Capítulo 44: Vulnerable

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Me desconcertó totalmente ahí, maldición...

Pretendiendo que no sabía ni una maldita cosa, cuando lo sabía todo...

— ¿A quién llama astuto zorrito cuando él es realmente el hábil...? ¡Ah!

Estaba sentado en una banca del área verde de la universidad, arrancándome los cabellos de la frustración y haciendo explotar mi cabeza mientras pensaba en todo lo dicho el día anterior; pero fui interrumpido en mi tortuoso descenso a la locura por una lata fría besándome la mejilla.

—Jimin...

— ¿En qué estás pensando, que estas en las nubes...? —Tomé el café helado que me ofrecía con su sonrisa tan amable y le hice espacio para que se sentara a mi lado. —Escuché que Namjoon armó toda una escena ¿eh? —Entonces su sonrisa se llenó de burla. — ¿Qué te pasa, amigo? ¿Por qué lo invitaste a salir conociendo su temperamento tan loco?

—...Es suficiente, ya he escuchado bastante. —Dije gruñendo del mal humor que me carcomía.

—Ya ha pasado como un mes desde que te mudaste con él, ¿no? ¿Cómo va la vida? —Cuestionó divertido, seguro por mi cara.

—"Amamos la vida... no porque estemos acostumbrados a vivir, sino porque estamos acostumbrados a amar". Justo como Nietzsche dijo. —Contesté sarcástico.

—Pensé que mandarías todo al diablo enseguida, pero llevas ahí mucho tiempo. Siempre estas quejándote de Namjoon, pero supongo que te gusta mucho, ¿eh? ...Supongo que no serias humano si viviendo con un señor perfecto hecho a la medida ni siquiera te causa una reacción.

—Es cierto, fastidia cada vez que se pone tan salvaje como una bestia, pero de todos modos...

—Jajajajajaja.

—... —Lo pensé y opté por hacerlo. —Hey... cuando estabas con Namjoon, ¿viste alguna vez a un tipo de unos cuarenta y tantos, casi cincuenta? Escuché que es el Director General de la Oficina Principal.

— ¡Ah, ah...! ¡Conozco a ese tipo! ¿Te refieres a ese guapísimo presidente, cierto?

— ¿Lo conociste?

—Sí, una vez. —Jimin se lamió el labio superior, guiñándome un ojo. —Me pegué a ellos cuando estaba comprando ropa para Namjoon, hasta me compró un conjunto también.

— ¿Cómo pudiste aceptar eso...? Descarado...

—Como sea, ¿por qué preguntas?

—Esos dos... —Apreté mis manos cruzadas sobre mis rodillas, preguntando cauteloso. — ¿No se veían un poco sospechosos?

¡¿QUÉEEE?! —Jimin saltó de inmediato, viéndome de pie horrorizado. —Oye, eso es una locura, ¿cómo puedes pensar eso? ¿Tienes idea de que tan viejo es ese tipo? Escuché que eran como padre e hijo.

—Como el Presidente nunca se casó, no tiene hijos propios.

Jimin abrió la boca para refutar de nuevo, pero entonces notó que yo apartaba la mirada, y para qué negarlo, la verdad estaba sudando un poco. —Eh... —Entonces una expresión gatuna se apoderó entero de su rostro, la malicia exudando en cada letra que salió de su boca. —Aww, ¿son celos los que estoy escuchando?

Sabía que iría por allí...

—...Es duro, ¿no? —Pero entonces escuché su voz suave, nostálgica. —Ese sentimiento...

—...

—Estas siendo castigado amigo. Ahhh~~~ se siente taaaan bien. —Canturreo de repente al cielo, en una enorme y descomunal sonrisa. —Finalmente estas recibiendo una probada de tu propia medicina. Debo ir a agradecérselo a Namjoon.

—No, imbécil... no es así.

