El Yandere De La Chica Rebelde ▌ᴱᴰᴵᵀᴬᴺᴰᴼ ▌

"Parque"

¶ Narra "___" ¶
   
 
Ya habían pasado al menos cinco días desde que la condena de Mauricio se llevó a cabo, los mismos días en que me he percatado que esa mujer tan repudiable que tengo por madre tiene sentimientos. Desde que lo arrestaron aquella noche en que Kevin ni yo estuvimos aquí, ella se la ha pasado llorando de rincón en rincón.

Me asusta ese lado de su ser, es demasiado hipócrita de mi parte.

Tú: No te tocaste el corazón para alejarme de mí familia, con tal de sacar beneficio – dije para mi misma.

No diría que extraño al inútil de Mauricio, pero he de admitir que la falta de su presencia en la casa fue notable para todos, incluyéndome.
Hoy era su funeral. Martha había preparado todo y arreglado la casa completa para darle una despedida, yo no pensaba bajar y por lo que veía tampoco Kevin lo haría.

Tú: Oye enano, ¿no piensas bajar? – me anime a preguntarle. Ya no podía seguir viéndolo sentado frente a la puerta – ¿no quieres algo? ¿Qué tal un pan?, a ti te encantan – me negó aún sin levantar la cabeza.

Desde que fue a visitarle en prisión, sólo al llegar a casa se encerró en mi habitación desde entonces. No salía por nada del mundo a comer ni si quiera ahora. Mi pequeño hermano estaba vestido con una camiseta negra y unos jeans azules , bastante simple pero de acuerdo con lo que se llevaría a cabo en casa.

Estoy harta de que me tenga aquí encerrada, aunque a decir verdad yo soy la que se queda con él. No puedo salir con tranquilidad sabiendo que el pobre está así, y mucho menos él quiere salir conmigo.

Las vacaciones pronto acabarían y yo me las pasaría encerradas en mi cuarto junto con un mocoso chillón.

Kevin: Quiero bajar – apenas logre escucharlo.

Me levante de la cama y me acerqué a él, para tomarle de la mano y llevarlo al funeral en planta baja.
Podía sentir las miradas de todos sobre nosotros. Las zorras amigas de Martha, los ineptos amigos de Mauricio, mis otros dos hermanos y de uno que otro oficial que se encontraba ahí.

Kevin se aferro a mí cuando miro a alguien acercándose a nosotros, un estúpido policía.

Policía: Mi más sentido pésame – idiota, tengo que recordar les que ustedes lo mataron. Además a mí no me venga con eso – me gustaría hacerle algunas preguntas señorita – esto me sacó por bajar.

El oficial nos hizo salir de la casa, y digo que nos hizo salir, porque Kevin no me soltaba la mano ni para ir con Martha que le había llamado. Ahora se hacia pasar por la esposa abnegada y buena madre, maldita zorra.

Policía: El día del arresto de su padre... – lo interrumpi.

Tú: Padrastro, el hijo es él – agite la mano con la que sostenía a Kevin.

Policía: En fin, durante esos momentos unos niños nos informaron que había desaparecido su hermano menor, me podrías decir, ¿dónde estuviste amiguito? – se arrodilló a la altura de Kevin.

Él sólo volteo a verme y seguidamente el oficial. Ahora tengo yo que tratar con este infeliz y negligente policía. El hombre de traje azul se reincorporo y me miró pidiendo respuestas.

Tú: No cree que preocuparse por un "niño desaparecido" – hice comillas con mi mano libre – a los cinco días es ridículo, pero no aquí esta haciéndonos perder el tiempo.

Sabía que le había molestado mi actitud, pero no podía perder el control y ofender a dos menores, sería muy difícil defenderse de ésto con sus superiores.