Capitulo 18

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-Paulo, el mejor lugar para un niño es junto a su madre.- Interrumpió Fernando, se cansó de solo escuchar esa discusión.
-Tú también Fernando, te vas a poner del lado de ella.
-Si, y lo haré las veces que sean necesarias para demostrarle su error.
-Mejor ayúdame  a convencerla que regrese a Iker.
-No, el niño se va a quedar con ella porque vivirán conmigo, formaremos un hogar.
¿Qué demonios acaba de decir Fernando, vamos a vivir juntos como una familia, YA, NO puede ser?-Fer...
¿No, es que creo que no escuché bien? es que No, no quiero que se vea presionando.
-Si, Paulo, su hija y especialmente su nieto estarán muy bien a mi lado.
Lucero seguía algo en Shock, había retomado la relación con él, pero irse a vivir juntos, NO.
-¿Habla enserio, Fernandito?
-Muy enserio, Paulo, cuando el niño se recupere totalmente los llevare a mi Pent House, no creo que usted se oponga a que vivan en un precioso departamento.
-Pero...
-No, hay peros señor. Usted puede si quiere visitarnos cada vez que quiera y ver con sus propios lo bien que estarán las cosas y especialmente la calidad de vida que tendrá Iker.
-Confío en ti, no en ella, si algo les ocurre responderás por ellos.
-Por supuesto.
-Lo hago porque te conozco, por mi parte a Lucero no le dejaría ni el cuidado de nada.
-Puedes dejar de insultarme papá.
-No te insulto, solo hablo con la verdad.
-Puedes decirme papá, yo que mal te he hecho para que trates así.
-Ya Paulo, Lucero, no es un lugar para que comiencen a discutir.
-Fernando tiene razón, mejor pasa a ver a Iker, a eso viniste.

Paulo los dejó solos nuevamente en el pasillo, ella solo se limitó a mirarlo sin decir nada, estaba confundida.
-Perdón si hable de más con tu padre, seguramente te sientes presionada porque dije que te vendrías a vivir conmigo.
-Presionada NO, el que debería sentirse así eres tú, por defenderme de mi padre estás adquiriendo una responsabilidad que no te corresponde, tú no tienes por qué hacerlo, ya suficiente has hecho por nosotros en estos infernales días.
-Ya habíamos hablado del tema, recuerda siempre todo es "Nuestro", aunque si no quieres vivir conmigo, te buscaré un lugar para que vivas.
-Fernando, cómo crees, me encantaría vivir contigo- Su expresión era de alegría, mostró esa sonrisa e ilumino el pasillo.
-Ven acá, amor de mi vida- La abrazó y besó sus cabellos.
-Aunque todavía no sé, tú siempre has vivido solo en tu pent-house, no quiero invadirte.
-Haz de cuenta que seremos compañeros de habitación.
-¿Con beneficios?
-Bien lo dijiste preciosa.
-¿No te invado?
-No es invadirme más bien es ayudarme en algo.
-¿En qué?
-En  que me permitas dormir contigo para descubrir tu perfección cada mañana- Le habló en el oído, el corazón de Lucero se iba derritiendo y las mariposas de su estomago aleteaban con fuerza...-Fernando, siempre tan...
-¿Tan? Perfecto, guapo, listo, inteligente, brillante...
-Engreído, niño engreído.
-Niño engreído que en medio de esta no muy agradable situación te hizo reír.
-No puede ser, ahora viviré con dos niños.
-Prepárate, no descansaras, los días serán para Iker y la noche hasta que amanezca para.
-Para... Nada Fer, regresemos a la habitación del niño.



SEMANAS DESPUÉS.
Los eternos días y noches  en ese hospital, por fin habían terminado para esa familia que apenas se estaba formando. La salud del más grande tesoro de Lucero mejoró, un alivio y un respiro para ella. Los días en ese lugar le sirvieron para reflexionar sobre todo, aunque aparentemente no tenía lugar en su cabeza para pensar en otra cosa que no fuera la mejoría de su hijo, pero las situaciones o escenas que veía en esos pasillos de urgencias, le dejaron mucho que pensar, especialmente...
Cuando sentí el roce de  esa camilla pasando a gran velocidad, pero ante mis ojos todo fue en cámara lenta, esa de ese hombre moribundo, prácticamente desangrado y al escuchar que era un acaudalado hombre de esta ciudad, me pregunté para ¿qué le sirvió el dinero entonces? Si a ese que he puesto siempre encima de todo en mi vida, al papel de color verde que creo es tan importante e indispensable tenerlo en grandes cantidades, con el que siempre he creído se soluciona cualquier problema, que equivocada he estado todo este tiempo, así como al señor que supe horas más tarde falleció, el dinero no le soluciono nada, igual me estaba ocurriendo a mí, el vivo ejemplo lo estaba viviendo, cuando el estado de salud de Iker comenzó a empeorar, le rogaba a los médicos que hicieran lo posible para que nada malo le ocurriera, les ofrecí pagarles una fortuna, creyendo que con eso se iba a mejorar, aunque una enfermera claramente me lo dijo: en estos casos el que menos ayuda es el dinero... Recuerdo haberla gritado en medio de mi desespero, mis aires de niña consentida y déspota salieron a flote más que nunca, insulte a varias personas que no tenían la culpa de nada exigiéndoles que hicieran algo. Pero simple y llanamente el dinero no compra la vida y salud de las personas, de qué me servía tener la fortuna de mi padre si con ella no podía ayudar a la persona que es mi felicidad completa, de que me sirvió haber pagado una millonaria suma en un lujoso hotel para tener seguro a mi hijo si al final se enfermó, nada pude hacer. Entonces terminé de comprender que lo material no sirve para nada, que creía ser feliz gastando en cuanto articulo costoso se me antojara, acumulando lujos, se supone que esa lección es algo que deben saber todos los seres humanos, incluso cuando estaba en la secundaria en ese colegio femenino de Londres nos repetían esa frase "No todo en la vida es el dinero" "La felicidad no está en las cosas materiales"  "El dinero compra todo, menos la felicidad" si esas típicas y repetidas frases que me parecían estúpidas,  no eran estúpidas, mi felicidad es mi pequeño de ojos grises Y...-
-Llegamos ¿Por qué estuviste tan callada?- Interrumpió la charla de Lucero con Lucero, Fernando.
-Estaba teniendo una interesante conversa conmigo mismo.
-Perdón por la interrupción entonces, pero llegamos a su nuevo hogar.
-Fernando, antes que bajemos del auto, ¿estás seguro de hacer esto?
-Tan seguro como que tus ojos son los más preciosos que se han cruzado en mi vida- Se acercó, tomó el rostro de ella y pego sus labios para darse un cálido beso.-Aunque si quieres, dejamos que tu padre se lleve al niño.
-No, eso jamás.
-Entonces, bienvenida, tengo una serie de reglas que debes seguir.
Lucero lo miró con extrañeza:- ¿Reglas? Tú.
-Si, suelo ser muy estricto.
Estricto, eso indica disciplina jamás la he tenido y si se comporta como ese jefe tirano y dictador que era cuando empecé a trabajar, si me da ese trato- Explícate.
-Sí, subamos con el niño, y ya te explicaré las reglas del juego.
-No puede ser, comienzo  a desconocer a Fernando, y si es como cierto personaje controlador de un libro que leí... bueno aunque hasta ahora no ha dado muestras de quererme amordazar, vendarme los ojos, o indicios de masoquismo, es muy bueno en la cama, y cómo demonios terminé pensando en sexo.- Cuando menos pensó ya Fernando estaba abriendo la gran puerta del Pent-house y haciéndola pasar.
-Pequeña hada, es tu casa. Ya la conocías claro, recuerdo que aquí...
-Me haces poner color escarlata Fernando.
-Y recuerdo que no lo quería hacer delante de este cachorro.
-Milo, será divertido compartir el espacio con él, mis padres el único capricho que no me complacieron cuando era pequeña fue comprarme una mascota, jamás la tuve.
-Ahí lo tienes, te advierto que debes tener cuidado adora destrozar zapatos.
-No importa, mejor espérame dejó en tu cama a Iker, sigue dormido y se me están durmiendo los brazos.
-No, espera, para él hay un lugar.
-¿Un lugar?
-Ven conmigo.

Diseñame en LX díasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora