"Ella Me Alejó"

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¶ Narra "___" ¶

Por fin llegue a la casa del traga libros, no era de esperar que Kevin estuviera nervioso todo el camino. Pero poco me importa a si a costa de eso podría conseguir algo más de papá. Golpeé la puerta repetidas veces y casi en seguida fue abierta.

Kevin: ¿Por qué vivimos con él? – tenia miedo, y lo supe cuando se escondió detrás de mí.

Zed hizo un gesto para que entraramos, una vez dentro me deje caer cansada en el sillón frente a la televisión. Mire como Zed se dirigía a la cocina y a mi mocoso sentarse a mi lado, tome el control de la mesa de centro y puse alguna película para Kevin.

Tú: Iré a hablar con él, te quedas viendo eso y no hagas nada más – le ordene a Kevin y lanze el control a algún lado.

Camine hacia la cocina y lo vi tomando soda mientras veía su celular. Me acerque a él y le quite el vaso, tome el cuello de su camisa y lo tire hasta su habitación.

Tú: Me dirás ahora, ¿Cuál es esa noticia qué tienes de mi papá? – dije una vez que llegamos y cerraba la puerta.

Zed: Tengo una nueva, pero no de tu papá – lo mire extrañada – es de Mauricio – soltó una risita burlona.

Conté hasta 10 como forma de relajarme, cosa que al final me valió y terminé por volverle a tirar del cuello de la camiseta.

Tú: Me hiciste venir hasta aquí solo para decirme algo sobre ese hijo de puta, ¿dame una razón para no partirte la cara? – lo agite al terminar de hablar.

Zed: Y-yo... No te alt-res so... Ahh – se quejo de dolor por el golpe que le di en la entrepierna – deja de Ahh... Ha-cer eso-o – me reclamo tirado de rodillas en el suelo.

Me inque a su altura y con mi mano en su cabello le hice verme de un tirón, molesta no es ni siquiera lo mínimo que siento. Solo me hizo perder mi tiempo y me ilusionó.

Tú: Que sea la última vez que me haces perder el tiempo, ¿entendiste idiota? – él asintió como pudo y solté su cabello de un tirón – me largo y no me vuelvas a llamar – me levante y me dirigí a la puerta.

Zed: ¡No! – le oí gritar a mis espaldas – no se vallan, enserio te va interesar – me gire a verlo. Aún seguía tirado en el suelo, pero al parecer recuperaba el aire.

Tú: No me importa absolutamente nada que tenga que ver con ese infeliz, que solo llegó a joderme la vida – me volví a agachar a su altura.

Zed: También descubrí algo de tu madre, algo que no le conviene que sepas – vi como se removió buscando más comodidad.

Tomé el brazo de Zed y lo pase por encima de mi hombro para ayudarle a llegar a la cama, lo deje recostado y me senté el la silla frente a su ordenador.

Tú: Habla, ¿qué es lo qué esa maldita no quiere que sepa? – 

Zed respiró profundamente antes de sentarse en la orilla de la cama, estiró los brazos y jalo la silla donde estaba para acercarme a él. Cosa fácil al ser de ruedas. Por inercia me aleje un poco de él, pero me volvió a acercar y recargo la cabeza en los posa brazos de la silla, yo solo me hice hacia atrás.

Tomó mi mano y la dejó sobre su cabello, mientras que mi otro brazo lo aprisionaba entre el respaldo de la silla y su mejilla.

Zed: Acaricia me y te cuento – me pidió ya más relajado, pero en vez de acariciarle le tire de unos cuantos mechones – ¡ouch!... Hazlo bien o no contaré nada – se quejó y solo deje mi mano en su cabeza. No me agrada esta cercanía, pero moría de la curiosidad – al revisar el teléfono de tu madre... – jale su cabello – bien, de Martha. Encontré muchos mensajes entre ella y tu papá.

Tú: ¿Cómo supiste cuál era su número? – pregunte suavizando mi agarre.

Zed: Lo tenía agendado. En fin, en la conversación pude darme cuenta que se había llevado un acuerdo en donde tú tendrías que vivir con tu padre – me sorprendí mucho por esas palabras, empecé a darle un leve masaje en la melena – eso fue hace años por lo que entendí, pero tu... Martha te alejo completamente de él para así sacar beneficio de ello – hice que se reincorporara.

Tú: Específica – le ordene.

Zed: En resumen, deberías de vivir con tu padre pero Martha te escondió de él para así poder cobrar manutención – soltó. Esa maldita bruja, cuanto la detesto y repudio.

Me recargue en el respaldo de la silla completamente furiosa por lo que esa tipa se atrevió a hacer, solo me ha estado utilizando para obtener dinero.

Zed: Ahí es donde entra Mauricio y el Prof. Ramírez – lo mire seria, no entendía a qué se refería – Mauricio fue el amante de Martha y la razón por la que tu padre y ella se divorciaron, y Ramírez por no decir nada de tu paradero a tu papá.

Tú: Esos hijos de perra, Ahh – grite furiosa.

Zed: Debes llamarle ahora mismo – Dijo antes de salirse del cuarto, no se si eso fue un consejo o una orden. Pero a estas alturas es lo más importante.


¶ Narrador Omnipresente ¶

___ había sido dejada en total privacidad dentro de aquella habitación, pero eso no facilitaría tomar el teléfono y marcar el número que le acercaría a su padre. Pero, ¿quién podría estar de lo más normal al saber que tiene que hablar con una persona de la que no supo por tantos años?.

Algunos hubieran preferido olvidarse del pasado y seguir, pero ___ anhelaba poder irse lejos de su problemática familia. Mientras que ella se debatía en llamar y que decir, Zed se unió al pequeño en la sala.

Kevin: ¿Y mi hermana? – pregunto a lo que Zed apunto hacia arriba – no me caes bien – soltó directo.

A Zed no le importaba la opinión del mocoso delante de él, pero estaba obligado a ganar un poco de confianza si quería manipularlo en un futuro, por lo que continuó la platica de la forma más amena posible.

Lo que ni ___ ni Kevin se imaginaban, era la escena que se desarrollaba en su casa. Alrededor de 4 patrullas detenidas a media calle, toda la cuadra estaba cerrada y unos 15 policías ya hacían adentro pateando puertas. La razón, un anónimo había dado información comprometedora a los medios y en este momento se llevaba a cabo el arrestó contra Mauricio.

Zed no quería involucrar a su princesa en todo ese show, por ello le hizo venir y al "mocoso" como él le llamaba le hizo venir para avanzar con su plan. Si bien él no quería solo encerrar al infeliz del padrastro de su amada, si no más bien matarlo, no lo haría personalmente pero tenía un aliado en prisión que estaba dispuesto a hacer su trabajo.

Zed: ¿Tienes hambre? – le pregunto al niño, quien dijo 'Sí' muy rápido – traeré algo – el joven se dirigió a la cocina, por lo que pudo ver a su amada bajar a la sala.

El resto de la noche fue divertida en cierto modo, ya que ___ se la paso molestando a ambos y estos le respondían. Cualquiera que los mirara pensarían que son hermanos o algo así, y en verdad Kevin lo tomó de dicha forma, para Zed fue una noche más en la que se recalcaba a sí mismo que ___ era suya y para ___ sólo fue una noche lejos de las escorias de su madre y su esposo.

Tarde o temprano ___ deseara poder volver a tener noches como esa.

El Yandere De La Chica Rebelde ▌ᴱᴰᴵᵀᴬᴺᴰᴼ ▌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora