Fueron interrumpidos en ese momento cuando Lucero escuchó el llanto de su hijo.-Iker está llorando, espérame ya regreso.- Fernando quedó solo en la habitación.
¿Qué demonios estabas a punto de hacer? ¿Decirle TE AMO?, no aún no es el momento de hacerlo, fue un impulso, un impulso... no estaba midiendo mis palabras, no sé si realmente la amo, o la amo más de lo que puedo creer estar amándola, nuevamente todo es tan confuso. No puedes olvidarte las palabras de su padre, es una niña irresponsable, caprichosa, engreído, ególatra y frívola, aunque la Lucero que vi hace unos días era todo lo contrario-Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando ella regreso con el pequeño en brazos.
-¿Por qué lloraba?
-Su nana lo dejó un rato solo y se asustó, es algo cobarde el príncipe.
-Es un príncipe, de verdad Lucero es un niño hermoso.
-Es una obra maestra de la genética.
-Que modesta, tienes razón, ustedes dos son preciosos- llevó su mano al rostro de ella, mientras veía como su blanca piel se ruborizaba.- No bajes la mirada, amo ver tus ojos.
-Y ¿tú tienes que decirme aquellas palabras tan encantadoras?
-Habla mi corazón.
-Tú corazón- Lucero comenzó a sonreír, y su corazón latía con fuerza.
-Mamá, mamá...
-¿Qué sucede Iker?- La voz del niño estalló la burbuja romántica.
-Se escucha muy extraño que alguien te diga mamá.
-Me fascina cuando me dice así, a veces suele olvidarlo... Fer, es hora de su siesta, comienza a pasar sus manitos por sus ojos, cuando tiene sueño.
-Si quieres no te quito más tiempo y me marcho.
-No yo quiero verte un ratito más, si quieres ponte cómodo, el no tarda mucho en dormirse- Ella acomodó al niño en el medio de la gigantesca cama se acostó a un lado de él.- Ven, Fernando hazte al lado.
-¿Me quieres así de cerca? si el pequeño se pone celoso, no sé.
-Iker, mi cielo, él es un completo payaso, si ese grandote que está ahí de pie, pero se ha portado muy bien con nosotros, no creo que moleste compartir con él.
Fernando, se acostó al lado derecho de ellos, y miró de frente a Lucero. Podrían aparentar fácilmente ser una feliz familia, solo era ella, la asistente con su hijo, hijo de un padre que se negó a reconocer esa responsabilidad y su excéntrico jefe compartiendo ese espacio, ambos enamorados en el fondo.-Deja de mirarme, me intimidas Fer.
-Estoy mirando a tu hijo.
-Ya comienzas a agradarle, está muy cerca de ti...
En unos cuantos minutos Fernando ya había entrado en confianza con el niño al punto estar jugando con él y tenerlo en sus brazos.
-Ya mejor olvidémonos de su siesta. Al parecer la está pasando bien contigo.
-Yo soy el que la está pasando bien, mira como se ríe.
-Jamás se había acercado a un hombre que no fuera mi padre o algún familiar.
-Me gustaría saber cómo es la historia de ustedes, claro si no te causo ninguna molestia.
-Enserio quieres escuchar toda nuestra historia.
-No debe ser muy larga, el pequeño aun no tiene ni dos años. Y me encantaría saber más sobre ti, claro si tu lo permites.
-¿Te intereso?- Enarcó una ceja y miró extrañada
-más de lo que crees, y ahora no solo me interesas tú, me interesa él.
-Mi tesoro... -Le regaló una mirada al niño de ojos grises- Mi tesoro llegó a este mundo y fue el día más grandioso de mi vida, más que cuando le arrebate a una mujer el último par de tacones Valentino en una tienda de Miami... pero creo que a ti te interesa saber quién es su padre, detesto hablar de eso, ¿tú conoces a Axel Levine? el diseñador de Versace.