— ¡Ah! ¡Cierto! Tengo un nuevo amante~~ De hecho, venía a presumir sobre eso. —Dijo mientras su sonrisa seguía siendo resplandeciente, pero ahora acompasada con ojos llenos de fuegos artificiales y un adorable sonrojo, no lo niego. —Y a diferencia de alguien que conozco, soy el único para él~~

— ¿Ahh?

—No es un guapo de primera, pero es tan dulce. Tiene tan buenos modales, es capaz y... ¡oh! ¿Mencioné que está muy bien forrado? Es bueno en ESO también. —Susurró eso último a mi oído.

— ¿Tan buen partido ha estado soltero todo este tiempo? ¿No es en realidad un embustero?

— ¡Eh! Parece que te estas poniendo celoso de mí también.

Eh, no. No lo creo.

—Entonces, ¿por qué no tratas de ponerte un poco celoso? ¡¿Por qué no lo haces?! —En menos de un segundo se acercó como fiera a atacar mis cachetes, pellizcándolos con sus pequeños y peligrosos dedos. —Es decir, ¡yo era tu amante también...! ¡Y no hace mucho tiempo!

— ¡Ouch!

—...Inténtalo y haz que funcione. —Le escuché decir de repente mientras me daba la espalda mirando al atardecer, y yo me sobaba la cara. —Al parecer piensas que tu corazón desaparece una vez que se lo das a alguien más. Pero la verdad es que no es así. Terminas teniendo dos, el tuyo y el suyo, juntos.

Entonces volteó su rostro hacia mí, con una sonrisa suave y ojos melancólicos. Quedé anonadado, sin saber si brillaban por si solos o por culpa de la luz que le bañaba tan hermosamente de pies a cabeza.

—Y luego, lentamente se fusionan en uno. Uno más fuerte y sólido. Eso es el amor.

—...

—...Había querido ser uno contigo. Bastardo... te ves tan bien... y además tan pronto.

—Jimin... —Su pequeña mano llegó hasta mi mentón y súbitamente su rostro estaba muy cerca del mío, y se acercaba más.

—Yo todavía sigo pensando en ti, mucho.

—¡¡Espera...!!

Levanté mi rodilla para ponerla entre ambos y empujé con mi mano su boca, casi haciendo crujir su cuello... para evitar a toda costa su beso.

Supe por la cara que hizo que había cometido un error, que inútilmente traté de arreglar. —Es decir, mmm... estamos en la escuela...

Él rugió.

— ¡SI TE HACES EL DIFÍCIL, SOLO HACES QUE QUIERA HACERLO MÁS! ¡VEN AQUÍ BASTARDO PRESUMIDO! ¡¿CÓMO QUE NO QUIERES UN BESO DEL INCREÍBLE JIMIN?!

— ¡HEY, HEY, HEY...! ¡CÁLMATE UN POCO! ¡ESTAMOS EN LA ESCUELA ¿RECUERDAS?!

El terrible e infantil forcejeo se vio interrumpido por un timbre de celular. Gracias a Dios.

—Oh, es él. —Era el celular de Jimin. —Te salvó la campana. ¡Te perdono un poco, Kim SeokJin! Aparta un poco de tiempo después, te lo presentaré. —Me dijo sacando la lengua exigiendo en un tono de regaño. — ¿Hola? Sí, estoy en la escuela.

—...Realmente se ve feliz. —Le vi hasta que se fue mientras hablaba entre dulces risitas. —Ciertamente es un bastardo listo. —...

Entonces volví a quedar solo, de nuevo en mi batalla con la locura...

«Escuché que eran como padre e hijo.»

«Eres el único para mí.»

«A menos que... tú me lo digas primero.»

Apreté mi boca y cerré con fuerza los ojos, sintiéndome terriblemente atrapado.

No importa que tan bella sea la bestia, no debí haberme dejado seducir por él. Cuando regresé a mis cinco sentidos, ya había perdido cualquier ruta de escape.

A esa bestia que me morderá, me hará sangrar, y que incluso puede matarme al final... ¿estoy ahora en un lugar tan vulnerable que debo entregarle todo de mí?

Totally Captivated ~NamJin~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora