Capítulo 10

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-Chicos,antes de empezar con el plan para salvar a Fenix me debéis unas cuantas explicaciones.- desde que llegaron todo cambió y empezaba a sospechar que la profecía fuera cierta.

-No hay tiempo. Tenemos que buscar a mi hermano ya.- dijo Apolo de una manera muy intensa mientras Eros afirmaba.

-Anoche no os importaba, como si fuera normal su desaparición o ser secuestrado. No os importó montar un karaoke mientras vuestro hermano estaba desaparecido.- ambos se miraron y bajaron la mirada, ocultaban mucho y empezaba a darme mal rollo.

-De acuerdo, siéntate. Vamos a decirte unas cuantas cosas pero debe permanecer dentro de esta habitación.- dijo Eros seriamente.

-Sí, prometo no decírselo a nadie.

-No sirve con prometer sin más, de donde venimos se hace un juramento y debemos aplicárnoslo allá donde vayamos- dijo Apolo.

-Tranquila amor, no es un pacto de sangre- dijo Eros sin abrir la boca. ¿Realmente nos podíamos comunicar telepáticamente o algo así?

-COSAS COMO ESTA QUIERO QUE ME EXPLIQUES.- grité un poco alterada.
-¿Como qué?- Eros sonreía y Apolo parecía saber lo que pasaba.

-Me hablas telepáticamente y no entiendo como lo haces, es algún truco de magia o venís de Hogwarts?

-No te hablo telepáticamente es solo que estas obsesionada conmigo y claro, no puedes evitar oír mi voz en tu cabeza.

-Eros haz el favor de callarte. Dafne, escúchame-dijo acercándose- lo que vamos a hacer ahora jamás debes contárselo a nadie, ¿vale?

-Que sí, decidme lo que debo decir y hacer en el juramento y contadme que ocultáis. Os acogimos en nuestro pueblo y en MI casa, merezco saber quienes sois y porque os inventasteis otros nombres.

-Claro que lo mereces preciosa, en nada empieza el show- dijo Eros frotándose las manos.
-Dafne, dame tu mano- ¿enserio? No era momento.

-No es momento de romances- dije cabreada.

-Dame la jodida mano para que empiece el juramento- dijo Apolo mientras Eros reía. Oops, era para eso.

Entonces Apolo puso mi mano sobre su pecho y la suya sobre el mío. Eros se acerco y puso mi mano y la de Apolo sobre su pecho mientras decía cosas en latín.

-¿Me estoy uniendo a una secta o qué?- dije para hacer la coña.

-Shhh Dafne, requiere silencio y concentración.- dijo Apolo.

Tras un minuto en silencio mientras Eros susurraba cosas turbias en latín, nos separamos.
-Muy bien, ya estaría.-dijo Eros animado.


-Pero si no he jurado nada.- dije indignada.

-Si lo has hecho, tu alma lo ha hecho- dijo Apolo.

-¿Que dice este?

-Eso te lo contaré más tarde, no has vendido tu alma al diablo ni nada de eso así que no te preocupes. Ahora querida, ponte cómoda en tu cama para que te expliquemos lo que vayas preguntando. - dijo Eros.

Me senté en la cama sintiendo las últimas experiencias que tuve, en la habitación, no en la cama.

-Primero, ¿de dónde venís?

-De un lugar que no ves pero sientes.- dijo Apolo.

-No lo entiendo pero vale. ¿Por qué os habéis quedado en Dempik?

-Se nos estropearon las motos y-

-Las motos no son excusa, la cuarta familia tienen hijos y tienen motos que os podrían regalar, de segunda mano. Además, mi padre os las arregló.

DafneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora