Totally Captivated ~NamJin~

Capítulo 30: Enojado

Era temprano y la cafetería de la universidad estaba casi vacía, pero era mejor así, sin tanto ruido ni alboroto alrededor. Así que Jimin se permitió disfrutarlo, le gustaba comer solo en las mañanas, para concentrarse mejor en organizar lo que debía hacer durante el resto del día.

Iba camino al mostrador para ordenar el mejor desayuno, pero entonces se percató de la alta figura en un rincón. SeokJin estaba sacando un café de la máquina expendedora, completamente perdido en sus pensamientos. En un primer momento sintió un pequeño revoltijo de emociones, la última vez que lo había visto fue cuando todo acabó definitivamente; sin embargo, hablando de Jimin, se recuperó rápido y como gato que acababa de encontrar una nueva bola de estambre, saltó sigiloso a la cacería.

Se fue de puntillas, muy sigiloso y llegó a SeokJin por detrás, se acercó silencioso a su oído y susurro en extremo malicioso.

—Aún no lo has hecho con Namjoon ¿verdad?

SeokJin escupió su café y este terminó, prácticamente, sobre su mano. Gritó porque estaba caliente y luego le reclamó al risueño Jimin el haberse acercado de esa manera.

— ¿Qué? ¿Todavía mantienes contacto con el Jefe? —Preguntó un poco sonrojado y sintiéndose abochornado, tanto por el café como por la pregunta.

—De ninguna manera, pero es muy fácil saber que no lo has hecho con él. Después de todo viniste a la escuela y estas caminando bien. —SeokJin se mostró un poco descolocado por las palabras de Jimin, y sólo pudo seguir escuchando mientras sobaba su mano. —Cuando no viniste a la escuela estos días pensé que ustedes ya lo habían hecho, pero después me enteré de que solo tenías un resfriado... —Jimin suspiró.

— ¿Eh? ¿Hola? Sigo aquí...

—Realmente debe pensar que eres algo especial para que esa bestia te deje en paz, especialmente cuando ustedes dos están viviendo bajo el mismo techo.

— ¿Bestia? ¿De verdad? ¿Ahora? —SeokJin lo miró aburrido, desconfiando por completo de Jimin. Conocía bien lo pícaro que podía ser.

—Si logra atraparte, no te deja ir por, al menos, tres horas. —Jimin había pasado su brazo por los hombros de SeokJin y lo había acercado a él, hablándole bajo, como si fuese un secreto; aunque en realidad parecía más a una advertencia. —Le importa un rábano como te sientas, no para hasta que esté satisfecho. Después de eso, estarás totalmente agotado, hasta el punto en que no podrás ser capaz de levantarte, mucho menos caminar a casa.

—¡...! —SeokJin escuchaba y cada vez se sentía más y más mareado, todo empezaba a darle vueltas. Jimin se separó de él y le dio la espalda para fingir que sollozaba al cielo, dramático.

—A veces se rompe mi corazón sólo de pensar en el inevitable dolor con el que pronto tendrás que lidiar, trae lágrimas a mis ojos.

—Oh, bueno...

— ¡Aguanta! —Jimin le dio una palmada en el hombro a modo de ánimo y dejó al pobre de SeokJin temblando, mientras se iba sacando la lengua y bufando como gato travieso. Listo, su "buena" obra del día estaba hecha.

≈≈≈≈≈≈≈

—Hey, Kim SeokJin —El susodicho había salido de la cafetería con los ánimos hechos trizas y el genio por el suelo, y teniendo en cuenta que desde antes no había amanecido con el mejor humor, definitivamente no estaba para tratar con nadie, menos con el animadísimo y entusiasmado Taehyung que se acercaba por el jardín de la universidad. —Escuché que estas saliendo con alguien.

En efecto, fue un poco –mucho– exasperante cuando llegó hasta él e hizo la pregunta del año con un codazo en su costado y un baile de arriba a abajo de sus cejas. — ¿Es que mi vida personal es especial o algo? ¿Cómo es que cada maldito pendejo lo sabe si yo no se lo he dicho a nadie?

—Park Jimin ha estado cotorreando sobre eso. Ahora que él no puede, estoy seguro que está tratando de detener a otros para que no estén contigo también. Es tan obvio.

—... —Taehyung lo dijo divertido como si fuese algo tan simple y normal, pero SeokJin no supo ni qué pensar de eso, o tal vez sencillamente no tenía las energías.

—Como sea, escuché que tu nuevo hombre esta que se cae de magnifico, ¿es cierto?

SeokJin miró a la nada y dejó salir un pequeño resoplido que no llego a suspiro, en una diminuta sonrisa, pero sonrisa al fin y al cabo. —No sólo es apuesto y sexy.

— ¡Oh!

—Tiene un cuerpo ardiente.

— ¡Ooh!

—También es muy varonil.

— ¡Oh, oh!

—Y rico.

— ¡Vaya!

—Es un activo.

—¡¡¿QUÉ?!! —Taehyung explotó. — ¡DE NINGUNA JODIDA MANERA! ¡¡NUNCA QUISISTE CAMBIAR DE OPINIÓN, NI UN POQUITO CUANDO TRATÉ DE SEDUCIRTE!! —Se agarró la cabeza con ambos brazos y gritó al aire en entera indignación. — ¡¡TU "CASTIDAD" ME PERTENECE!!

SeokJin gruñó.

— ¡VEN AQUÍ! ¡NO ME IMPORTA SI TENGO QUE HACERLO EN EL BAÑ-

— ¡Bastardo loco! —Finalmente no soportó más y le estrelló un libro –de tapa dura, hay que decirlo– en toda la cara para callarlo y se fue preguntándose cómo era que el chico podía empeorar cada día.

— ¡Jin, yo estoy bien dotado también! —Gritó a lo lejos Taehyung, un poco ahogado ya que se sobaba su nariz y se limpiaba el mar de lágrimas  de cocodrilo con el que lo habían abandonado.

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— ¡Hola a todos! —Después de salir de sus clases, SeokJin se dirigió a la oficina, su ahora trabajo oficial.

— ¡Woah... pasa! Escuchamos que estabas enfermo. —Los subordinados de Namjoon lo recibieron, como siempre, alegres por su presencia. Los que no habían ido a verle al departamento de Namjoon aprovecharon a saludarle.

—Jajaja, estoy bien ahora.

— ¡Estábamos preocupados por ti, chico!

—Escuchamos que comiste mucho pastel, ¿quieres que te compremos otro?

SeokJin se sonrojó y sonrió sintiéndose increíblemente cálido. «Se siente como si realmente fueran mi familia ahora...». El sólo pensamiento lo hizo muy feliz.

— ¡Para celebrar mi regreso y mi status oficial como un empleado pagado de esta familia, hoy cocinaré lo que ustedes quieran!

Los hombres vitorearon entusiasmados.

— ¡Quiero arroz frito con kimchi!

— ¡Dame un estofado de pescado!

— ¡Bulgogi, bulgogi!

—Okay, vienen ahora mismo. —SeokJin anotaba cada pedido en una libreta muy animado, hasta que sintió una colilla de cigarro golpearle la nuca.

—Vayan a conseguir su comida afuera, cabezas huecas. —SeokJin volteo la cabeza dudoso y se encontró con Namjoon en su estruendoso escritorio, estaba recostado sobre la silla y tenía las piernas sobre la mesa de madera pulida. —Pensé que no tenías tiempo... con todos tus exámenes por venir... —Su expresión sumida en irritación y mal humor. — ¿No fue eso lo que me dijiste anoche?

«Sabía que estaba enojado.»