: Ya nos vamos – anunció el segundo hijo acompañado de Hiro.

Martha: Esperen, yo voy con ustedes – dijo presurosa al recoger todos los papeles.

El Yandere De La Chica Rebelde ▌ᴱᴰᴵᵀᴬᴺᴰᴼ ▌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora