Kim SeokJin es un joven de 23 años que se esfuerza en todo lo que hace y vive como quiere sin importarle los verdaderos sentimientos de las personas que deja a su paso. Una de estas personas es Park Jimin, quien en un acto de venganza, provoca que S...
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— ¿Has visto a Jin por aquí?
—No. No lo he visto.
— ¿Es que ese punk ahora se teletransporta o algo? Estaba aquí hace sólo un segundo. —Jimin refunfuñó hacia el pupitre abandonado de SeokJin, pero casi de inmediato, como si lo hubiesen golpeado, guardó silencio y miró a Taehyung a su lado. El hombre tenía una expresión vacía en su rostro, y aunque Jimin intentó llamar a la prudencia, falló miserablemente. — ¿Todavía está en tu casa?
—No. Se mudó.
— ¡¿Se mudó?! ¡¿Adónde se ha ido?!
—Parece que las cosas se arreglaron con su novio. Habrá vuelto a la casa de ese tipo, ya sabes. —Taehyung terminó de ponerse su abrigo y recogió su maleta para irse del salón, dándole la espalda a Jimin como quien quiere aparentar indiferencia. —No me enteré de los detalles. El imbécil no contesta su celular.
«¡Taehyung! ¡Pobrecito! ¡Pobre criaturita!»
Jimin acunó su pecho sintiendo como propio el dolor de su amigo, e hizo una exagerada expresión de dolor en silencio, casi al borde del llanto, llanto falso pero empático.
Se permitió el luto por unos segundos más mientras veía a Taehyung desaparecer por el pasillo, y luego le reemplazó por una verdadera intención asesina que echaba humo por sus orejas, estaba furioso con SeokJin e iba a encontrarlo a como dé lugar para hacérselo saber.
«¡¿Cuántos corazones tiene que destrozar este imbécil antes de estar satisfecho?!»
El tonto de su amigo ponía todo el lugar de cabeza y luego desaparecía de repente, pero él no se lo iba a permitir esta vez, no señor.
Al mismo tiempo, SeokJin...
—No puedo... no puedo mirarlo a la cara...
...estaba lamentándose contra una pared detrás de uno de los edificios de la universidad. Después de haber huido como un cobarde apenas la clase dio fin, termino en aquel lugar sin tener idea de qué hacer.
«Se siente como si... estuviera soñando. Jin... ¡Jin!»
Estrelló su cabeza con toda la fuerza que pudo contra la pared, cuando las imágenes de ese día llegaron a atormentarlo una vez más. Taehyung lo había tomado con un cuidado tan desesperado, derramando todo su amor sobre él, entregándose e implorando ser aceptado.
La pared tuvo que recibir nuevamente una cabeza llena de arrepentimiento que parecía querer destrozarse al escuchar la voz de Taehyung dentro de ella.
«¡Que loco chiflado! ¡Estaba fuera de mí! ¡¡¿Por qué demonios hice eso?!!» Se recriminaba el rubio a sí mismo. «¡¡¡Habíamos logrado manejar ser sólo amigos todos estos años!!!»
Apartó la cabeza con un suspiro y se apoyó con su codo sobre la pared, teniendo que resignarse y admitir que la estructura no iba a ser tan benevolente con él como para caerle encima por un par de cabezazos.