-Por supuesto, la revista lo ha entrevistado en varias ocasiones, hemos salido juntos, hasta estuve hace unos meses en su yate, se mudó a una zona costera en Italia... es el que tiene los ojos gri... ¿Un momento él es el padre?- Preguntó sorprendido y miró a niño.
-Si, esa basura es el padre.- Bajó su mirada.
-¿Por qué no está con ustedes?
-Yo tenía la vida perfecta con él a mi lado, o eso creía, todo era bellísimo, pensaba en formar una familia, casarme en una boda de cuento. Al enterarme que estaba esperando a Iker me emocioné muchísimo y pensé que esa misma emoción la sentiría él, lastimosamente fue todo lo contrario, creía que se alegraría, haría todo lo posible para que formáramos un hogar ideal. Axel Levine resulto ser un cobarde más, a pesar de ya tener 30 años encima, no era un adolescente.
-¿No quiso hacer cargo?- El semblante de Fernando era bastante serio.
-Hubiera preferido una respuesta como esa de su parte, pero el muy cretino me propuso abortarlo como condición para continuar nuestra relación.
-Hablas enserio, Axel fue capaz de eso.- Exclamó con desconcierto.
-De tantas cosas más, o de lo contrario créeme que estuviera aquí ayudando en la crianza de mi hijo.
-¿Pero cómo fue capaz? nunca entenderé como una persona puede pensar en acabar con la vida de alguien inocente, me dan asco y repugnan las personas que tienen esos pensamientos y visiones sobre la vida.
-Me sucede igual, yo decidí tenerlo con o sin él a mi lado, contaba con mis padres, ellos fueron y siguen siendo de gran apoyo.
-No te merecías eso, no te lo merecías, en este momento tengo ganas de acabar con ese imbécil, de decirle unas cuantas verdades, no me imagine que ese hombre tan "ilustre y caballero" resultara ser un patán.- Empuñaba su gran mano, en expresión de enojo.
-No creo que nadie se merezca pasar por esa situación tan triste, era triste pero la ilusión de tener al niño me hacia olvidar de ese dolor.
-Eres tan valiente, nunca llegue a imaginar que detrás de tu sonrisa y toda esa imagen que vives proyectando., existiera esa historia- ¡Lotería! Aquí la respuesta a muchas de sus actitudes, es claro que su comportamiento debe ser causado por alguna irregularidad que le haya ocurrido, todo tiene una razón de ser, y creo que con esto que me cuentan, encuentro muchas respuestas.- Pensaba él.
-Y ahora te contaré la parte más hermosa o mejor la única parte hermosa de la historia, cuando llegó al mundo- Los ojos comenzaron a brillar con intensidad, como los de cualquier madre orgullosa. Era también como ver a una niña narrando un día de juego en un parque de diversiones, se escuchaba entusiasmada.
-Háblame de su nacimiento, entonces.
-Veo que te interesa, al parecer te gustaría ser padre, o es mi impresión.
-Siempre lo he querido ser, muero de ganas por tener un precioso niño como este.
-¿Por qué no lo has hecho?
-Luego te contaré mi historia, primero termina de contar la tuya.
- Esta bien, pero algo me dice que serías un excelente padre.- Estiró su mano y acarició el rostro de él.
-Me alegra que pienses eso, pero preciosa cuéntame la parte alegre.
-Cuando tenía cuatro meses, mi padre me envió a Londres para que pasara los meses que restaban en completa calma, no te negaré que pase casi la mitad del embarazo llorando porque me sentía sola, la decepción por Axel dejó una herida profunda y hacerme la idea de ser madre soltera fue terrible, todo eso se me olvidó el día que estaba en una tienda comprando unos cuantos artículos y sentí que me pateo.
-Eso debió ser estupendo...
-No te lo podría describir en palabras, igual sucedió el día que nació, una soleada mañana de lunes, estaba completamente sola, sin mis padres y mi hermana aun no llegaba de Milán, tome un taxi, no podía conducir, llegue en completa calma al hospital, en un abrir y cerrar de ojos, tenía sobre mi pecho a un precioso niño con una mirada similar al cielo, que emitía un llanto aliviador, al que abrace y besé con mi vida.
