Capítulo 50: Posesividad

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Apreté con fuerza la sabana arrugada debajo de mi palma, cuando sentí la nueva embestida. Cada una era nueva para mí, cada vez que Namjoon se abría paso por mi interior era como la primera vez, sentía su dureza tan nueva, un detonador de cientos de sensaciones. Empujaba sus caderas con fuerza contra mí, como si estuviera desesperado por ir más profundo, aunque fuera imposible; y cuando nuestras pieles chocaban con tal ímpetu sentía mis piernas temblar. Todo mi cuerpo temblaba ante la ferocidad de sus movimientos.

Saque mi rostro de entre el colchón, para girarlo un poco hacia atrás y verle sobre mí. El sudor bajaba por sus sienes, besando su mandíbula y acariciando su cuello y clavículas. Sólo había una luz en la habitación, pero contrario a lo que se pudiese pensar, podía ver perfectamente su cuerpo de piel tostada, el sudor iluminándolo y bañándolo tan deliciosamente. Los músculos de sus hombros, sus brazos y su pecho estaban tensos, ejerciendo fuerza mientras Namjoon se cernía entero sobre mi espalda, me enterraba sobre el colchón en un intento por fundirme contra su cuerpo.

Y de nuevo lo sentía. Su pene se arrastraba por mi carne de forma mordaz. No había invitación, ni preliminar, no esperaba ni llamaba, sólo entraba con tanta rapidez y fuerza que me sacaba el aire por completo. Y mientras me sentía incendiándome por detrás, mi pene danzaba contra el borde del colchón adelante, abrazándose a la sabana y matándome con una fricción tan exquisita. Definitivamente, cuando llegamos y Namjoon me arrodillo en el suelo y acostó mi pecho en la cama, sabía muy bien lo que hacía.

Si no estaba en mis cinco sentidos cuando le ofrecí hacer lo que quisiera, mucho menos lo estaba mientras me penetraba con tanto frenesí.

Sus caderas golpeando mis nalgas eran tan certeras y mis jadeos y gemidos tan desordenados.

— ¡Ah...! Ah, Jefe... ¡Espera!

—...Prometiste... que no ibas a escapar.

—Ah...

Su grave voz salió amortiguada en jadeos excitados, curvando su cintura como si fuese un látigo, y azotándola contra mi trasero. Sus grandes manos se posaron sobre las mías, y sus dedos se entrelazaron a los míos con fiereza, sujetándome para que no intentara escaparme un solo centímetro, evitando que el impulso de sus empujes apartara mi cuerpo del suyo.

— ¡Ahh! ¡Ahh...!

Sentí mis muslos temblar tan furiosamente por sus penetraciones bruscas; mis rodillas hubiesen flaqueado si no fuera por la alfombra del suelo que las mantenía fijas, de estar completamente en la cama, mi cuerpo ya habría caído derretido y débil. Pero no, mi trasero seguía en el aire, encontrándose una y otra vez con un pene implacable y un hombre tan hambriento de mí. Sentí que sus piernas se alejaban de las mías, entonces las estiró todo lo que pudo, y estando en puntillas se impulsó y me penetró tan profundo que sentí romperme en dos; apreté mis parpados y gemí largo y tendido al sentir mi espina dorsal quemando en placer y dolor, y mi cuello siendo asaltado por unos dientes lujuriosos.

Su pene se deslizó fuera y su lengua lamió mi espalda, al mismo tortuoso y lento ritmo, mi cuerpo entero se estremecía, cada pequeño nervio alerta y entonces, tan extremo sensible a cada pequeño roce de su piel; todo Namjoon volvía a calvarse dentro de mí.

Y la noche apenas comenzaba.

≈≈≈≈≈≈≈

No hablemos de cosas obvias, como que terminé totalmente exhausto o que fallé tan miserablemente en sacarle la idea de la cabeza.

Me concentré en la hora y en hacer que mi profanado y desnudo cuerpo descansara al menos las tres horas que me quedaban para dormir.

—Sexy zorrito~~

Totally Captivated ~NamJin~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora