"Desconocido"

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❦{ Narra "___" }❦

Llevaba toda la tarde en casa de Zed para poder recibir el número telefónico de mi padre, pero él dijo que no me lo daría hasta mañana y que hoy me relajará. De cualquier forma si lo necesitaba ya que en verdad me destrozo la noticia de que Javier estuviera muerto.

Zed: Ire a traer algo de cenar, ahora vuelvo – oí decir a Zed para luego salir de la habitación.

No le hice mucho caso y termine recostandome sobre la mullida cama y cerrar los ojos.

Tú: ¿Cómo es posible que hayas muerto Javier? – dije triste al recordarlo, mientras una lágrima traicionera salía de mi ojo.

¶ Atención a partir de aquí serán recuerdos. Las letras ladeadas serán el diálogo de ___¶

° FlashBack °

♧° Narrador Omnipresente °♧

¿Porqué tubiste que irte?... Ahora quien me llevará a casa cuando sea de noche.

El sol se ocultaba en aquella ciudad ruidosa y sumamente transitada. Las familias, parejas o grupos de amigos dejaban aquel parque donde pasaban un maravilloso rato, poco a poco se hacía presente la noche y ese parque quedaba vacío.
A excepción de una pequeña de unos 11 años de edad que se encontraba aún en los columpios.

Sus pequeñas manos sostenían las frías cadenas de aquel juego mientras que sus pies apenas tocaban el suelo, donde ya hacía presencia un agujero debido a la forma en que paraban los niños al bajarse.
En aquel parque predominaba un silencio sepulcral, lo único que se mantenía era el rechinar de las cadenas de aquel columpio que era ocupado por la única persona presente.

Tu: Más alto papá, quiero volar 'snif' – dijo la pequeña aún sentada en el juego para luego arrastra su pies dándose un ligero impulso.

Durante unos 10 minutos todo permaneció solo en aquella oscuridad que inundaba aquel parque público. La niña aún se columpiaba levemente, pero se exalto al sentir un par de manos tras de ella empujarla, ganando así más altura.

Tu: Ahh... – dio un leve grito por el miedo y dolor que le provocó saltar del juego y caer en el césped – ¿quién eres? – inquirio al voltear a ver a la persona que aún seguía detrás del columpio.

Apesar de la oscuridad de la noche la pequeña fue capaz de distinguir las facciones de la persona. Se trataba de un joven mayor a ella por unos años, vestido con ropas negras excepto por su polera blanca que hacía contraste con lo demás, su cabello algo alborotado del cual no se podía distinguir color alguno, para último notar su postura la cual tenía su pierna derecha cruzada frente a la izquierda, mientras que sus manos sujetaban las cadenas de aquel juego para niños.

?: Me llamo Javier, te vi jugando aquí sola y quise jugar contigo – dijo el mayor en modo de presentación, mientras que la pequeña se incorporaba de pie – no te haré daño solo quiero jugar, ven siéntate – hablo de nuevo mientras que con su mano golpeaba el asiento del columpio.

La niña aún temerosa permanecia en su lugar. No estaba convencida de hacer caso a un completo extraño, poco a poco comenzó a caminar de regreso a su columpio para sentarse, con algo de miedo aún presente tomó entre sus manos las cadenas.

Javier: Tranquila no te pasará nada malo solo quiero jugar – dijo el mayor en un tono suave, calmando un poco a la pequeña – ¿cómo te llamas niña? – pregunto mientras empujaba a la pequeña.

Tú: Me llamo _-___ –

Javier: Bueno ___, jugaremos un rato y después te llevaré a casa.

Y tal como dijo Javier, ambos jugaron durante otros 15 minutos más en aquel parque solitario. Poco a poco ___ perdió el miedo hacia aquel chico que apenas esa noche había conocido, inclusive le llegó a mencionar que siempre llegaba al mismo parque en las tardes después de la escuela.
Al pasar aquellos minutos de juego y platica. Javier tomó de la mano a la pequeña ___ para llevarla a su casa e irse al asegurarse de que estaba dentro.

Al día siguiente como dijo ___, estaba en el mismo parque después de la escuela. Ahora el parque se encontraba lleno de personas realizando cualquier actividad, como siempre ___ los ignoró y corrió a sentarse en aquel que era su columpio favorito, ya que en el jugaba cada vez que venía con su padre. Aunque ahora no lo hacía, solo se mantenía quieta sujetando las cadenas con la mirada hacia sus pies, cuales colgaban al no poder tocar suelo.

Pronto sintió como un segundo tomaba las cadenas en una parte alta, de modo que elevó su vista encontrándose al chico de la noche anterior detrás de ella, con una sonrisa presente en sus labios.

Javier: Hola peque, ¿jugamos? – dijo el mayor empezando a columpiar a la niña.

Pronto ese simple juego se convirtió de algo ocasional o una actividad diaria. Las madres que llevaban a sus hijos a los juegos aún miraban de manera extraña al joven que jugaba de un día para otro con la niña que siempre estaba sola, pero esto poco les importó a ___ y Javier.

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Y no le hagan caso a extraños, recuerden que solo es un libro.

El Yandere De La Chica Rebelde ▌ᴱᴰᴵᵀᴬᴺᴰᴼ ▌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora