Totally Captivated ~NamJin~

Capítulo 32: Borracho

Irónicamente... los días que Namjoon fue forzado a contar, hasta que ya no tuviera que practicar su autocontrol sin precedentes, fueron enumerados...

—Sólo queda una semana.

SeokJin, quien también era un activo innato, simplemente estaba muy, MUY frustrado.

—Aahh...

Se encontraba en un bar bebiendo un enorme vaso de cerveza solo, como tratando de distraerse. No podía recordar la última vez que tuvo que reprimir sus deseos por tanto tiempo, podía masturbarse cuando Namjoon no le estuviera viendo, pero apostaba a que las consecuencias serían nefastas. Así que allí se encontraba, irritado y aburrido deshaciéndose sobre la mesa.

Observó a un grupo de chicos a unas cuantas mesas delante de él, eran tres chicos comunes y corrientes, pero ahora, dada su situación de frustración sexual, cada hombre que veía le parecía atractivo, incluso cuando antes había sido muy exigente; para no ir más lejos, Jimin es una excepcional belleza.

Se quedó observándolos hasta que cruzo miradas con uno de ellos, SeokJin se sorprendió un poco pero el pelinegro no, es más, se levantó de la mesa, pareció disculparse con sus amigos y emprendió camino hasta él.

—Hola, ¿qué tal? He notado como me has mirado por un rato. —El chico pelinegro era un poco alto, de mirada oscura y pinta de universitario promedio. No era nada extraordinario ni fuera de lo común. —Parece que tú y yo bateamos para el mismo equipo, también pienso que eres sexy, ¿por qué no vamos a algún lugar? —Pero eso le basto a SeokJin, quien después de recuperarse de la sorpresa, le siguió.

Apenas y salieron del bar, el chico le dirigió al callejón que quedaba al pie. Ya en la oscuridad y apartados se dispusieron a manosearse un tanto. SeokJin obviamente le traía loco, sin desaprovechar un solo momento, el chico abrió cuanto pudo su camisa, pues traía un saco encima de esta. Le beso afanado mientras sus manos desabrocharon veloces los pantalones de SeokJin. Con ambos pantalones abiertos y ropa interior un poco abajo, se pegaron más, y ambos pares de manos acariciaban sus miembros juntos, pero no por mucho.

—Espera... ya es suficiente. —SeokJin agarró por la espalda al chico para apartarlo.

— ¿Qué? Pero si apenas he podido tocarte.

—Estoy saliendo con alguien.

—Ya me has dicho eso.

—Sí, así que deberíamos parar aquí. —SeokJin se abrocho sus pantalones y arregló la ropa con gesto aburrido e incluso, un poco irritado, por la insistencia del pelinegro.

— ¿Qué quieres decir con parar? Ni siquiera hemos comenzado aún.

—Adiós.

—Oye, espera...

SeokJin volvió a entrar al bar y dejó al chico ahí parado en la calle; pero lejos de molestarse o sentirse indignado, el pelinegro lo pensó un poco, hombres como SeokJin son difíciles de encontrar, así que resolvió que tiempos desesperados requerían medidas desesperadas.

—Aquí tienes, bebe y come lo que gustes, te llevaré a un lugar lindo después.

Había llegado de nuevo a la mesa de SeokJin, con una gentil sonrisa y ordenando más cerveza con unos pequeños aperitivos. Le dijo a SeokJin que de todos modos quería hacer un amigo gay, que le parecía agradable y que bebieran juntos para conocerse, él iba a invitar; y SeokJin aceptó. En realidad la única parte que escuchó fue la última, porque fue la que le convenció, precisamente.

— ¡Yay! ¡Salud!

«Lo emborracharé y luego... ¡Directo a casa!»

El plan de pelinegro pareció funcionar mientras SeokJin siguió acabando cerveza tras cerveza durante el resto de la noche.