Totally Captivated ~NamJin~

Capítulo 28: Chocolate

Puedo escuchar muchas voces.

Justo cuando estaba mirando alrededor para ver de dónde venían, me di cuenta de que estaba, repentinamente, de regreso a cuando era un niño de primaria.

«¿Eh? ¿No soy un tipo de 23 años?»

Y...

«—¡¡PREFIERO DEJAR DE USARLA QUE SOPORTAR ESTE JODIDO SERMÓN!!»

«Ah... ese es...»

«—¡Oye, espera un segundo! ¡¡No puedes irte!!

—¡¡Mierda!! ¡¿Qué quieres?! ¡¿Quieres una paliza otra vez?!

—M...Mi mamá decía que acabar la escuela te hace una mejor persona...

Mis padres no habían fallecido, pero...

—Ella murió hace un tiempo, pero...

Pensaba que mi plan funcionaria si decía que habían muerto, ya que él era huérfano...

—...

—...todavía recuerdo el día en que me dijo eso.»

Y en realidad funcionó.

«—...Suéltame.

—Vas a volver ¿verdad?»

El clima estaba tan frío, lo suficiente para helarte hasta los huesos incluso si estabas abrigado. Él camino hacia afuera, medio desnudo, descuidadamente.

«— ¡No te vayas! ¡Te puedes congelar hasta morir si te vas así!»

Su espalda volteada hacia mí, sentía que bien podría haber sido la mía.

Pero era muy listo y cobarde, por mi propio bien. Entendí que tan importante era la calidez para la gente, sin importar que proviniera de la pena o la hipocresía. No tenía el coraje para darme por vencido con él, sin importar cuán patético o miserable tuviera que ser para detenerlo.

Pero, a pesar de todo, me apartó de su camino... como si fuera una bestia rechazando el toque del hombre, aunque significara la muerte.

Quería detenerlo para que no se fuera, pero no sabía cómo. Así que lo único que podía decir era...

«—Te esperaré... TE ESPERARÉ JUSTO AQUÍ.»

¡Así que tienes que volver!

Tienes que...

— ¿...eh?

—Ciertamente creciste mucho.

Finalmente abrí los ojos y me encontré con la espalda de Namjoon, justo frente a mí, pero esta vez sí lo había alcanzado. Estaba sentado a mi lado, pero cuenta.

— ¿Qué demo...? ¿Por qué me estás agarrando? Eras un cadáver hasta hace un segundo...

Mire alrededor y pude ver un suero sobre mí, y el techo y paredes, definitivamente no era mi casa. Entonces debía estar en el apartamento de Namjoon. 

— ¿Aún estoy soñando?

—No es una sorpresa que no puedas diferenciar entre un sueño y la realidad, considerando que tu fiebre subió hasta 38.9 grados. —Namjoon tenía puestos unos lentes, y en su regazo estaba un portátil. Estaba trabajando mientras me cuidaba.

—Esto sería demasiado embarazoso de admitir, si no estuviera soñando... pero, yo... te esperé.

—¡...! —Dejó el portátil a un lado de la cama y volteo por completo a verme, más que sorprendido.