Totally Captivated ~NamJin~

Capítulo 9: Mordida

Entrando a la oficina un poco más temprano que otros días, Jin se encontraba feliz ya que había acabado sus exámenes.

— ¡Buenas tardes, señores! ... ¡¡¡UUGH!!!

Pero detrás de la puerta se encontró con un brillo cegador y una perfecta escena preparada para la más hermosa y sensual portada de revista que jamás haya existido. Unos vaqueros de color claro ceñidos a sus perfectos muslos y una camisa oscura completamente abierta que medio caía por sus hombros, eran todo lo que reposaba sobre su cuerpo bien trabajado, además de la placa que descansaba sobre sus clavículas; su pierna derecha estaba estirada sobre el magnífico piso de madera y su pierna izquierda doblada sobre la superficie en la que estaba, todo su cuerpo adueñándose del espacio como si fuese su trono, derramando confianza y belleza por cada una de sus extremidades de color tostado. El cabello negro volvía a caer por su rostro, extrañamente tranquilo, su perfectamente delineada mandíbula estaba relajada, sus labios entre abiertos y sus almendrados ojos... cerrados.

«¿Q-qué demonios? Es solamente Namjoon durmiendo en el sofá... No inventes, una oficina de la mafia convertida en una portada de revista, rayos ¡El poder de la belleza!»

Tras recuperarse de la sorpresa inicial por la increíble presencia de Namjoon –aunque dormido– Jin entro por completo a la oficina para acercarse a los hombres que admiraban a su Jefe de cuclillas a unos metros de este.

—Hey, Jin ¡Bienvenido! —Saludo Jackson

—Llegas temprano hoy. —Y Jungkook le regalo una sonrisa.

—Nuestro Jefe es condenadamente atractivo ¿no? —Jackson susurraba y le hacia una señal a Jin para que se sentara con ellos.

—Puedes aportarlo, si tuviera una hija, lo atraparía y lo haría mi yerno.

—Nah Jungkook-shi, hombres como él solamente son buenos para aventuras de una noche. —Negó Jin con su dedo índice. —Además, hoy en día tu hija no te dejaría emparejarla, te dejaría de querer si lo intentaras. Aparte, al Jefe no le gustan las chicas.

Jungkook hizo un gesto de desilusión ante el llamado a la realidad de Jin, mientras que Jackson solo agacho la cabeza incapaz de admitir que adoraría emparejar a su hijo con su Jefe... si tuviera un hijo bonito. De ese modo todos se quedaron admirando la belleza de Kim Namjoon, embobados como viejas chismosas del mercado mientras lo miraban y se acercaban a tocarlo.

—Sí, todos los hombres deberían tener una nariz griega como la de él.

—Me pregunto si esas largas pestañas no le molestan.

—Mmm... —Namjoon arrugo el entrecejo y sacudió un poco el rostro para levantarse de un solo y repentino movimiento, chocando cabeza con cabeza con Jackson.

— ¡¿Qué mierda...?! ¿Qué estúpido hizo eso?

—N-no quise hacerlo ¡Fue un accidente Señor!

—Uh... ¿Tuviste una pesadilla Jefe? —Pregunto Jin sonriendo apenado por la mueca de dolor que hacia Namjoon mientras sobaba su frente. Namjoon lo miro en silencio y entonces le pellizco una de sus mejillas.

—Ahora que presto atención... —Namjoon se acercó a la cara de Jin. —...tú te pareces un poco.

— ¿Parecer a quién?

—No, no puede ser.

«¡Exactamente! Eso es lo que dije, estúpido Namjoon.»

Namjoon soltó a Jin y se paró frente al gran ventanal de la oficina, aunque sus ojos estaban posados en el exterior, él no estaba mirando en realidad. Tras muchas colillas de cigarrillo en la misma posición, Jin lo observo confundido. «¿Esta de mal humor? Realmente no parece molesto.» Jin no sabía que los gánsteres tenían pesadillas cuando en realidad son malvados en la pesadillas de otros.