REVISTA: "IN MODE"- Midtown of Manhattan, Nueva YorkYa en su lugar de trabajo, la asistente del publicista y diseñador gráfico de la revista estaba puntual en su escritorio trabajando en su ordenador, un día común y corriente a simple vista, para Lucero no lo era, ahora era la novia de ese publicista que hace unas semanas atrás hacia de su vida un total infierno, sonreír era inevitable, las mariposas que tenía en su estomago aleteaban alegremente.
-¿Por qué tan sonriente, señora Hogaza?
-Señora Hogaza, sonó muy extraño, así le dicen a mi madre.
-¿Por qué tan sonriente... Pequeña hada? -Le entregó una hermosa rosa color rosa pálido.
-Gracias mi amor, está preciosa, y sonrió porque alguien me regalaste mariposas a mi estomago vacio.
-Linda- Levantó su mentón, se acercó a sus labios y la besó.
-Tenemos una junta en 15 minutos, prepara la sala del piso donde trabaja mi madre, estarás conmigo, va a ser toda la mañana, se hablará de la edición de este mes, estaremos reunidos con la editora principal, demás editores y fotógrafos.
-Creo que después de un mes de trabajar en este lugar, por fin conoceré a la temida señora Grace.
-Tu suegra, de una vez te advierto algo, no te dejes afectar por sus comentarios, mi mamá tiene una personalidad bastante acida, impertinente.
-Si, he leído sus artículos, y no es que sea muy dulce.
-No lo es, solo conmigo y tendrá que ser amable contigo, pero ahora ve.Dejó la rosa sobre su escritorio, llevó una cantidad de folders que le encargo Fernando, unas USB, las dejó en los respectivos lugares, se percató que todo estuviera impecable y en orden en esa sala, ahora solo estaba esperando el ingreso de las personas.
Los editores que entraban saludaban amablemente e iban tomando sus lugares, solo faltaba llenar el lugar de Fernando y su madre, Lucero se asomó a la puerta y se chocó de frente con Grace de Colunga, la señora la miró detalladamente de arriba abajo- Está señora me mira con bastante interés, por suerte jamás cometo un crimen a la moda, hoy estoy muy bien vestida como todos los días- Pensó, la señora arrogantemente le dijo:-Tu falda Calvin Klein es una total falla con tus tacones de aguja de Prada, no pequeña mala elección, estilos diferentes y no son colores de esta temporada, lleva mi abrigo y mi bolsa a mi oficina no tuve tiempo de hacerlo... -La miró para encontrar su nombre en algún carnet o identificación- Lucero, me llamo Lucero.
-Como sea Lucia, llévalo- Le lanzó el pesado abrigo y bolso encima.
Lucero en un total estado de perplejidad, no superaba o mejor no asimilaba lo ocurrido, ese mujer era una total arpía- Qué clase de broma, que mi ropa no combina, que los colores no están de moda, que acaban de criticar mi perfecta manera de vestir, no es cierto, cómo se atreve esa señora a decirme esas cosas, nunca, nunca en toda mi vida alguien me había hecho una crítica sobre moda, es una bruja con zapatos de mega última colección claro y este precioso abrigo Narciso Rodríguez.
-Lucero, qué ocurrió, por qué llevas ese abrigo de mi madre.
-Fernando, renuncio... Renuncio.
-Dime qué sucede.
-Me dijo que mi ropa no combinaba y me tiro su hermoso abrigo encima. Esto ha sido una gran humillación.
-Mi pequeña hada, ya te había dicho es una bruja, ven pásame ese abrigo yo lo llevo a su oficina, perdón por eso.-Se acercó y le besó su frente.
-No te preocupes, que nunca la voy a perdonar y a olvidar, estoy indignada. Y mejor entra a la junto yo llevaré esto.
En la espectacular oficina de Grace de Colunga, Lucero veía cada perfecto detalle del lugar, todo bien tan bien elaborado, extremadamente limpio, estéril, hacia mucho frio, era un lugar más bien frio, de calidez no había absolutamente nada, era lo contrario a la excéntrica oficina de Fernando, ¿cómo podían ser tan diferentes? Y lo más extraño tener tan buena relación.
-Este lugar ya me dio miedo, la madre de Fernando es idéntica a alguna villana de la historia de Disney, Cruela de Vil, es perfecto apodo para semejante arpía, un momento Lucero, es la madre de tu novio, tu suegra, nunca has tenido una suegra en tu vida, la madre de tu ex vivía muy lejos, se me hará muy extraño tener una, y veo que empezamos mal...Salgamos de aquí.