Totally Captivated ~NamJin~

Capítulo 35: Nada

— ¿Qué estás haciendo aquí?

Namjoon soltó a SeokJin y apuró el paso hasta llegar a Bang Si Hyuk, quien se detuvo pero no le miró, permaneciendo de lado, tan elegante como siempre.

—Iba a entrar, tengo una cita. En todo caso, estaba a punto de pedirte que vinieras.

— ¿Por qué, salió algo?

Bang permaneció en silencio por un breve momento, dándole una mirada de soslayo y bastante afilada a SeokJin, estremeciéndolo. —Hablemos después.

— ¿Qué quieres decir? Ahora me ha dado curiosidad. —Namjoon le hizo el ademán al Presidente de entrar al restaurante y le dijo a SeokJin que regresara al cuarto privado donde habían cenado antes. —Kim SeokJin, quédate quieto por un minuto. —Le dijo señalándole con el dedo, autoritario, y luego ambos se marcharon.

SeokJin hizo una mueca por la orden inesperada y luego resopló, «Es cierto, me olvidé de ese tipo», desvió y la mirada y se encaminó hacia donde le habían dicho.

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—... ¿Así que la fiscalía esta tras nosotros?

—Sí, me han dicho que podrían emitir pronto una orden de registro.

—Eso es una gran molestia, vejo. —Namjoon habló pensativo mientras sostenía un cigarrillo entre sus dedos. El Presidente estaba sentado en los sillones de cuero negro pegados a la pared, y Namjoon estaba sentado justo frente a él, en la pequeña mesa de centro, donde descansaban dos vasos de whiskey sin probar. — ¿Qué tal si esto se nos va de las manos?

—Bueno, tenemos que esperar y ver. El senador o la fiscal no dejarían que esto se les fuera de las manos.

— ¡Ja! Claro que no lo permitirían. Tan sólo hay que pensar en cuanto se les han llenado los bolsillos todos estos años.

El Presidente se levantó con los ojos cerrados y una sonrisa en la boca, causándole gracia la actitud de Namjoon. —... Tú simplemente no sabes cuándo crecer, ¿o sí? —Abrió sus ojos suspicaces e inspeccionó a Namjoon de pies a cabeza. —Sólo mira como llevas tu ropa, luciendo como un vago en un lugar como este...

— ¿Eh? —Namjoon bajó la cabeza mirándose a sí mismo, su costosa camisa de diseñador y el saco de paño a juego estaban desordenados y casi a medio vestir, consecuencia de su calentura con SeokJin en el pasillo minutos antes. Bang estiró su mano hacia el cuerpo de Namjoon. —Ah...

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«¡¡NO PUEDO SOPORTAR MÁS ESTO!!»

SeokJin rugió furioso con sus codos recostados sobre la mesa, ya llevaba treinta minutos de estar abandonado y no estaba dispuesto a esperar ni un minuto más. Fue hasta la recepción y preguntó en qué cuarto privado se encontraban el par de gánsteres; ya lo habían visto entrar con Namjoon, así que le reconocieron y no tuvieron problema en decirle dónde estaban.

Al llegar frente a la puerta levantó su mano para golpear, pero entonces se dio cuenta que estaba abierto, por tanto sólo se permitió entrar. Sus ojos estallaron en completa sorpresa y confusión por la escena que presenciaban.

Namjoon estaba sentado en una pequeña mesita a espaldas de la puerta, apoyando una mano sobre la superficie. Su cabeza miraba hacia arriba y era rodeada por una gran y casi arrugada mano que le sostenía desde la nuca, enredando sus dedos en su cabello negro. La mano le pertenecía al Presidente, que estaba de pie, pero agachado frente a Namjoon, su rostro tapado por la cabeza de este último.

El Presidente se irguió y dejó a Namjoon lentamente, el susodicho bajó la cabeza y volteó un poco, encontrándose con SeokJin en la puerta, sus ojos estupefactos y su boca un poco entreabierta.