Kim SeokJin es un joven de 23 años que se esfuerza en todo lo que hace y vive como quiere sin importarle los verdaderos sentimientos de las personas que deja a su paso. Una de estas personas es Park Jimin, quien en un acto de venganza, provoca que S...
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— ¡Hyo Jong! ¿Qué demonios le pasó al Jefe? ¡¿Dónde está él ahora mismo?!
—...
Ante el silencio de Hyo Jong al volante, SeokJin solamente podía sentir que se hundía más y más en un hoyo infinito de mísera preocupación. Al final, había decidido hacer lo que Hyo Jong dijo e ir con él pensando en la seguridad de Namjoon, pero por el momento realmente no parecía ser útil. No tenía idea de adónde se dirigían, estaba en la parte de atrás de la camioneta con las manos atadas a su espalda, y el hombre al volante no le decía nada ni contestaba ninguna de sus preguntas.
— ¿De verdad... esta era la única manera en que podías manejar esto? —Era terriblemente exasperante. —Si es por dinero, Hyo Jong ¡yo te lo daré! ¡Puedo conseguir cien millones de won sin importar lo que cueste!
—No es por dinero.
— ¡¿Entonces por qué es?! ¿Te estás vengando?
—Yo... mira, yo tampoco quería llevar a cabo esta estúpida mierda, pero...
— ¿Eh?
—Después de esto... no te deberé nada.
— ¡¿Perdón?! —Aún si el hombre había contestado a sus preguntas –a medias–, no le servía de nada a SeokJin si no entendía nada de lo que estaba pasando.
El revoltijo que sentía en el estómago parecía estar escalando lentamente a su cabeza, mareándolo en entera angustia.
—Estamos aquí, baja.
SeokJin reconoció el lugar de inmediato, era la bodega donde habían llevado a Hyo Jong antes cuando había huido con dinero de Namjoon. No era de noche como en aquel entones, apenas estaba empezando a atardecer pero aun así la atmósfera tétrica era la misma. Hyo Jong lo había ayudado a bajar de la camioneta y luego había emprendido camino, esperando que SeokJin lo siguiera todavía con las manos atadas. Un escalofrío había recorrido su cuerpo al pasar por la puerta de entrada y divisar a lo lejos la parte trasera, donde Hyo Jong había sido casi asesinado por Namjoon.
Pero no se dirigieron allí, en cambio, doblaron por un pasillo oscuro y subieron unas escaleras que no había visto la primera vez que vino. En el segundo piso había luces prendidas y mucha bulla.
— ¡Hey, Jin!
—Ah... Hoseok... y Yoongi...
Se quedó sin aliento cuando el entrar se encontró con los rostros sonrientes de Hoseok y Yoongi, saludándolo como si nada. Hyo Jong llegó a su espalda y desató sus manos, y luego pasó derecho por la habitación.
Si antes no entendía nada, ahora menos.
— ¿Qué es esto...? ¿Qué está pasando aquí?
Hoseok terminó de ajustar los guantes que estaba vistiendo, y se acercó a SeokJin para comentarle. —El Jefe nos dijo que nos aseguráramos de sacarte a salvo a ti primero.