-¿Británico, entonces?
-Sí, tiene doble nacionalidad.
-Debió haber sido difícil, haber dado a luz sola.
-Difícil y doloroso, me hubiera gustado tener la compañía de alguien en esa habitación... pero creo que más dolor sentí esa vez que estuve en el hospital porque Iker enfermo.
La niña consentida, vale oro- Tus palabras preciosa, tus palabras, ahora creo que estoy perdido, completamente perdido en ti.
-Me sucede igual contigo.
-Tenía una idea completamente errónea sobre ti, tu padre me contó...
-Te contó la verdad, estoy segura, no sé de dónde se conocen ustedes y menos por qué me envío contigo, pero te debió decir que soy una irresponsable, fracaso como madre, niña consentida caprichosa, superficial, frívola, etcétera. Y es la verdad, especialmente la parte de "Fracaso como madre"
-Nunca me menciono que tenías un hijo, sin embargo te veo y pienso distinto.
-Porque no conociste a esa Lucero que existía antes de entrar a ser tu asistente, te lo resumiré, cuando mi hijo cumplió el primer año, me sentía encerrada, que estaba perdiéndome de una vida allá afuera, pensaba mucho en cómo la estaría pasando Axel, es más lo veía tan feliz en esas revistas y yo sola con el pequeño no era justo, decidí entonces dedicarme a mí, a actuar egoísta, tenía todo para llevar mi vida al límite, el dinero de mis padres, ese me sobraba para gastar en lo que quisiera, igual que gente que se hiciera cargo de Iker. Y fue así como por estar en fiestas, viajes, de compras con mis amigas, entre otras diversiones, descuide mi rol como madre...
-No te culpo, aun estas muy joven ¿tienes menos o 25 si no me equivoco?
-24 de hecho.
-Era normal tu actitud y si tenías las facilidades para hacerlo.
-Aun sigo odiando ese momento en el que descuide a Iker, mi mamá tenía razón, él aun no reconoce quien es su madre si las nanas o yo, y lo que no me deja conciliar el sueño y deja dormir en paz, es la idea de mi padre- su rostro mostró preocupación.
-Debes entender que cualquier padre se preocuparía de ver una situación como la que estaban viviendo.
-Sí, pero eso no le da derecho a quererme quitar mi hijo, a pelear su custodia, que puedo asegurar lo hace y terminaría perdiéndola.
-No permitiré que eso suceda, créeme, confía en mí, siempre y cuando tú sigas dando progreso como mamá, en tú vida personal, dejes a un lado tu mundo frívolo y superficial.
-Tú eres el único que tiene fe en mí, al parecer y gracias.
-Es mi deber decirte algo también...- Su celular comenzó a sonar.
-Y tu teléfono suena justo ahora, genial.
-Debo contestar es mi mamá.
Se puso de pie, y salió de la habitación, demoró unos cuantos minutos en regresar, en esos minutos, Lucero, Lucero se convencido de su enamoramiento, se enamoró como adolescente, como quinceañera soñadora.
-Perdóname Lucero, tenemos una junta de emergencia en la revista, es necesaria mi presencia.
-No te preocupes y mañana, estaré puntual en mi lugar.
-Te espero.* * *
REVISTA: "IN MODE"- Midtown of Manhattan, Nueva York
Puntual en su lugar de trabajo estaba Lucero a la espera de Fernando, estaba radiante y con un estado de ánimo de esos cargados de actitud positiva y energía, lo reflejaba en su rostro y aspecto físico, se había cambiado el look, cambio un poco su cabello liso por unas cuantas ondas, muy natural, sin dejar esa elegancia que se colgaba vistiendo de tantos diseñadores. Estaba algo ansiosa, quería ver pronto a Fernando, quería saludarlo amorosamente, sin importar que eran.
-Fernando, bueno días- Se levantó de su silla.
-Envía esto a la oficina de administración rápido, tráeme la lista de las nuevas modelos.
Decepción nuevamente, el mismo patán- Okey, algo más.
-Nada, que te muevas.La expresión triste de Lucero la acompañó todo el resto de mañana, de nueva cuenta el Fernando desconocido o ese que aborrecía recobraba vida, en esa jornada de trabajo, no cruzaron muchas palabras, nada personal, se limitaron a laborar o mejor ella a recibir órdenes de manera grosera por parte de él.
Una modelo que estaba en la revista para una sesión de fotos, se encontraba de manera muy intima en la oficina de Fernando, muy cerca de él y él no le era indiferente, por el vidrio de la oficina Lucero veía la confianza entre ambos, el día no se podía poner peor...- ¿Y te lo creíste?, el príncipe se convertiría en sapo en un abrir y cerrar de ojos, no debí haberme acercado tanto a él, sabiendo que tiene actitudes bipolares conmigo, lastimosamente nos gusta jugar con fuego y alguna persona debe salir quemado, esta vez creo que fui yo.- Fue inevitable no dejar caer sobre esa correspondencia que llevaba a la oficina de su jefe una gota de nostalgia.-Fernando, aquí tienes tu correspondencia- bajó su mirada.
Está llorando, su carita triste es bastante dolorosa, acabemos con ese dolor de una vez- Barbie, puedes ir al estacionamiento, recoger un sobre de manila, abrirlo, revisar que hayan tres contratos con el membrete de la revista, y en la parte de atrás hay una pequeña caja, tráeme eso, pero mueve que necesito eso ya. Aquí están las llaves.
-¿Tienes que ser tan grosero para pedir un favor?
-No estoy para clases de educación y urbanidad.
-Me decepcionas tanto...- Ignoró esas palabras y continuo trabajando un boceto en su mesa de diseño, ella se quedó de pie esperando alguna respuesta, hasta que se marchó al estacionamiento
.-Maldito seas Fernando, me ilusionaste, por qué me tratas de esa manera, por qué eres tan frio y cortante, por qué no puedes ser ese caballero que eras ayer, por qué no te puedes enamorar realmente de mi o mejor por qué fui tan débil nuevamente y me enamoré de un patán, suficiente había tenido con ese desamor del pasado. Lo más grave es que recuerdo ese "no te haré daño", daño es lo que te la has pasado haciéndome-
Presionó la alarma del BMW, abrió la puerta, se sentó, abrió el sobre de mala manera y con desanimo, no estaban los contratos,- Genial y los malditos contratos donde están- había una hoja con un mensaje escrito con la letra de Fernando
"Quería hacerte un poema romántico como los de Neruda, tal vez escribirte alguna canción como las de Rod Stewart, lastimosamente solo pude hacer un dibujo imborrable de los deseos de más sinceros de mi corazón, en mi mente y para que esos deseos se vuelvan realidad basta con pedirte algo... Lucero, ¿Quieres ser mi novia?"-¿Qué? ¿Es broma? ¿Qué clase de broma es esta? es cierto, Dios que sea cierto de no serlo nunca se lo perdonaré, nunca...- Exclamó sorprendida, estupefacta y boquiabierta.
-¿A quién no perdonarás?
-Fernando, me asustaste.- Dio un brinco dentro del auto al verlo asomado por la puerta.
-¿Qué dices, quieres ser mi novia?
- ¿Y tú? ¿Qué demonios pretendes conmigo? No entiendo nada.
-Amarte.
-Qué extraña manera de amar. Si hace menos de una hora estabas hecho un completo imbécil conmigo con tu actitud.
-Contesta, ¿Quieres ser mi novia?
-Sabes que yo te quiero...- Acercaron sus rostros, cruzaron sus miradas, ella acaricio el rostro de él...-Y- cerro sus ojos- ¡NO, QUIERO SER TÚ NOVIA!
-Como quieras, entonces bájate de mi auto ya.- Dio un brinco y en un segundo estaba afuera del deportivo.
-Aquí, tienes las llaves.- Le regaló una sonrisa, y se marchó.