Capitulo 15

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-Paulo, yo le dije.
-Pero no entiendo cómo lo lograste.
-Tengo mis tácticas.
-Es que lo que me cuentas de Lucero parece mentira, ella no es así.
-Si, lo es.
-Es que era una completa inútil, la adoro con el alma, es mi princesita, pero no servía sino para ser caprichosa y gastar mi dinero.

¿UNA INÚTIL, SIEMPRE? Papá- Pensaba Lucero.

-Estaba equivocado, aunque tiene un poco de razón cuando la conocí era muy frívola y la creí huequísima.
-Exacto, es que de verdad que si, tú experimento funcionó.

-¿Experimento? De qué demonios hablan- se preguntó Lucero, al escuchar la conversación.

-Mi experimento dio unos excelentes resultados, ella fue mi conejillo de indias y te demostré de lo que soy capaz.
-Lo veo, me recuerda que te subestimé e hice una apuesta contigo.
-Es cierto, nuestra apuesta, es evidente que le gané.
-Lo acepto, hoy son 60 días exactos, desde que apostamos por tu experimento.
-Así es, perdiste Hogaza, perdiste contra un jovenzuelo.
-Dime qué quieres.
-Nada.
-Cómo que nada, yo cumplo con mi palabra, sé que te agradan los autos de colección, sabes que tengo un Mustang.
-Habla enserio.
-Es todo suyo.
-No pensé que mi conejillo de indias dejaría estos resultados.

Lucero seguía en la puerta escuchando una a una las palabras que decían los hombres más importantes de su vida,  se enojó muchísimo, sentía ira al ver como se expresaban de ella de esa manera, especialmente Fernando ¿Experimento? ¿Apuesta? ¿Conejillo de indias? Él me utilizó, eso hizo, no, acaso me creían algún objeto, algo inerte, para apostar o jugar conmigo. Claro por eso hizo que me enamorará de él, así sería más fácil todo, Fernando cómo fuiste capaz... Sus ojos se iban llenando de lagrimas, no las podía contener, por sus mejillas comenzaban a deslizar- No yo no puedo seguir escuchándolos, no, no quiero,- No podía seguir escuchándolos más, se marchó de ese lugar, a paso acelerado corrió hasta el estacionamiento.

-Y veo que va muy enserio lo de ustedes.
-Paulo, cuando la conocí me enamore, yo empecé a amar a su hija locamente, sueno como un tonto jovencito hablando de su primer amor, pero créame, yo descubrí en Lucero una mujer sensacional.
-Me alegra esa actitud, no le hagas daño, no sé si ya conoces su historia...
-Esa misma historia fue la que hizo que ella se comportara durante meses de esa manera, es mi conclusión, y le aseguró que yo no sería capaz de hacer lo que hizo Axel con ella.
-Más te vale.
-Le doy mi palabra, se la di una vez y cumplí, se la vuelvo a dar, su hija y su nieto estarán muy bien a mi lado, amor, afecto, cariño, nada, nada absolutamente nada les hará falta.
-Vales oro muchacho, lo vales.
-Su hija también lo vale, no sabe como ejerce su rol de madre.
-Su nana y la nana del niño me ha contado maravillas de ella, ya era hora que asumiera sus responsabilidades.
-Se lo repito la actitud que ella tenia se debía a esa mala experiencia... Paulo, te parece poco ser abandonada de esa manera por el padre de su hijo o no recibir ese apoyo de una figura paterna que es tan necesario.
-Tienes razón.
-Tiene usted una hija muy valiente a su lado.
-Una Hogaza.
-Le recuerdo, no subestime tanto a las personas y menos a una madre.
-Gracias por todo Fernando.
-Gracias a ti, sino es por usted seguramente nunca hubiera conocido a aquella hermosa mujer con la que estrellé mi auto, miré como un idiota, pasé semanas pensando en ella...




*             *            *

La persona que le había regalado mariposas a su estomago, las mató, bastaron unas cuantas palabras para acabar con parte de los sentimientos amorosos que Lucero tenia hacía él, en ese momento... Ese caballero con el que llevaba ese mes de amor, ese idilio amoroso perfecto, perdió totalmente su encanto, ahora era un payaso más. -¿Payaso? No, por lo menos esos hacen reír, cómo fui tan estúpida de no sospechar, tal vez porque me enamore como una idiota, de ese imbécil que solo me quería para hacer "Un experimento" su conejillo de indias y una mugrosa apuesta... De mi padre me esperaba algo por el estilo, pero del que dijo amarme, al que entregue todo, debí haber sido más precavida, pero claro Lucero te lanzaste en esos brazos sin paracaídas, sin pensarlo dos veces, detrás de sus besos  y caricias seguramente habían muchas más mentiras, me mintió, lo amo, lo amaba, lo amo, no sé... Lo creí perfecto, tonta ilusa, ilusa hace unos años también creías al padre de tu hijo perfecto y te lastimó.... Comienzo a creer que esas llamas con las quise jugar hicieron quemaduras graves  en mi, no lo puedo evitar por más enojo y sentimientos de cólera que tengo, me siento triste, quiero llorar mares, llorar como... es mejor no recordar, y si, ya estoy llorando, porque siento que todo terminó, terminó...e igual pienso que estoy haciendo un drama impresionante.

Diseñame en LX díasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora