Esa madrugada lluviosa, Lucero se despertó más temprano de lo acostumbrado, no durmió en toda la larga noche, los pensamientos en su cabeza la tenían presa, él enojo seguía siendo el protagonista dentro de su corazón, tomó una decisión de la peor manera, no estaba con cabeza fría, cuando decidió guardar algunas de sus pertenencias, especialmente las de valor, la ropa de su hijo en dos maletas, su guardarropa no cabria por completo ahí, para eso era necesario tal vez un camión de mudanzas, terminó de organizar lo más rápido que pudo, no podía dejar que amaneciera sin que ella abandonará su casa, esa era la brillante idea que estaba llevando a cabo, no quería ver a su padre, quería estar lejos de él, quería estar lejos de todo, únicamente con su hijo, él era lo único que cobraba interés. Bajó cuidadosamente las maletas hasta guardarlas en la parte trasera del su auto, regresó a su cuarto con una manta abrigó a Iker, lo cargó, por su suerte estaba dormido, se percató que a su alrededor no hubiera nadie, se subió a su auto y se marchó.- Lo único que deseo es alejarme, alejarme, estar sola contigo.
Conducía sin tener la menor idea a dónde iría, tenía que encontrar un sitio donde hospedarse, dio unas cuantas vueltas por la ciudad, ya había amanecido completamente, el día era bastante gris, hacía frio, un lujoso hotel "The New York Palace" le llamó la atención, estaba cerca del Times Square y del Central Park, ingresó al edificio, habló con la recepcionista
-Buenos días bienvenidos al Hotel New York Palace
-Buenos días señorita Swanzon, tiene habitaciones disponibles, somos dos personas.
La joven revisó en su ordenador- Si tenemos disponible la habitación Premium extra grande y vistas, por ejemplo.
-Esa suena bien, esa, quiero esa.
-Mire aquí esta lista de servicios que trae incluyendo gimnasio, restaurante, Spa, Bar, cualquier tipo de servicio a la habitación, Wi.Fi - Lucero la interrumpió, tenía bastante prisa, no le interesaba escuchar nada de eso.- Señorita, gracias, la necesito para cuatro semanas.
-Nombre completo.
-Lucero Hogaza- Le preguntó una serie de datos personales.
-Medio de pago.
-Tarjeta, aquí tiene.
-Entonces son...
-Señorita no me interesa escuchar el precio, aquí tiene la tarjeta.
-Bienvenida de nuevo, aquí están sus llaves, él joven de ahí la ayudará con su equipaje, que disfrute su estadía.Escogió una suite bastante amplia, aprovecharía la tarjeta que le devolvió su padre cuando regresó.
El botones del hotel llevó el equipaje hasta la suite, Iker se había despertado para el alivio de Lucero que ya se cansaba de cagarlo, caminaba algo perdido por el lugar.
-Precioso, este será nuestro nuevo hogar, no me mires con esos ojitos, si y la pasaremos de lujo, mira esta habitación es fabulosa, puedes jugar con tu pelota donde quieras, a demás prometo jugar contigo todas las horas que desees.No había caído en cuenta y el hotel que escogió estaba ubicado en el Midtown de Manhattan, desde su ventana podía ver claramente en edificio de la revista In mode.
-Muy bien Lucero, excelente elección, ahora mejor evita mirar hacia esa dirección. Y me imagino que ya es la hora de tu desayuno Iker, no te preocupes tú mamá ya soluciona ese pequeño detalle, por suerte existe el servicio a la habitación.* * *
-Lucero, dónde está Lucero, dónde está mi nieto.
-Cálmese señora.
-Cómo quiere que me calme Victoria, si ni siquiera esta su auto, revisé y parte de la ropa del niño no está, Lucero se marchó.
-Qué se marchó quién.
-Anna Nicole, tienes idea que se hizo tu hermana.- Salía de su habitación algo dormida, la despertó el escándalo que estaba haciendo su madre
-Debe estar en su trabajo.
-Y para trabajar es necesario llevarse parte de su guardarropa y a Iker.
-De qué hablas, Lucero se fue de la casa.
-No digas eso ni en broma, ella no es capaz de eso.
-Recuerda mamá que anoche llego bastante extraña, estaba llorando y mencionó algo sobre Fernando y mi padre.
-Paulo, PAULO, PAULO... Ven ya mismo.
-Qué pasa mujer, que son esos gritos.
-Lucero desapareció con Iker.
-¿Qué? ¿Cómo?
-No están sus cosas.
-Pero a dónde pudo ir.
-Si supiera créeme cariño que no estuviera así.
-Nicole, tú debes saber dónde está metida tu hermana, no la encubras.
-No, papi no tengo idea, sabes que soy responsable. Mejor dime tú que le hicieron ayer a ella.
-Nada.
-Ella llegó bastante triste anoche, hecha un mar de llanto y te mencionó a ti y a Fernando.
-¿Yo? Por favor, si no le he hecho nada, al contrario le devolví una de sus tarjetas, tal vez fue Fernando.
-Paulo, mi hija y nieto, necesito sabe si están bien.
-Cálmate, no pudo haber ido muy lejos, recuerda lo inútil que es, aunque me preocupa mi nieto. Ya mismo llamaré a Fernando.
-Haz lo que tengas que hacer Nicole y yo la buscaremos.