"Uno Más"

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Corría tanto como mis piernas me lo permitian, en más de una ocasión cruzó por mi cabeza la idea de regresar o detenerme, pero por muy extraño que me fuera lo ignore.
Cuando estuve frente a la puerta de mi casa me detuve en seco, no solo para evitar golpearme si no también por un ruido dentro de la casa, si mal no había oído fue algo rompiéndose. Entre en la casa.

Martha: Hay pero hasta que se digna la zorrita en llegar – eso cuenta como un 'Buenos días' – se puede saber, ¿dónde pasaste la noche? – acaso me esta regañando.

Tú: Y a ti desde cuando te interesa lo que yo haga – respondí fuerte, y al instante mire un florero hecho pedazos en el suelo.

Mi madre continuó hablando pero le hice el más mínimo caso a lo que decía, me dirigí a mi cuarto pero este estaba cerrado por lo que tuve que tocar. Casi de inmediato la puerta se abrió dejándome paso.

Tú: Y tú, ¿qué haces en mi cuarto? – tire mi mochila a la cama y voltee a ver a Kevin.

Kevin: Tú me dijiste que podía entrar, y mamá estaba muy enojada me dio miedo – buen punto.

De pronto la puerta se abrió de una patada, era el idiota de Mauricio. Kevin se escondió detrás mío.

Tú: Se puede saber, ¿quién chingados te crees para entrar así? – grite furiosa.

Mauricio: Te buscan zorra – salió de la habitación.

No tuve que caminar demasiado para saber quién era, la estúpida "Rata de laboratorio" estaba parado a mitad del pasillo. Lo que me faltaba que este se sintiera mi guarda espalda.

Tú: ¿Qué carajos haces aquí? – pregunte extrañada al verle.

Zed: Te fuiste sin decir nada y te vine a ver – exagerado – vámonos tengo cosas que hacer – me tomo del brazo y comenzó a caminar.

Tú: No me importa lo que tengas que hacer, yo no me iré contigo – dije soltandome de su agarre.

Zed: Regla número 1° Vendrás a mi casa cuando te lo ordene y la 2° dice que me obedeceras – otra vez sus estúpidas reglas.

Tú: Me vale madres, ya tengo lo que necesito así que no hay manera que me hagas ir contigo – por mucho que le dijera solo me ignoro y me volvió a arrastrar con él – sueltame, maldita Rata – me queje.

Antes de que yo misma me pudiera liberar de su agarre, para mi sorpresa Kevin se había puesto en medio de ambos y comenzó a pegarle. Era de esperar que un niño de 7 años no causará ni el más mínimo daño a un joven de 18. Pero fue lo suficiente como para que Zed me soltara.

Kevin: Deja a mi hermana en paz – me abrazo una vez que vio que Zed ya no me jalaba – ¡vete, ella no se irá! – le reprochó.

Pude ver perfectamente la cara molesta de Zed ante la intervención de mi pequeño hermano, incluso pude ver como hizo puño su mano.

Tú: Ni se te ocurra – empuje a Zed – no le harás daño, ahora lárgate no te necesito aquí, vamos fuera – prácticamente le empuje hasta la puerta.

Antes de que la puerta pudiera ser cerrada por completo, Zed lo impidió al empujarla con su brazo.

Zed: Créeme, me buscaras tarde o temprano – me ¿amenazó?.

Cerre la puerta de una vez, para mala suerte tenía espectadores por todos lados.

Martha: Es el tipejo con el que te acuestas – estúpida, la odio.

Mauricio: De seguro que ese tal Javier se aburrió de dársela – ojalá y te mueras.

Tú: Como quisiera que desaparecieran de mi vida, maldita sea la hora en que se conocieron – subí más que molesta y dolida a mi habitación.

Toda la tarde estuve en mi cuarto, de no haber sido por Kevin me hubiera sentido sola y me hubiera humillado al tener que bajar por comida. Pero fue lo suficientemente útil como para hacerme compañía y traerme de comer.

¶ Narra Zed ¶

Maldita sea, estúpido mocoso. Por su culpa no pude llevarme a mi ___, supongo que será uno menos en un futuro.
Por ahora me consentrare en el estúpido de su padrastro, esa billetera ocultaba más secretos de los que ___ pudo notar.

Camine de regreso a mi casa tenía demasiado trabajo por hacer, no me preocuparía por volver a ver a mi princesa se que ella regresará cuando quiera más respuestas.

Zed: Mi ___, estas tan desesperada por encontrar a tu papá que ni siquiera te percataste de las razones por las que la bruja de tu madre te retuvo a su lado – dije para mí mismo.

Una vez que llegue a mi casa me dedique a investigar todo hacer a sobre el estúpido de Mauricio.

Zed: Mi ___ te quiere muerto y yo te ayudaré a lograrlo – dije al estar frente a mi ordenador – cuando me encargue de ti los próximos serán esa anciana y ese mocoso inoportuno –

Una notificación en mi ordenador me saco de mi mundo, habían resultados muy comprometedores hacerca del padrastro de ___. ¡Bingo!, pronto me pagarás todo el sufrimiento que le has causado a mi amada.
Tome mi celular y marque el número de un amigo que tendrá que ayudarme con esto.

¶ Narrador Omnipresente ¶

Durante la siguiente semana cada uno se dedico a sus asuntos. ___ no lograba el momento perfecto para poder llamar a su padre, ya que su pequeño hermano no se le separaba en ningún momento y para mayor coraje su padrastro tenía confinada a la familia entera.

Por otro lada Zed se dedico día y noche en contactarse con su amigo, quien le ayudaría a llevar su plan acabó.

El Yandere De La Chica Rebelde ▌ᴱᴰᴵᵀᴬᴺᴰᴼ ▌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora